El secuestrador del avi¨®n marroqu¨ª es un campesino que quer¨ªa emigrar
A las 4.30 horas de ayer, los 79 pasajeros y 9 tripulantes del Boeing secuestrado en pleno vuelo entre Casablanca y T¨²nez descend¨ªan del avi¨®n en una pista del aeropuerto de El Prat. Terminaban seis largas horas de nervios y negociaciones con final feliz. El secuestrador, un campesino marroqu¨ª de 45 a?os, a quien la polic¨ªa le atribuye inestabilidad emocional, quer¨ªa llegar a Francfort en busca de un futuro mejor.
Todo hab¨ªa empezado poco despu¨¦s del despegue en Casablanca del vuelo 773 de la Royal Air Maroc, cuando el ciudadano marroqu¨ª Mohamed El Ouafi secuestr¨® el Boeing con 79 pasajeros a bordo. El pirata a¨¦reo, un agricultor de 45 a?os nacido en Mequinez (al norte de Marruecos), intimid¨® al comandante de la nave y a los ocho miembros de la tripulaci¨®n con una pistola, que result¨® ser de fogueo. Pasadas las diez de la noche, el aeropuerto barcelon¨¦s ten¨ªa conocimiento de que el avi¨®n marroqu¨ª se desviaba de su trayectoria prevista y se dirig¨ªa a las instalaciones de El Prat. Se activ¨® entonces el denominado Plan Delta e inmediatamente 200 agentes del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa y de la Guardia Civil rodearon el aparato. M¨¢s tarde, se a?adi¨® un grupo de la Unidad Especial de Intervenci¨®n procedente de Madrid.Desde la torre de control, un comit¨¦ de crisis, encabezado por el comisario Carlos Rubio, coordinador de las unidades de droga y crimen organizado de Catalu?a, iniciaba un delicado proceso negociador con el secuestrador, que se expresaba en franc¨¦s y demostr¨® ser una persona "mentalmente inestable", seg¨²n Rubio. El comisario lleg¨® a calificar al asaltante de "enfermo mental" y asegur¨® que esta circunstancia fue un obst¨¢culo que dificult¨® la negociaci¨®n. Hasta que no se logr¨® convencer a Mohamed de que liberara a los rehenes y se entregara, la polic¨ªa sospechaba que los secuestradores eran tres y no uno.
Los miembros del comit¨¦ de crisis descartaron r¨¢pidamente el m¨®vil pol¨ªtico del secuestro, aunque ¨¦sta fue la primera hip¨®tesis que se baraj¨®. Seg¨²n explic¨® ayer el delegado del Gobierno en funciones, David Bonet, fue el propio Mohamed El Ouafi quien aclar¨® el motivo de su acci¨®n: como los numerosos marroqu¨ªes que a diario se lanzan a las aguas del Estrecho en busca de un futuro mejor, el secuestrador quer¨ªa llegar a Europa. Hab¨ªa elegido Alemania. Pero lejos de aventurarse a bordo de una patera, se inclin¨® por secuestrar un avi¨®n. En pleno vuelo, sac¨® su pistola, de pl¨¢stico, y exigi¨® al comandante de la aeronave, apellidado Benenin, que desviara el vuelo hacia Francfort. El piloto le comunic¨® que era necesario hacer escala para repostar. El aeropuerto escogido para ello fue el de Barcelona, donde la aeronave aterriz¨® a las 22.50.
En un primer momento de la negociaci¨®n con el comit¨¦ de crisis, el secuestrador exigi¨® en el plazo de media hora combustible para llegar hasta Francfort. En un largo proceso negociador de "tira y afloja", el secuestrador fue rebajando sus exigencias hasta aceptar las condiciones impuestas desde la torre de control para acabar con el secuestro.
La rendici¨®n
La rendici¨®n de Mohamed lleg¨® minutos antes de las 4.30. En un primer momento, por la puerta trasera de la nave descendieron todos los pasajeros y los miembros de la tripulaci¨®n excepto el piloto. ?ste permaneci¨® unos minutos m¨¢s en la cabina junto al secuestrador. Cuando todo hab¨ªa terminado, el comandante Jos¨¦ ?ngel Giro, representante de la Guardia Civil en el comit¨¦ de crisis, afirm¨® que el piloto del Boeing, "en su deseo de terminar con la situaci¨®n, casi hab¨ªa animado a las autoridades a que cumplieran las exigencias del secuestrador". Mohamed lleg¨® a amenazar con ejecutar "a alg¨²n pasajero si no se cumpl¨ªan sus peticiones", seg¨²n la versi¨®n de Rubio. Este mismo responsable policial explic¨® que el secuestrador se neg¨® a recibir en el avi¨®n ayuda m¨¦dica para los rehenes y alimentos ofrecidos desde la torre de control. La inicial intransigencia de Mohamed El Ouafi fue desmoron¨¢ndose a medida que no obten¨ªa lo que quer¨ªa. Se comunicaba con el comit¨¦ a trav¨¦s de una empleada del aeropuerto que, en tierra, hac¨ªa de int¨¦rprete del franc¨¦s al espa?ol y viceversa. Otro int¨¦rprete hablaba en ingl¨¦s con el piloto para que El Ouafi no entendiera la conversaci¨®n.Tras ser liberados, los pasajeros, entre los que hab¨ªa cuatro ni?os, fueron conducidos a una sala de la terminal Internacional del aeropuerto, donde recibieron comida y atenci¨®n m¨¦dica y psicol¨®gica. Las autoridades aeroportuarias les ofrecieron alojamiento para descansar en Barcelona antes de reanudar el viaje hacia su destino, pero los viajeros, la mayor¨ªa de ellos tunecinos, prefirieron tomar cuanto antes un vuelo hacia casa. A las 9.40, un aparato de la misma compa?¨ªa despegaba de El Prat con los 78 pasajeros a bordo.
La pesadilla hab¨ªa tocado a su fin. Mohamed El Ouafi declar¨® ayer en la comisar¨ªa del aeropuerto y hoy pasar¨¢ a disposici¨®n del juzgado n¨²mero 2 de El Prat de Llobregat. Su acci¨®n puede costarle tres a?os de prisi¨®n, de acuerdo con la legislaci¨®n espa?ola.
Informaci¨®n de Germ¨¢n Pugach, Josep Maria Cort¨¦s y Marta Costa-Pau.
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