La piscina, ni olerla
RETRATOSMuchos suspiran todo el a?o porque llegue el verano para zambullirse en una piscina. Pero Nina Zhivanevskaya y Mar¨ªa Pel¨¢ez piensan huir de ellas como de la peste. Porque para lograr las medallas de plata que acaban de conseguir en los Campeonatos de Europa de Estambul (50 y 100 metros espalda Nina, y 200 mariposa Mar¨ªa) se han tenido que pasar dos a?os seguidos cosidas a la piscina: ma?ana, tarde y tarde-noche. Kil¨®metros y kil¨®metros sobre la misma raya negra. Y ahora, despu¨¦s de recoger los frutos del esfuerzo, estas dos andaluzas de 21 a?os (Mar¨ªa, malague?a de nacimiento y de vocaci¨®n, y Nina, malague?a por amor desde hace dos a?os), se han propuesto no tener contacto con m¨¢s agua que la de la ducha y la de la playa hasta bien entrado septiembre, cuando les toca empezar la preparaci¨®n para los Juegos Ol¨ªmpicos de Sidney. Nina va a aprovechar las vacaciones para hacer algo que lleva deseando desde que, en marzo de 1997, se cas¨® con el malague?o Francisco Medina: irse de viaje de novios. "Nos vamos a Santo Domingo, a la playa, pero antes pasaremos por Rusia para visitar a mis padres", comentaba ayer la espaldista, que obtuvo la nacionalidad espa?ola el pasado marzo, el mismo d¨ªa de su primer aniversario de boda. La historia de Nina servir¨ªa de argumento para una pel¨ªcula rom¨¢ntica. A Francis, como llama a su marido, lo conoci¨® casualmente en agosto de 1996. Sus padres, dos prestigiosos neurocirujanos rusos, hab¨ªan decidido consolar a su ¨²nica hija, descontenta con los resultados obtenidos en los Juegos Ol¨ªmpicos de Atlanta, con un viaje a la Costa del Sol. Francis trabajaba como relaciones p¨²blicas en el hotel donde se hospedaban. Se enamoraron y decidieron dejarlo todo el uno por el otro. Nina dej¨® su pa¨ªs, su puesto en la poderosa selecci¨®n rusa de nataci¨®n -con ella fue medallista en los Juegos de Barcelona- y se vino a M¨¢laga a la aventura. El Club Mediterr¨¢neo la acogi¨® sin pesta?ear, pero los m¨¦todos de entrenamiento de Nina eran distintos a los de la escuela espa?ola. As¨ª que la nadadora decidi¨® seguir con su plan antiguo, y Francis dej¨® el trabajo para convertirse en su entrenador y m¨¢nager. Ella tuvo que aprender espa?ol (con ¨¦xito, por cierto) a pasos acelerados, y ¨¦l, ponerse al d¨ªa en el deporte de la nataci¨®n, con el que no hab¨ªa tenido contacto antes. Su preparaci¨®n la supervisan el entrenador del Mediterr¨¢neo, Antonio Luis G¨®mez, y el seleccionador espa?ol, Luis Villanueva, pero la mentalizaci¨®n para el trabajo en solitario en la Piscina Municipal de Torremolinos (¨²nica cubierta de 50 metros en la provincia) la ponen ellos. De momento, se van a olvidar hasta el 20 de septiembre. Mar¨ªa volver¨¢ antes: el d¨ªa 7 estar¨¢ en el Centro Joaqu¨ªn Blume de Madrid para empezar la pretemporada. Sus ojos tambi¨¦n miran a Sidney. Mirar¨¢n: "Ahora s¨®lo pienso en pescado frito y helados, reuniones con la familia y los amigos y paseos por mi barrio. Anoche sal¨ª y no me qued¨¦ tranquila hasta oler los jazmines, la dama de noche, el mar y los espetos de sardinas". A Mar¨ªa le cost¨® la misma vida dejar M¨¢laga. Por eso va a romper su promesa de no pisar el agua y va a terminar moj¨¢ndose: en las playas de Pedregalejo y en la traves¨ªa anual del Puerto de M¨¢laga que se celebra para la Feria. "Saldr¨¦ oliendo a petr¨®leo, como todos los a?os. Pero luego te duchas diez veces y ya est¨¢", se r¨ªe. Ser¨¢ por agua.
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