El Celta juguetea con el Madrid
P¨¦simo encuentro del equipo madridista en Santiago frente a un rival que no quiso ensa?arse
CELTA 3REAL MADRID 0
El Madrid sali¨® a jugar con uniforme negro a pocas horas del eclipse total. Toda una premonici¨®n: la oscuridad se hizo sobre el conjunto de John Toshack, que llegaba a Santiago entre muchas dudas sobre su juego y sali¨® con signos a¨²n m¨¢s inquietantes sobre su porvenir inmediato. Como hace unos meses en la Liga, el virtuoso f¨²tbol del Celta ridiculiz¨® al Madrid en la primera parte. Pero esta vez los gallegos no quisieron ensa?arse y se relajaron tras el descanso. Ni as¨ª pudo el Madrid abandonar las tinieblas.Toshack se encontraba ayer con algunos demonios familiares: el Celta, que con un 5-1 hace algunos meses le hizo vivir el peor momento desde su llegada al Madrid, y el estadio de San L¨¢zaro, donde, en su ¨¦poca del Deportivo, perdi¨® 4-0 ante el Compostela y ya no volvi¨® a levantar cabeza. A punto de alcanzarse el descanso del partido de anoche, nadie pod¨ªa dudar de que los fantasmas hab¨ªan acudido de nuevo a su cita con el entrenador gal¨¦s. No s¨®lo porque su equipo perd¨ªa ya 2-0, sino porque el estadio jaleaba a coro la interminable lista de toques del Celta ante la mirada, entre at¨®nita, impotente y abochornada, de los futbolistas del Madrid.
Celta: Dutruel; Celades (Turd¨® m
87), C¨¢ceres, Djorovic, Juanfran (Adriano m. 85); Makelele, Giovanella (Coira m. 56); Karpin (Bruno Caires m. 76), Revivo (Kaviedes m. 71), Gustavo L¨®pez (Tom¨¢s m. 46); y Mc Carthy (Jonathan m. 81).Real Madrid: Illgner; M¨ªchel Salgado, Hierro, Julio C¨¦sar, Dorado (Karanka m. 64); Geremi, Helguera(Karembeu m. 62); Mc Manaman (Guti m. 56), Ra¨²l (Etoo m. 79), Balic (Savio m. 70); y Morientes. Goles: 1-0. M. 20. L¨®pez, de tiro cruzado y colocado. 2-0. M. 30. Excelente contragolpe y Mc Carthy marca de tiro cruzado. 3-0. M. 90. Penalti de Hierro a Caviedes, que lo transforma. ?rbitro: Losantos. Amonest¨® a Hierro y a Djorovic. Lleno en el estadio de San L¨¢zaro, con unos 12.000 espectadores con el Trofeo Xacobeo en juego.
El Celta corrobor¨® que, tras su gran campa?a anterior, es de nuevo el equipo m¨¢s en forma de la pretemporada. Ni siquiera parecen afectarle las ausencias. A Mazinho lo supli¨® el derroche incesante de Makelele, y la falta de Mostovoi en la mediapunta la cubri¨® con gran brillantez Revivo, un futbolista que, sin alcanzar las esplendorosas cimas del ruso, demostr¨® calidad y visi¨®n de juego suficientes para asumir mayores responsabilidades en el equipo. Pero a su acreditada pulcritud para el f¨²tbol de toque r¨¢pido y constante, el Celta uni¨® ayer una gran contundencia. Y en ese aspecto aportaron muchos los reci¨¦n llegados, en especial el surafricano McCarthy, quien anoche volvi¨® a reunir m¨¦ritos para coronarse como la nueva estrella del Celta. El mejor socio de Mc Carthy fue otro de los nuevos, Gustavo L¨®pez. Entre ambos fabricaron los dos goles de la primera parte intercambi¨¢ndose en cada uno los papeles de asistente y rematador.
El Madrid apenas aport¨® algo m¨¢s que el dinamismo de Geremi, muy poquita cosa para hacer frente a un rival como el de ayer. La l¨ªnea creativa, integrada por McManaman, Ra¨²l y Balic, no tuvo una ocurrencia para superar la presi¨®n del Celta. Hasta el minuto 20, el Madrid sobrevivi¨® con cierto decoro por el ritmo cansino -veraniego- del partido. En cuanto el Celta caz¨® el primer gol y se decidi¨® a jugar, los de Toshack se volatilizaron. Y, lo que es peor, volvi¨® a alimentarse la interminable pol¨¦mica sobre los centrales madridistas: en el primer gol del Celta, Gustavo L¨®pez estaba solo para rematar en el coraz¨®n del ¨¢rea un centro de McCarthy.
El Celta parec¨ªa en posici¨®n de hacer mucha sangre en el Madrid, pero a fin de cuentas esto es la pretemporada y los gallegos prefirieron no pecar de codicia. Dedicaron la segunda parte a controlar el juego y administrar su ventaja frente a un rival que sigui¨® sin ofrecer signos de existencia. Ser¨ªa inapropiado decir que el Madrid estuvo mal en la segunda parte, porque sencillamente no estuvo. Su primer tiro a puerta, una mansa patada de Morientes, no lleg¨® hasta el minuto 76. Por lo dem¨¢s, Toshack pareci¨® confirmar que ha dictado la sentencia definitiva contra Seedorf. En el tramo final del partido hasta Etoo tuvo su oportunidad. Pero el holand¨¦s no se movi¨® del banquillo.
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