La carrera para las elecciones en Rusia, pendiente de Primakov

La carrera electoral en Rusia para las legislativas de diciembre est¨¢ pendiente de que el exprimer ministro Yevgueni Primakov deshoje la margarita y tome partido. El alcalde de Mosc¨², Yuri Luzhkov, m¨¢ximo aspirante a la presidencia, corteja ya abiertamente a quien, hoy por hoy, y a expensas de lo que se est¨¦ cociendo en el Kremlin, es su m¨¢ximo rival para sustituir a Bor¨ªs Yeltsin. Primakov, el pol¨ªtico m¨¢s popular del pa¨ªs, destituido arbitrariamente en mayo, escucha, reflexiona y, de momento, calla. En la pr¨¢ctica, Luzhkov, que se reuni¨® el pasado fin de semana con Primakov, le ofrece un pacto de igual a igual. El s¨¢bado, en Itogui, programa pol¨ªtico estrella del canal de televisi¨®n NTV, el alcalde moscovita se?al¨® que, no s¨®lo querr¨ªa tener al ex jefe de Gobierno como aliado, sino convertirse ¨¦l mismo en aliado de Primakov. Fuentes de Otechestvo (Patria), el movimiento pol¨ªtico que ha puesto en pie Luzhkov, han hecho saber, aunque el ofrecimiento a¨²n no es p¨²blico, que est¨¢n dispuestos a que Primakov se convierta en su cabeza de lista.

El t¨¢ndem Primakov-Luzhkov puede resultar imbatible, incluso para los comunistas, el primer partido de la Duma. Adem¨¢s, podr¨ªa alterar la carrera hacia la presidencia, sobre todo si ambos l¨ªderes se ponen de acuerdo en un reparto de funciones, de forma que uno pueda llegar al Kremlin y el otro a la Casa Blanca (sede del Gobierno).

Luzhkov se muestra cauto y afirma que su decisi¨®n de ser o no candidato a la presidencia depender¨¢ de si aprecia un peligro de que llegue al poder un dirigente que eche por tierra los frutos de la reforma pol¨ªtica y econ¨®mica, por pol¨¦micos que ¨¦stos sean. A sus 62 a?os, y con una salud de hierro, puede esperar cuatro a?os m¨¢s para llegar al Kremlin, sobre todo si Primakov, de 69, se convierte en su aliado y le allana el camino.

Esta eventual alianza levanta chispas en Yeltsin y su corte de intrigantes (conocida como La Familia), que se juegan mucho en la apuesta. Un presidente que no surja de su seno y al que no controlen podr¨ªa, no ya acabar con sus privilegios, sino, seg¨²n la hip¨®tesis m¨¢s extrema, meter entre rejas a algunos de ellos por los excesos de los ¨²ltimos a?os.