Kouchner pide salarios para los funcionarios de Pristina

ENVIADO ESPECIALLos responsables de la administraci¨®n internacional en Kosovo consideran indispensable el establecimiento de unos sueldos para los trabajadores p¨²blicos "que encienda el motor de la econom¨ªa", en palabras del franc¨¦s Bernard Kouchner, m¨¢xima autoridad en la regi¨®n. En su opini¨®n, la aprobaci¨®n de un presupuesto destinado a este fin deber¨ªa ser uno de los principales acuerdos de la reuni¨®n que se inicia hoy en la capital bosnia, Sarajevo.

A mes y medio de la entrada en Kosovo del Ej¨¦rcito y las organizaciones internacionales, m¨¢s del 50% de las familias siguen subsistiendo gracias a la ayuda de las organizaciones humanitarias, seg¨²n datos del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). Los bienes son escasos, as¨ª como el dinero para adquirirlos porque carecen de una fuente de ingresos regular. "Nuestros m¨¦dicos est¨¢n trabajando gratis. No podemos sostener esta situaci¨®n indefinidamente", advierte el doctor Mazllum Belegu, m¨¢xima autoridad local en el hospital de Pristina, un complejo con m¨¢s de 1.700 camas donde licenciados y estudiantes realizan interminables jornadas sin recibir nada a cambio.

Buena voluntad

Al no haber salarios, muchos servicios dependen de la buena voluntad de sus trabajadores y de la imposici¨®n de los soldados de la fuerza internacional para Kosovo (Kfor). En Pristina no hay servicio de recogida de basuras y las brigadas montadas a tal efecto son insuficientes. La basura se acumula en las calles -"es una bomba de relojer¨ªa", dice Belegu- y los vecinos optan por quemarla en los contenedores. En el sector privado las cosas no van mejor. La mayor¨ªa de los trabajadores no pueden acudir a sus trabajos porque las empresas, radicadas en Belgrado, han dejado de funcionar en Kosovo. En el peque?o comercio, empresarios y trabajadores han descubierto el mercado libre, pero cada uno a su manera. Bekim es un muchacho que trabajaba en una hamburgueser¨ªa. La jornada se prolongaba sin pausa desde las ocho de la ma?ana hasta las nueve de la noche, y el salario era de 10 marcos diarios (unas 850 pesetas). Su jefe le ha despedido porque ha encontrado a alguien m¨¢s barato. "?Trabajar¨¢ gratis?", se pregunta el joven.

La situaci¨®n es todav¨ªa peor en los pueblos. Seg¨²n ACNUR, s¨®lo en el 8% de ellos es posible comer carne y en el 18% fruta, y no hay manera de encontrar aceite, az¨²car o trigo. Seg¨²n Kouchner, la situaci¨®n puede ser dram¨¢tica: "El invierno ya est¨¢ aqu¨ª, va a ser muy duro, y la gente necesita un techo, agua y energ¨ªa".