Profesionalidad y docencia
El reconocimiento pr¨¢ctico de la profesionalidad en el universo docente no universitario est¨¢ bajo m¨ªnimos. Toda apelaci¨®n a la profesionalidad es considerada pura calderilla. El ¨²nico valor que cotiza en el mercado docente es la oposici¨®n pura y dura. La opositocracia se est¨¢ imponiendo en todos los frentes. Hasta tal punto es as¨ª, que si el mism¨ªsimo Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez estuviese interesado en dar clases de Lengua y Literatura en alg¨²n IES de Andaluc¨ªa haciendo valer su condici¨®n de premio nobel, le ser¨ªa imposible. Cualquier ne¨®fito con alg¨²n ejercicio de oposici¨®n aprobado tendr¨ªa preferencia sobre ¨¦l. De la misma forma, de nada sirven algunos doctorados, publicaciones, trabajos de investigaci¨®n, cursos de perfeccionamiento profesional, expediente acad¨¦mico universitario, etc¨¦tera. Todo son minucias ante la oposici¨®n. El principio religioso medieval extra ecclesia nulla salus se podr¨ªa traducir hoy en la ense?anza por fuera de la oposici¨®n s¨®lo hay llanto y crujir de dientes. La experiencia, que est¨¢ en la base de toda profesionalidad, sobre todo en el oficio de ense?ar, s¨®lo se contempla por la administraci¨®n educativa como ordenancista, as¨ª pasa con los 15.000 interinos que la Consejer¨ªa de Educaci¨®n mantiene en estado de hibernaci¨®n laboral m¨¢s cerca del medioevo que de la cibern¨¦tica. Por su parte, el consejero Pezzi tampoco se ha caracterizado por la defensa de la profesionalidad de los docentes, pues bien siempre que ha podido los ha ninguneado. Si se tienes la fe que la Administraci¨®n tiene en el actual sistema de oposiciones podr¨ªa examinar a todos los docentes cada tres o cuatro a?os con la finalidad de actualizar su patrimonio profesional y, sobre todo, a 10.200 pesetas por opositor (este a?o se presentan unos 20.000), contribuir a sufragar los raqu¨ªticos presupuestos que la Junta dedica a la ense?anza p¨²blica. Son las oposici¨®n con las tasas m¨¢s caras de cuantas convoca la Administraci¨®n andaluza (los m¨¦dicos han pagado 4.300 pesetas). Hoy m¨¢s que nunca, ante la empresarializaci¨®n creciente de la ense?anza, hay que reivindicar su funci¨®n social como instrumento de correcci¨®n de desigualdades, de garantizar la igualdad de oportunidades en una sociedad cada d¨ªa m¨¢s desigual. El realismo de los principios economicistas y neoliberales aplicados a la ense?anza est¨¢n deteriorando paulatinamente un servicio b¨¢sico como la Escuela P¨²blica Andaluza.- Francisco Zamorano Due?as. Almer¨ªa.
Presos en favor de los funcionarios
En nombre m¨ªo y de mis compa?eros presos, nos unimos a los funcionarios. Pensamos que tienen raz¨®n. No hay derecho a que los dem¨¢s funcionarios del pa¨ªs cobren 60.000 pesetas m¨¢s al mes: son los mismos puestos de trabajo y cobran. Me estoy refiriendo a los funcionarios de las Vascongadas y de Catalu?a. Entiendo que es anticonstitucional: son todos funcionarios de prisiones y pertenecen al Gobierno central. Me pregunto por qu¨¦ hay tanta diferencia. Y la Constituci¨®n dice que todos somos iguales. Entiende este preso que los hijos de los funcionarios que no son de Catalu?a y las Vascongadas comen igual que los dem¨¢s. Desde mi posici¨®n de interno, pido la dimisi¨®n del director general de Instituciones Penitenciarias, don ?ngel Yuste Castillejo, por incompetente, ya que los se?ores funcionarios s¨®lo son unos trabajadores y nada m¨¢s. Se?or director: soy un militante del PP desde hace m¨¢s de 20 a?os, pero le digo que estoy a favor de los trabajadores de toda Espa?a.- Manuel Antonio Alves Ubaldo. Preso de la c¨¢rcel Ja¨¦n-2.
La parodia nacional
Parece ser que no hay nada mejor para ser alcalde o alcaldesa que perder las elecciones. Basta con conseguir algunos votos para despu¨¦s coaligarse, no importa con qui¨¦n, y trepadoramente alcanzar el preciado sill¨®n de la alcald¨ªa. De esta manera algunos algunos han hecho posible en la Tierra lo que ya se cumple en el reino de los cielos: los ¨²ltimos ser¨¢n los primeros. Surge, as¨ª, en el escenario pol¨ªtico la figura del concejal perdedor que ejercer¨¢ de alcalde ganador. Y si no, que se lo pregunten a Rosa Aguilar (sill¨®n, sill¨®n, sill¨®n). Los protagonistas de esta comedia consiguen desvirtuar la realidad de la voluntad popular con tan superlativa falta de respeto a la misma, pero, en fin, de que nos vamos a asombrar si algunos hace tiempo que abandonaron de su vocabulario las palabras ¨¦tica, est¨¦tica y honradez, o es que ya no nos acordamos del casi ministro del Interior que se llevaba calentito el dinero de los hu¨¦rfanos o de los cafelitos con churros que se pod¨ªan tomar en el despacho del herman¨ªsimo en la Delegaci¨®n del Gobierno, para bot¨®n vale una muestra... o dos. Por consiguiente (como alguien dec¨ªa) se ha de entender que los ciudadanos que se han abstenido o votado en blanco o han votado a otros partidos que no son de las llamadas "mayor¨ªas de progreso". No son amantes del mismo, y es cierto, no quieren el progreso... de los corruptos, del paro, de la suciedad en las calles, de los parques y jardines abandonados, etc¨¦tera. Respecto al progreso de la ciudad y sus vecinos no creo que exista ninguno en ella que no lo desee.- Delf¨ªn Hern¨¢ndez Garc¨ªa. Sevilla.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.