Bruselas cierra la crisis de las 'vacas locas' al levantar el embargo a la carne brit¨¢nica

La crisis de las vacas locas ha terminado oficialmente. La Comisi¨®n Europea autoriz¨® ayer al Reino Unido a exportar carne bovina deshuesada y derivados, siempre que siga un estricto r¨¦gimen de etiquetado sobre la edad de los animales. La autorizaci¨®n, que lleva los parabienes de veterinarios y cient¨ªficos, supone el fin de la crisis iniciada el 23 de marzo de 1996. Bruselas considera que la eliminaci¨®n de animales peligrosos, los nuevos controles implantados en Gran Breta?a y el etiquetado salvaguardar¨¢n la salud de los consumidores.

La libre venta de carne vacuna brit¨¢nica empezar¨¢ el pr¨®ximo 1 de agosto. Pero s¨®lo podr¨¢n comercializarse los productos derivados de animales nacidos despu¨¦s del 1 de agosto de 1996, fecha en la que la prohibici¨®n de la harina brit¨¢nica fabricada con carne fue efectiva, seg¨²n los servicios de la Comisi¨®n. Los animales comercializables seg¨²n el r¨¦gimen autorizado deben exhibir una edad m¨ªnima de seis meses y m¨¢xima de treinta. Dicho r¨¦gimen impone tambi¨¦n la eliminaci¨®n de las vacas afectadas por la encefalopat¨ªa espongiforme bovina. Aunque el nuevo r¨¦gimen se aprob¨® en noviembre pasado, se acord¨® que entrar¨ªa en vigor s¨®lo cuando se hubiese comprobado su eficacia, lo que seg¨²n la Comisi¨®n ya se ha efectuado.

"Las restricciones del actual r¨¦gimen son suficientes" para garantizar la protecci¨®n a la salud de los consumidores, sostuvo ayer el portavoz del comisario de Agricultura, Franz Fischler. Las estrictas condiciones del mismo auguran que el nivel de las exportaciones brit¨¢nicas no se disparar¨¢. Y eso parece as¨ª porque el precedente disponible, el de Irlanda del Norte, cuyas granjas fueron autorizadas a exportar ya hace m¨¢s de un a?o, apenas han activado sus ventas al exterior.

Los ganaderos del Reino Unido se disponen a bautizar el 1 de agosto como "d¨ªa nacional del buey brit¨¢nico" y a celebrar su retorno al mercado con degustaciones gratuitas. "Una vez m¨¢s la carne brit¨¢nica podr¨¢ salir de nuestras costas", se?al¨® Ben Gill, presidente del sindicato de granjeros, al confirmarse el levantamiento del veto.

Los granjeros y la industria del vacuno en general continuar¨¢n su lucha en dos flancos: oficial y comercial. En el primero, buscan la simplificaci¨®n de las normativas de exportaci¨®n. En el segundo, se preparan para una ardua campa?a por recuperar las ventas perdidas, en torno a los 1.500 millones de libras (cerca de 390.000 millones de pesetas), desde marzo de 1996 cuando entr¨® en vigor el embargo. En estos tres a?os, los contactos con los antiguos mercados no se rompieron, pero los sondeos de opini¨®n demuestran una desconfianza extendida en el consumidor europeo respecto a la ternera brit¨¢nica.

Proveer productos de gran calidad a restaurantes y carnicer¨ªas especializadas de Francia, B¨¦lgica y Holanda ser¨¢n los primeros pasos de una importante campa?a de mercadotecnia para recuperar el terreno perdido.

La encefalopat¨ªa espongiforme bovina (BSE), conocida popularmente como mal de las vacas locas, se diagnostic¨® en 1986 en dos regiones de Inglaterra. De estos casos aislados se pas¨® a un m¨¢ximo de 37.000 reses afectadas en 1992 y a un m¨ªnimo, este a?o, de 1.000. La epidemia se centr¨® en Gran Breta?a, donde, de acuerdo con los datos de la Comisi¨®n Europa, se han registrado un total de 176.326 vacas afectadas. El resto de Europa ha registrado 704 reses con el mal, incluidas 250 en Portugal.

El abultado n¨²mero de casos portugueses provoc¨® que los productos de vacuno de aquel pa¨ªs fueran tambi¨¦n sometidos a embargo en noviembre de 1998. La semana pasada, la Comisi¨®n decidi¨® prorrogar ese embargo durante otro a?o m¨¢s, una medida que, seg¨²n anunci¨® ayer el ministro luso de Agricultura, Luis Capoulas, ser¨¢ recurrida por Lisboa el mes que viene.

La alarma por las vacas locas salt¨® en 1996, cuando cient¨ªficos brit¨¢nicos establecieron una hipot¨¦tica relaci¨®n entre la BSE y una nueva variante de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, que da?a el cerebro humano. La temida epidemia humana de grandes proporciones no se ha materializado: desde 1996 han muerto 43 personas, 42 de ellas en el Reino Unido. Los m¨¦dicos, sin embargo, no descartan nuevas v¨ªctimas, ya que el periodo de incubaci¨®n puede ser muy largo.

El anterior Gobierno brit¨¢nico de John Major recurri¨® en vano contra el veto a la exportaci¨®n y finalmente accedi¨®, en la Cumbre europea de Florencia de 1996, a un estricto programa de control y sacrificio selectivo del vacuno. Dos a?os m¨¢s tarde, Irlanda del Norte obtuvo la autorizaci¨®n a sus exportaciones que ahora se extiende a Inglaterra, Escocia y Gales.

Los granjeros no aparecen entre los principales perjudicados a corto plazo por la crisis. De acuerdo con un estudio de la Universidad de Reading, el sector ganadero perder¨¢ para finales de a?o 1.475 puestos de trabajo frente a un total de 44.000 en el territorio ingl¨¦s.

El cierre de los mercados exteriores, adem¨¢s del descenso inicial de la ventas a nivel nacional, repercuti¨® directamente en la industria c¨¢rnica, con la desaparici¨®n de 20.000 puestos de trabajo, e indirectamente en el procesado de carne y leche, en los productores alimenticios y en los fabricantes de maquinaria agr¨ªcola.