Van Morrison, un cl¨¢sico

S¨ª, es dif¨ªcil imaginar algo peor que cruzarse con Van Morrison cuando el irland¨¦s est¨¢ enfadado. Bien, s¨ª, debe haber algo peor: hablar con ¨¦l. Y es que tiene fama de hura?o, malhumorado y hosco. Vete a saber, igual este mal car¨¢cter forma parte de la m¨ªtica de este personaje, un artista que esta noche llenar¨¢ con su m¨²sica el Poble Espanyol en el ¨²ltimo de los conciertos que este a?o programa el festival barcelon¨¦s de verano en este recinto. Como cada vez que act¨²a un verdadero talento, y Van lo es con may¨²sculas, resultar¨¢ impredecible su concierto, tanto en la intensidad que alcance como en el repertorio que aborde. Y es que es costumbre del irland¨¦s gru?ir a sus m¨²sicos la siguiente canci¨®n a interpretar, conducta propia de un artista que no sigue patrones preestablecidos. En cualquier modo, una mediocre actuaci¨®n de Van Morrison es infinitamente superior a la excelente de muchos otros artistas, entre otras cosas porque el de Belfast ha inventado un universo sonoro que es tan intransferible y personal como esa voz c¨¢lida y profunda que le ha distinguido a lo largo de sus m¨¢s de 30 a?os de carrera. Porque Van Morrison, ya desde aquel m¨ªtico Astral weeks hasta su m¨¢s reciente Back on top, ha reinventado la m¨²sica negra, ha fusionado el rhythm and blues, el soul y el jazz en canciones y discos memorables que sudan emoci¨®n, respiran entrega y ofrecen m¨²sica en estado puro. Nada mejor que el placer de reencontrarse con un cl¨¢sico que no se agota en su propia y constante reinvenci¨®n. Por cierto, de telonero, un telonero que actuar¨¢ despu¨¦s, el swin de Ray gelato. Programa completo, pues, para esta noche de Grec.- L. H.