Los vecinos de una urbanizaci¨®n denuncian que 52 de sus 168 chal¨¦s han sido saqueados
Una furgoneta visita incansable chal¨¦ tras chal¨¦ de la urbanizaci¨®n Sierra Bonita, en El Boalo, una localidad de 2.600 habitates al norte de Madrid. Sus operarios realizan una retirada exhaustiva de enseres en cada hogar visitado. La jornada es larga. El hambre aprieta. Comen de lo que hallan en la cocina y despu¨¦s cargan la furgoneta y huyen. Son las maneras de una serie de contumaces asaltantes que, seg¨²n los vecinos, han desvalijado en un a?o 52 de los 168 chal¨¦s de esta urbanizaci¨®n. Los vecinos se resisten a ser el hipermercado de los cacos y piden m¨¢s seguridad policial.
Sierra Bonita es una urbanizaci¨®n privada sin puertas, sin vigilantes armados, sin perros agresivos. Dos jubilados trotan en pantal¨®n corto, una joven hace ciclismo en biquini, un beb¨¦ es paseado en cochecito. Todo es paz hasta que se toca el timbre. El timbre de la inseguridad. Desde septiembre de 1998 hasta la fecha, han sido desvalijados 52 de los 168 chal¨¦s, m¨¢s cuatro intentos fallidos. El ¨²ltimo, el mi¨¦rcoles. Dos j¨®venes huyeron en su furgoneta tras intentar saquear a las ocho de la ma?ana un chal¨¦. Unos alba?iles les pusieron en fuga. Salvaron de un amargo despertar a los ocupantes del chal¨¦: una madre y sus tres peque?os. Los asaltantes ya no buscan el amparo de la nocturnidad, ni de la ausencia. Roban, siempre seg¨²n los vecinos, a cualquier hora. Con la urbanizaci¨®n repleta y a plena luz. Ya resulta sospechoso no haber sido robado entre tanto desvalijamiento. "Creemos que hay alguien aqu¨ª que les informa. Alguien que nos conoce a todos muy bien. Porque hay familias que viven permanentemente aqu¨ª y que se han bajado a cenar, por ejemplo, y cuando han subido, se han encontrado con que los hab¨ªan robado. En todos los casos donde han robado, excepto en dos, se trata de personas que viven aqu¨ª todo el a?o". Lo explica Mariano, el guarda de la urbanizaci¨®n, desde su garita, por ahora inexpugnable. La sospecha anida en muchos miembros de la colonia, incluido su presidente, Juan de la Torre. "Alguien les avisa cu¨¢ndo pueden venir, d¨®nde deben ir y qu¨¦ deben robar", dice. "Ya empieza a haber psicosis. Est¨¢ todo el mundo mosqueado. Ni mi mujer ni mi hija quieren quedarse solas", explica un vecino. "Roban de todo, hasta ropas de las camas, zapatos, televisores, las m¨¢quinas del c¨¦sped, bicicletas, joyas. Sabemos que vienen con una furgoneta, fuerzan los cerrojos, saquean hasta cuatro chal¨¦s de una vez, cargan con lo que pueden y se van", describe el guarda. El expolio ha costado a alg¨²n vecino m¨¢s de tres millones de pesetas. Hay cautela al valorar lo robado. Temen provocar una nueva visita. Hay vecinos que esperan su tercer saqueo. Algunos han sido robados antes de construir el chal¨¦. "A ¨¦se le entraron cuando lo estaba edificando. Se llevaron las herramientas y m¨¢quinas de los obreros". "En lo que va de a?o, podemos llevar 15 o 20", detalla Mariano.Antonio, m¨¦dico, narra su caso. "Un lunes nos avis¨® Mariano de que nos hab¨ªan robado. Se llevaron el v¨ªdeo y los electrodom¨¦sticos. Toda la casa estaba revuelta. Incluso hab¨ªan bebido coca-cola y leche, y comido fruta". Las botellas fueron llevadas a la Guardia Civil para buscar huellas. Los visitantes dejaron una indeleble marca intestinal. No fue analizada. "El problema es que ahora se han vuelto m¨¢s osados. La cuesti¨®n fundamental ser¨ªa la seguridad de la gente. No tendr¨ªamos que esperar a que se produzca una desgracia personal".
Impresi¨®n indeleble
Manuel Vallecillo es otra v¨ªctima. " Me robaron a m¨ª y a mi suegra. El da?o no es lo que te roban, que lo puedes tener ya asegurado, sino la impresi¨®n que te causa que entres en tu casa y veas los cajones por los suelos. Es inconcebible. Y me dejaron una deposici¨®n en el jard¨ªn. Pero fueron muy correctos. En un rinc¨®n, y adem¨¢s utilizaron el papel higi¨¦nico".Tres agentes municipales vigilan, uno de ellos desde una ventanilla, El Boalo, con una poblaci¨®n censada de 3.000 habitantes que crece en verano. M¨¢s la dotaci¨®n de la Guardia Civil del cuartel de Cerceda, que un portavoz declina cuantificar "para no dar pistas al enemigo". Este mismo portavoz niega que puedan producirse tantas denuncias en Sierra Bonita. "Significar¨ªa que estamos de brazos cruzados". Seg¨²n su recuento, en 1998, en todo El Boalo hubo 23 denuncias, y en lo que va de a?o suman 15, y s¨®lo tres se refieren a esta urbanizaci¨®n. "Ser¨¢ que no lo denuncian", explica.
El guarda de tan expoliada urbanizaci¨®n jura que se denuncian todos los casos. Los vecinos exigieron sin ¨¦xito a la anterior corporaci¨®n cerrar con puertas las dos entradas de la urbanizaci¨®n. Se les deneg¨® porque su calle tiene una servidumbre de paso. Este peri¨®dico trat¨® sin ¨¦xito de recabar la versi¨®n del Ayuntamiento de El Boalo.
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