Teatralidades

Mientras todav¨ªa no se sabe si el jefe militar de la OTAN en Europa, el humanista y humanitario general Clark, ha sido destituido por bombardear mucho o por bombardear poco, los responsables pol¨ªticos de la no guerra de Yugoslavia se han reunido en una foto colectiva. Esos contribuyentes que se pasan las tertulias y los d¨ªas pregonando que con sus impuestos pagan esto y aquello, que se planteen cu¨¢nto ha costado ese viaje y esa teatral reuni¨®n cuyas conclusiones se pod¨ªan haber consensuado por tel¨¦fono, fax o Internet. El atlantismo es una religi¨®n de dise?o que aporta emocionalidades moderadas, pero que est¨¢ aglutinando a voyeurs de la pol¨ªtica con ansias de sentirse miembros de un cuerpo ¨¦tico de intervenci¨®n r¨¢pida, sin pegar ellos ni un tiro. Por encima de estos voyeurs de provincias del imperio est¨¢n los jefes pol¨ªticos provinciales, como el se?or Aznar, que necesitan mayor espacio para sus haza?as y les dejan ese pedacito de fotograf¨ªa colectiva, territorio peque?ito, a la medida de las destrucciones y v¨ªctimas causadas por Espa?a en la no guerra de Yugoslavia, a mucha distancia de las destrucciones y v¨ªctimas que ha aportado el Reino Unido. La l¨ªnea directa decisoria la ten¨ªan Clinton y Clark, y los dem¨¢s actuaban de comparsas, aunque con las cuentas hechas para los beneficios de posguerra. Chirac de vez en cuando telefoneaba a Clark y le ped¨ªa que bombardeara m¨¢s o menos, seg¨²n la circunstancia, y como Chirac actuar¨ªan los otros jefes de Estado o de Gobierno importantes que pod¨ªan conseguir, no siempre, tratos de favor del emperador seg¨²n la bolsa de valores presidenciales y armament¨ªsticos en curso. Por debajo de los Blair, Chirac, Schr?der, todos los dem¨¢s, de comparsas o de portavoces, a lo chulo, como el se?or O"Shea, o a lo pat¨¦tico, como el autor de las 50 razones para no entrar en la OTAN. Llega la hora de las inversiones y los alemanes, financieros de la guerrilla albanokosovar como en el pasado estimularon la escisi¨®n de Croacia, ser¨¢n los principales reconstructores de Kosovo. Tienen a un ecologista de izquierdas como ministro de Exteriores y siempre ha sido axioma de la izquierda que para construir hay que destruir.