Cuatro a?os de reuniones sin actas
Ocho personas integraron la comisi¨®n asesora que supervis¨® la catalogaci¨®n previa al Plan General de 1995. ?ngel Sanz d'Asteck y Jos¨¦ Miguel Rueda, por la Oficina Municipal del Plan, a la saz¨®n dirigida por Luis Rodr¨ªguez-Avial; Javier Guti¨¦rrez, de la direcci¨®n general de Patrimonio, y Felipe Prieto, de la Direcci¨®n General de Arquitectura, ambos de la Comunidad de Madrid; Alfonso G¨¹emes, de la Gerencia Municipal de Urbanismo; el arquitecto Rafael Lleonart, del Colegio madrile?o de Arquitectos, y Miguel ?ngel Baldellou y Carlos Sambricio, catedr¨¢ticos de la Escuela Superior de Arquitectura. Durante cuatro a?os consecutivos, cada martes por la tarde, la comisi¨®n supervis¨® entre 25.000 y 30.000 fichas de dos cat¨¢logos que nutrir¨ªan el Plan General de Ordenaci¨®n Urbana de 1995: uno sobre edificios, otro de elementos singulares y ¨¦ste, a su vez, dividido en otros tres, relativos a parques y jardines hist¨®ricos y/o art¨ªsticos, m¨¢s otro de arquitecturas contenidas (por ejemplo, las incluidas en locales comerciales dentro de edificios protegidos) y un tercero sobre elementos urbanos singulares, como fuentes y otras unidades ornamentales. En cuatro a?os de reuniones, s¨®lo existieron actas durante las primeras semanas, habida cuenta del volumen de fichas estudiadas. Los asistentes comentaban las fichas y acordaban rebajar o elevar la protecci¨®n se?alada por ocho equipos de expertos, como los de Cano y Carvajal, que informaron previamente los cat¨¢logos en otras tantas ¨¢reas de actuaci¨®n; entre ellas, la de arquitectura contempor¨¢nea, que protegi¨® La Pagoda de Fisac.
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