Brasil impone su ley

BRASIL 2 ARGENTINA 1Brasil s¨®lo necesit¨® jugar con su peso espec¨ªfico, individualidades incluidas, para eliminar a Argentina y clasificarse para las semifinales contra M¨¦xico. Primero, desperdici¨® 25 minutos con miedo al rival y luego impuso su ley. En la te¨®rica final anticipada, en uno de los grandes partidos para ver en el f¨²tbol mundial, no hubo sorpresas. Argentina volvi¨® a fallar un penalti decisivo, cuando ya perd¨ªa merecidamente por 2-1. Y esta vez no lo tir¨® Palermo, que err¨® tres contra Colombia, sino Ayala. No es que los argentinos sean jugadores de calidad inferior, ni que el bloque sea despreciable, por m¨¢s que en la nueva etapa de Marcelo Bielsa como seleccionador, el equipo haya dado m¨¢s disgustos que alegr¨ªas. Pero a primera vista, entre Ronaldo y Mart¨ªn Palermo, Rivaldo y Riquelme, o Caf¨² y Pochettino, por poner s¨®lo tres ejemplos (sobre todo, el primero y el ¨²ltimo), parec¨ªa que apostar por Brasil no era descabellado.

La historia particular entre los dos ilustres rivales, en cambio, ha sido ya suficientemente significativa para decir lo contrario. Argentina no le va nada bien a Brasil, aunque ¨¦ste sea m¨¢s grande en t¨ªtulos. De los 29 enfrentamientos comunes anteriores, los brasile?os s¨®lo hab¨ªan ganado en siete ocasiones, menos de la mitad que sus rivales, 15, m¨¢s siete empates.

Por eso, los comienzos del partido fueron elocuentes. Brasil evidenci¨® un miedo casi sorprendente para su nivel. Todo su juego se dedic¨® a intentar parar a Argentina sin dar la sensaci¨®n de querer mandar en el campo. Una especie de complejo de inferioridad hist¨®rico, aunque sin justificaci¨®n futbol¨ªstica aparente. Y aunque las precauciones en f¨²tbol, como en todo, no son malas, lo peor es perder la personalidad e ir a remolque. As¨ª, a los 11 minutos, Brasil encaj¨® el gol....de un defensa. Tanto ocuparse de Riquelme por parte de Flavio o Emerson en el centro del campo y el lateral Sorin lleg¨® solo para tirar cerca del borde del ¨¢rea.

Argentina, de un plumazo, demostr¨® que el f¨²tbol es mucho m¨¢s simple de lo que muchos t¨¦cnicos se empe?an en convertir. Pero Brasil, con el gol en contra, no tuvo m¨¢s remedio que tomar las riendas del partido. Y lo hizo. Y Rivaldo sac¨® para el empate una de sus faltas magistrales. La forz¨® Caf¨², que cay¨® en el peligroso centro del ¨¢rea tras una brillante jugada. Fue el principio del fin. Brasil se dio perfecta cuenta que ten¨ªa f¨²tbol sobrado para imponerse y nada m¨¢s empezar la segunda parte le bast¨® otra genialidad para sentenciar. Tras una incursi¨®n de Emerson, Z¨¦ Roberto se apart¨® para la llegada de Ronaldo, que lanz¨® un perfecto tiro raso junto al poste.

Despu¨¦s, poco m¨¢s, aunque apret¨® Argentina, especialmente al final. Pero, curiosamente, Brasil ya no jug¨® encogido. La realidad la puso Riquelme, que a diferencia de Rivaldo no aprovech¨® dos faltas id¨¦nticas. Hasta Dida, rompiendo la mala fama de los porteros brasile?os, hizo un parad¨®n en el penalti a Ayala. Era la ¨²ltima oportunidad tras el ingenuo empuj¨®n de Beto a Kili Gonz¨¢lez.Pero Brasil ya hab¨ªa cambiado el rumbo del partido. Era suyo.