Las academias de Historia y Bellas Artes entrar¨¢n en la junta municipal de est¨¦tica urbana
Los grupos pol¨ªticos tambi¨¦n figurar¨¢n en el consejo que decidir¨¢ la estatuaria de Madrid
El primer teniente de alcalde, Jos¨¦ Antonio G¨®mez-Angulo, del PP, ya sabe qu¨¦ tipo de expertos decidir¨¢n las estatuas y los monumentos del Madrid del futuro. El n¨²mero dos del Ayuntamiento de Madrid va a solicitar que las academias de Historia y de Bellas Artes participen directamente en la junta especial que se encargar¨¢ de velar por la est¨¦tica de la ciudad. Este consejo municipal ser¨¢ el que autorice la colocaci¨®n, el que elija la ubicaci¨®n y decida el dise?o de los nuevos monumentos y estatuas que adornar¨¢n las calles o las plazas de Madrid.
Tambi¨¦n en esta junta, seg¨²n ha adelantado el primer teniente de alcalde, figurar¨¢n representantes del Ayuntamiento y de los distintos partidos pol¨ªticos. El consejo funcionar¨¢ de manera an¨¢loga a la que se ocupa de adquirir obras de arte para el patrimonio municipal, en la que participan acad¨¦micos de Bellas Artes. Entre otras cosas, este organismo se encarga de aceptar o rechazar las donaciones de cuadros que le hacen al Ayuntamiento de Madrid y que, con m¨¢s frecuencia de lo imaginable, constituyen un quebradero de cabeza para el municipio."Todo el mundo quiere donar o legar alg¨²n cuadro para que se exponga en alguna de las dependencias del Ayuntamiento, y todo no se puede aceptar", resume G¨®mez-Angulo. De igual manera pasa con las esculturas y monumentos: hay instituciones, pa¨ªses, embajadas, grupos o asociaciones deseosos de colocar por la calle un monumento que homenajee la causa m¨¢s curiosa. Rechazar el ofrecimiento a veces es m¨¢s dif¨ªcil que aceptarlo, dadas las presiones e influencias que se ponen en juego. Un ejemplo: el monumento al h¨¦roe de la independencia filipina Jos¨¦ Rizal, que por dise?o horroriza al concejal y que, seg¨²n fuentes municipales, fue imposible de sortear por el alcalde.
Esta junta de est¨¦tica urbana acabar¨¢, a juicio de G¨®mez-Angulo, con la anarqu¨ªa que impera en la colocaci¨®n de estatuas y de monumentos por la ciudad. Actualmente, cualquier concejal de distrito tiene el poder suficiente como para llenar plazas con las esculturas que quiera, dise?adas por quien quiera y del tama?o que quiera. Un ejemplo: el anterior edil de San Blas Isaac Ramos, del PP, mand¨® colocar en las nuevas glorietas del distrito, a menos de un a?o antes de abandonar el cargo, tres conjuntos escult¨®ricos que no necesitaron m¨¢s que su aprobaci¨®n para saltar del plano a la realidad.
Obsesiones
Una de las obsesiones de G¨®mez-Angulo es que todos los proyectos de estatua pasen por concurso. "De esta manera, nadie podr¨¢ venir con el monumento debajo del brazo, que es lo que pasa ahora", explica el edil. Hace meses, la Guardia Civil pidi¨® al Ayuntamiento permiso para erigir un monumento a la instituci¨®n. Hasta ah¨ª, de acuerdo. Pero lo que no est¨¢ dispuesto a aceptar el teniente de alcalde es que el instituto armado (o cualquier otra instituci¨®n, asociaci¨®n o estamento) elija por su cuenta y riesgo el dise?o o el escultor. En el caso del monumento a la Guardia Civil, que en principio iba a colocarse junto al parque de Berl¨ªn, en Chamart¨ªn, el conjunto med¨ªa 15 metros y contaba, adem¨¢s de con un tricornio gigante, con cuatro esculturas de guardias civiles: una pareja salvando a un ni?o y otros dos al lado de un perro amaestrado. G¨®mez-Angulo no est¨¢ en contra de que esta instituci¨®n tenga un monumento en Madrid, pero se?ala que debe convocarse un concurso que permita "elegir el mejor dise?o". Al teniente de alcalde le han llegado peticiones de monumentos de todo tipo. Hasta de erigir uno al marino. "Y dijimos que no, que el monumento al marino estar¨ªa bien en C¨¢diz, en Cartagena o en Guetaria, pero no en Madrid", recuerda.
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