Montenegro propone

La propuesta de la Rep¨²blica de Montenegro de establecer una confederaci¨®n con Serbia es un nuevo intento del presidente montenegrino, Milo Djukanovic, de aislar a Slobodan Milosevic. Los antecedentes no son alentadores. Eslovenia y Croacia propusieron una confederaci¨®n a Serbia en junio de 1991. Semanas despu¨¦s comenzaba una guerra que, en realidad, a¨²n no ha acabado.Djukanovic tiene los mismos motivos que entonces las rep¨²blicas septentrionales para pedir una confederaci¨®n de lo que a¨²n se llama Yugoslavia. Por un lado, intenta romper la hegemon¨ªa de Belgrado, y por tanto, del r¨¦gimen de Milosevic, sobre su diminuta rep¨²blica, que se ha desmarcado claramente de Serbia durante la intervenci¨®n de la OTAN. Por el otro, quiere frenar los intentos de Milosevic, cada vez m¨¢s evidentes, de ejercer presi¨®n militar para impedir que su base de poder siga debilit¨¢ndose. La poblaci¨®n de Montenegro ha escapado, al menos parcialmente, al secuestro informativo de que han sido objeto los serbios durante la intervenci¨®n militar internacional. Y la conversi¨®n de Kosovo en la pr¨¢ctica en un protectorado internacional debilita a¨²n m¨¢s las perspectivas de que pueda sobrevivir a Milosevic la peque?a Yugoslavia resultante de la secesi¨®n de las restantes cuatro rep¨²blicas en ocho a?os: Eslovenia, Croacia, Bosnia-Herzegovina y Macedonia.

Djukanovic ha propuesto que el nuevo Estado se llame Confederaci¨®n de Montenegro y Serbia, poniendo as¨ª fin a la ficci¨®n de que a¨²n existe una Yugoslavia que pueda pretender ser heredera de la Yugoslavia de Tito. Es un s¨ªntoma de la decisi¨®n democr¨¢tica del Gobierno montenegrino. Pero aumenta la necesidad de que la comunidad internacional se mantenga alerta ante cualquier intento de Milosevic de salir de su angustiosa situaci¨®n con una huida hacia adelante. Las anteriores son sobradamente conocidas. Sus tr¨¢gicas consecuencias, tambi¨¦n. Las advertencias a Belgrado deben ser r¨¢pidas y contundentes.