La estocada de la feria
?scar Higares cobr¨® la estocada de la feria a volapi¨¦ neto. Uno no sabr¨ªa decir si fue mejor el volapi¨¦ en esa estocada o en el pinchazo que la antecedi¨®. ?scar Higares estaba en as de espadas; una condici¨®n que ya no se lleva. El pinchazo que le se?al¨® al segundo de la tarde fue de los que merecen ovaci¨®n cerrada y no restan sino que suman m¨¦ritos para el premio de la oreja. Y de ambas cosas hubo. Ahora bien, los p¨²blicos que hoy van a los toros aplauden todos los pinchazos y los sartenazos del mundo, as¨ª sean dando el salto de la rana. Se dec¨ªa en tiempos que una buena estocada val¨ªa por s¨ª sola una oreja, y este pudo ser el motivo de que parte del p¨²blico la pidiera para ?scar Higares. Sin embargo no est¨¢ muy claro pues al toro siguiente Jos¨¦ Luis Ramos le peg¨® un bajonazo y se la pidieron con igual insistencia. De donde un servidor sospecha que para los p¨²blicos actuales el m¨¦rito consiste en matar pronto al toro aunque sea mech¨¢ndolo.Ven¨ªa ?scar Higares de as de espadas y de torero valiente, lo que estuvo demostrando desde el momento mismo en que se abr¨ªa el port¨®n del toril. A sus dos toros los recibi¨® de rodillas mediante sendas largas cambiadas y luego los lance¨® a la ver¨®nica cargando la suerte y ganando terreno con un capote corto recogido lo justo para mecer el lance y ce?ir luego la media ver¨®nica cl¨¢sica. De donde quiz¨¢ no sea ni exagerado ni ocioso a?adir que ?scar Higares cuaj¨® las mejores ver¨®nicas de la feria. La vida siempre est¨¢ deparando sorpresas y ?scar Higares trajo a Bilbao las suyas recordando lo que es torear. Las ver¨®nicas que se dan ahora son componiendo mucho la figura en tanto se larga tela, apretar a correr despu¨¦s para iniciar lejos la siguiente, y a guisa de remate tirar la revolera ech¨¢ndole cuento. Por eso las ver¨®nicas de ?scar Higares ten¨ªan distinta categor¨ªa, majeza evidente, sabor a toreo caro.
Aguirre / Campuzano, Higares, Ramos
Toros de Dolores Aguirre, bien presentados, flojos -alguno hasta inv¨¢lido-, mansos descastados, en general manejables para la muleta.Tom¨¢s Campuzano: pinchazo y estocada perdiendo la muleta ambas veces (silencio); pinchazo, estocada delantera ca¨ªda -aviso- y descabello (vuelta). ?scar Higares: pinchazo y estocada (minoritaria petici¨®n y vuelta); estocada ca¨ªda a toro arrancado y rueda de peones (oreja). Jos¨¦ Luis Ramos: estocada baja y rueda de peones (minoritaria petici¨®n y vuelta); pinchazo, bajonazo descarado y rueda de peones (ovaci¨®n y saludos). Plaza de Vista Alegre, 22 de agosto. 9? y ¨²ltima corrida de feria. Tres cuartos de entrada.
Similares formas emple¨® en sus faenas de muleta, abierto el comp¨¢s, corriendo la mano e imprimiendo temple a las suertes. No siempre, por supuesto, pues la descastada condici¨®n de sus toros complicaba los trasteos. El toro segundo, un manso berre¨®n, m¨¢s topaba que embest¨ªa y se ca¨ªa con frecuencia. El quinto, que desarroll¨® nobleza por el pit¨®n izquierdo, por el derecho punteaba, y en un pase de pecho le peg¨® un serio volteret¨®n a Higares. Pese a que se incorpor¨® maltrecho el pundonoroso diestro volvi¨® a ejecutar los naturales, incluso con mayor torer¨ªa que antes, reunido, con irreprochable ligaz¨®n. Y sigui¨® la faena...
Lo malo fue que, sigui¨¦ndola, no la ve¨ªa el fin. Se trata de una moda que han impuesto las figuras actuales: las faenas largas. Y no deja de constituir una falacia porque de esta manera suplen arteramente la calidad por la cantidad. Los que no son figuras les imitan creyendo que eso es lo que vale. Y se equivocan pues si toreron hondo, cuando pretenden matar se encuentran con que el toro est¨¢ pasado de faena y no cuadra. Y eso sucedi¨®.
Distinto concepto del toreo mostr¨® Jos¨¦ Luis Ramos que no se concedi¨® reposo, instrumentaba las suertes con rapidez, el gusto interpretativo parec¨ªa serle ajeno, bull¨® mucho, derroch¨® voluntad, banderille¨® haciendo gala de impresionantes facultades f¨ªsicas, mulete¨® fiel a la t¨¦cnica de los pegapases; que consiste, efectivamente, en pegar pases, sin orden, ni concierto, ni sentido lidiador.
Tom¨¢s Campuzano s¨ª ten¨ªa sentido lidiador y lo explay¨® con el mansazo que abri¨® plaza -seguramente el toro m¨¢s complicado de la floja y descastada corrida de Dolores Aguirre-, al que intent¨® desenga?ar de sus frecuentes escapatorias a la querencia de tablas. El cuarto, en cambio, embisti¨® pastue?o y le instrument¨® bonitas series de redondos desde la templanza y la torer¨ªa. Era aquella su ¨²ltima faena en Bilbao y dej¨® un excelente recuerdo. ?l tambi¨¦n se lo llevar¨¢ por el cari?o con que le despidi¨® el p¨²blico y por el aurresku que le bail¨® un dantzari al empezar la funci¨®n. Esto del aurresku est¨¢ tomando carta de naturaleza . Uno propondr¨ªa que se institucionalizara para homenajear al art¨ªfice de la estocada de la feria. Pero no lo propone porque acabar¨ªan bailando el aurresku a los que perpetran sartenazos dando el salto de la rana.
Babelia
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