La guerrilla de las FARC ataca 17 localidades en toda Colombia y amenaza Bogot¨¢
El Gobierno decreta el toque de queda en nueve provincias del centro y el este del pa¨ªs
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) est¨¢n empe?adas en demostrar su poder¨ªo militar en estos d¨ªas previos al inicio del di¨¢logo formal con el Gobierno. Desde el viernes por la noche y hasta ¨²ltima hora de ayer, realizaron escaramuzas en 17 poblaciones. Seg¨²n el parte oficial, el Ej¨¦rcito y la polic¨ªa impidieron que los subversivos lograran su objetivo: tomar esas localidades, algunas peligrosamente cercanas a la capital. Ante la grave situaci¨®n de orden p¨²blico, el Gobierno decret¨® el toque de queda en nueve provincias consideradas como zonas rojas .
Las medidas excepcionales, que incluyen adem¨¢s retenes y cordones de seguridad en las principales carreteras y r¨ªos de esas provincias, alcanzan tambi¨¦n a 10 pueblos de Cundinamarca y uno del Tolima. La orden es que entre las seis de la tarde y las seis de la ma?ana se restrinja el tr¨¢nsito de personas y veh¨ªculos. Las 10 poblaciones de Cundinamarca son vecinas, a Bogot¨¢ y han sido, tradicionalmente, tierra de las FARC. Forma parte del corredor que permite al grupo insurgente movilizarse entre sus santuarios en la selvas y llanos del sur del pa¨ªs y la capital. El cord¨®n de seguridad pretende cerrarles el paso. El pasado jueves, en una de estas poblaciones, Guti¨¦rrez, en enfrentamientos entre Ej¨¦rcito y guerrilla hubo m¨¢s de setenta muertos. Seg¨²n el Ej¨¦rcito, la intenci¨®n de las FARC era llegar a las barriadas del sur de la capital y realizar atentados terroristas para atemorizar a la poblaci¨®n. Ante los ojos del pa¨ªs lo que hubo fue una nueva derrota militar. Treinta y ocho soldados, todos j¨®venes que prestaban su servicio militar, resultaron aniquilados. "Hay combates en todo el pa¨ªs", inform¨® a mediod¨ªa de ayer la oficina de presa del Ministerio de Defensa. Los ataques m¨¢s fuertes se vivieron en Puerto Lleras, sobre el r¨ªo Ariari, al sur de la provincia del Meta, y en Alto Corozal, en la provincia de Casanare. Ambas localidades quedaron completamente destruidas. En Algeciras, en la c¨¦ntrica provincia del Huila, los guerrilleros lograron destruir l5 viviendas, la sucursal del Banco Agrario y la estaci¨®n de polic¨ªa. Hubo ataques tambi¨¦n en las pronvincias Caquet¨¢ y Antioquia.
Se ha vuelto ya rutina en este pa¨ªs en guerra desde hace a?os, que la insurgencia realice acciones de impacto cuando se habla de paz. Muchos esperan para estos d¨ªas previos al 20 de julio, d¨ªa nacional y fecha tentativa de la instalaci¨®n de las mesas de negociaci¨®n, un golpe de efecto de las FARC.
Algunos no descartan que esta guerrilla de m¨¢s de quince mil hombres haga realidad un viejo plan de bloquear Bogot¨¢. La ofensiva de este fin de semana toc¨® a dos poblaciones cercanas a la capital: Mesitas del Colegio y Boquer¨®n, dos sitios de recreo de los capitalinos.
Y mientras en la provincia la noticia eran los ataques violentos de la guerrilla, en Bogot¨¢ la atenci¨®n se centraba en la pol¨¦mica desatada por el ex presidente Alfonso L¨®pez, quien atac¨® a la guerrilla -"Son bandas terroristas que asesinan, fusilan y secuestran para financiar sus acciones criminales"- y a la pol¨ªtica de reconciliaci¨®n del presidente Andr¨¦s Pastrana y su diplomacia por la paz. El presidente del Senado y uno de los negociadores del sistema que se sentar¨¢ frente a los tres delegados de las FARC respondi¨® en¨¦rgico: "Las declaraciones de L¨®pez son m¨¢s peligrosas que un ataque guerrillero" y m¨¢s adelante a?adi¨®: "L¨®pez le apuesta al fracaso de la paz y del Gobierno en vez de ayudar a construir la concordia entre los colombianos".
Otros reforzaron lo dicho por L¨®pez, considerado un viejo zorro de la pol¨ªtica colombiana. "Las FARC son unas pandillas", opin¨® el congresista Enrique G¨®mez Hurtado y el ex general Harold Bedoya no dud¨® en calificar a Tirofijo, comandante de las FARC, como "el delincuente m¨¢s peligroso del mundo". Los obispos mediaron en la pol¨¦mica: pidieron a los delegados de ambas partes que no interrumpan los di¨¢logos antes de lograr algo positivo para el pa¨ªs. Para ellos, el primer resultado debe ser un cese multilateral del fuego.
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