La Fundaci¨®n Melvin prueba que existe una trama exterior de Conde
Los documentos sobre las transacciones de la Fundaci¨®n de Familia Melvin, domiciliada en Liechtenstein e integrada por Mario Conde, Arturo Roman¨ª, Mariano G¨®mez de Lia?o y Francisco Javier Sitges, muestran que las operaciones enjuiciadas en el caso Banesto son s¨®lo la punta del iceberg de una actividad clandestina m¨¢s amplia que tiene como base la Banque Cantonale Vaudoise (BCV) de Lausana (Suiza). En esta trama tuvo un papel importante la compra y la venta de t¨ªtulos de empresas del grupo Banesto.
Conde pose¨ªa una informaci¨®n privilegiada sobre estas compa?¨ªas por ser el presidente de Banesto y de la Corporaci¨®n Industrial. La presencia de los citados cuatro acusados en la Fundaci¨®n Melvin, con un 25% cada uno, fue se?alada por el abogado Paolo Gallone, en su segunda declaraci¨®n ante el juez suizo Jacques Antenen, el 24 de septiembre de 1997. Gallone actu¨® como fiduciario de Conde y sus socios en varias sociedades suizas fundadas a mediados de 1990 -Asni, Kaneko y Jamuna-, pero antes, en 1989, hab¨ªa fundado Melvin en Liechtenstein.Ya con anterioridad, Francisco Javier Sitges, el hombre que introdujo a Gallone en el entorno de Conde, contaba con su propia fundaci¨®n, llamada Seasun. Y aun cuando ya participaba en Melvin, G¨®mez de Lia?o orden¨® crear su propia fundaci¨®n, Atom. Las tres fundaciones cruzaron operaciones por alrededor de 7.000 millones, una cifra que no incluye otros miles de millones en compra y venta de t¨ªtulos, la mayor¨ªa de sociedades del grupo Banesto.
Gallone, a petici¨®n del juez Antenen, aport¨® con su segunda declaraci¨®n dos comprobantes, firmados por G¨®mez de Lia?o y Sitges, referidos a dos pagos realizados desde las cuentas suizas. A ra¨ªz de la segunda declaraci¨®n en la que Gallone mencionaba las fundaciones, la acusaci¨®n de Banesto, con apoyo del fiscal, solicit¨® a la juez Teresa Palacios una nueva comisi¨®n rogatoria con el objeto de obtener el reglamento de Melvin y los movimientos bancarios que registr¨® en la Banque Cantonale Vaudoise (BCV).
Mientras la comisi¨®n rogatoria se tramitaba, los cuatro miembros de Melvin declaraban en el juicio oral del caso Banesto que nada ten¨ªan que ver con la fundaci¨®n. Una vez que el juez Antenen decidi¨® enviar el material a Espa?a, uno de los acusados, Sitges, se person¨® en el procedimiento, en Lausana, exigi¨® ver la documentaci¨®n que el juez se aprestaba a enviar y decidi¨® recurrir la resoluci¨®n ante el Tribunal Cantonal de Vaud, Lausana. El argumento de Sitges: disuelta la fundaci¨®n -en febrero de 1994- y siendo ¨¦l beneficiario de la misma, cre¨ªa estar en capacidad para recurrir. Sitges admit¨ªa, pues, ser beneficiario de Melvin, lo contrario de lo que hab¨ªa dicho en el juicio oral en Madrid.
El Tribunal Cantonal le record¨®, al desestimar su recurso, que primero hab¨ªa disimulado su presencia en Melvin a trav¨¦s de hombres de paja, y ahora, cuando los papeles estaban a punto de ser enviados a Espa?a, quer¨ªa bloquear la investigaci¨®n justamente con el argumento de que era uno de sus beneficiarios. Sitges dispar¨® el ¨²ltimo cartucho. Recurri¨® ante el Tribunal Federal Suizo, el Supremo de aquel pa¨ªs. Tambi¨¦n ¨¦ste rechaz¨® sus argumentos y orden¨® enviar los documentos a Espa?a.
Pistas cruzadas
os documentos, m¨¢s de 500, encajan, como las piezas de un vasto puzzle, con las pistas y las dos ¨®rdenes de pago aportadas por Gallone. Mediante una de ellas se ordenaba, el 19 de junio de 1990, pagar 450 millones de pesetas o su contravalor en 6.200.000 francos suizos a Peter Kopa, residente en Z¨²rich. Se trataba de satisfacer, en negro, por parte de Asni Investments, una parte del precio estipulado por la compra, en Espa?a, de Promociones Hoteleras, operaci¨®n que es enjuiciada en el caso Banesto como presunta estafa. El dinero sali¨® de la cuenta Fuentes 204.677.0 de la Fundaci¨®n Melvin.
La segunda orden de pago aportada por Gallone daba cuenta de que el 13 de marzo de 1991 se deb¨ªan transferir 139.280 francos suizos al Banco Urquijo en concepto de un pago de Asni. En el extracto de cuenta de Melvin se puede hallar, con fecha 15 de marzo de 1991, la transferencia de los citados 139.280 francos suizos, acompa?ada de la orden de pago. Asimismo, se necesitan ciertos documentos complementarios para interpretar muchas transferencias. As¨ª, por ejemplo, la creaci¨®n de las sociedades Kaneko Holding y Asni exigi¨®, seg¨²n un documento que obra en poder de EL PA?S, fechado el 29 de junio de 1990, y que no se halla en la causa, el pago de 16.000 francos suizos: 8.000 por cada una. En los documentos de Melvin aparece, en efecto, dicho pago con la citada fecha. Kaneko, sociedad utilizada por Conde para ingresar 2.595 millones a Espa?a, en su sociedad Asebur Inversiones, aparece tambi¨¦n en los extractos como receptora de fondos en abril y mayo de 1993 procedentes de Melvin. La otra instrumental, Jamuna, que particip¨® marginalmente en operaciones espa?olas, est¨¢ relacionada, seg¨²n los extractos, con Melvin.
La documentaci¨®n registra tambi¨¦n el cruce de fondos entre las cuentas y subcuentas de Melvin (allegro y allegretto) y las de las fundaciones particulares de Sitges (amatista) y de G¨®mez de Lia?o (rubino) en la Banque Cantonale Vaudoise de Lausana. Otras sociedades que han aparecido en la causa, en Espa?a, como Jarnac Establishment, de Liechtenstein, presuntamente vinculada a Roman¨ª, reciben transferencias de Melvin. En este caso son 300 millones, en agosto de 1991, transferidos desde la BCV de Lausana al Verwaltung-und Privat-Bank Ag. de Vaduz Liechtenstein. Una curiosidad: en esta entidad est¨¢n depositados los 1.344 millones de pesetas (hoy 2.000 millones) desviados a trav¨¦s de la Operaci¨®n Carburos.
A los movimientos de entradas y salidas de fondos hay que sumar importantes cantidades de dinero que fueron enviadas a Melvin para comprar y vender t¨ªtulos, en su mayor¨ªa del grupo Banesto, como Asturiana, Sniace y Petromed.
A trav¨¦s de Melvin, las tres sociedades suizas conocidas y decenas de otras compa?¨ªas, Conde y sus socios localizaron fuera de Espa?a una gran fortuna. Con ella pueden financiar el ex banquero y sus amigos un tren de vida que todav¨ªa guarda semejanzas con los viejos tiempos. Como dice la resoluci¨®n de marzo del Tribunal de Vaud, "Melvin fue cancelada despu¨¦s de ser vaciadas su cuentas".
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