Un menor espa?ol lleva un mes en una c¨¢rcel marroqu¨ª por conducir sin carn¨¦
A Farid Saban, de 17 a?os, la chiquillada de conducir un coche sin carn¨¦ en Marruecos le ha costado muy cara. Fue detenido a finales de julio en R¨ªo Martil, cerca de Tetu¨¢n, donde se encontraba de vacaciones con sus abuelos. El Gobierno de Rabat le considera marroqu¨ª por su ascendencia, aunque Farid ha nacido en Barcelona, no habla ¨¢rabe y s¨®lo tiene pasaporte espa?ol. Lleva un mes en la c¨¢rcel de Tetu¨¢n, en una celda junto a 40 presos comunes, clamando para que le saquen de all¨ª, pero el consulado se ha desentendido del caso. El Defensor del Pueblo ha exigido a Exteriores que tome cartas en el asunto.
El caso de Farid revela dos cuestiones. Primero: miles de espa?oles, hijos de inmigrantes marroqu¨ªes que residen en Espa?a, pueden quedar desprotegidos en Marruecos porque en este pa¨ªs se les considera nacionales, aunque s¨®lo tengan pasaporte espa?ol. Segundo: SOS Racismo denuncia que algunos consulados no atienden de igual forma a un espa?ol si ¨¦ste lleva apellidos ¨¢rabes.El Ministerio de Asuntos Exteriores, a petici¨®n del Defensor del Pueblo, intenta ahora que el consulado en Tetu¨¢n atienda la petici¨®n de auxilio de la familia porque considera que Farid tiene el mismo derecho que cualquier otro ciudadano espa?ol a recibir el apoyo de la Administraci¨®n.
La ra¨ªz del problema radica en que la legislaci¨®n espa?ola no concede la nacionalidad a los hijos de los inmigrantes por el mero hecho de nacer en territorio espa?ol. S¨®lo la concede al a?o de vida del reci¨¦n nacido y siempre que los progenitores tengan los papeles de residencia en regla. Durante sus primeros 12 meses de vida, los padres del ni?o lo registran en el consulado m¨¢s cercano del pa¨ªs de origen, de tal manera que ¨¦ste obtiene la nacionalidad de los padres, a la que deber¨¢ renunciar al cabo de un a?o si los padres desean que el ni?o sea espa?ol.
?ste fue el caso de Farid. Naci¨® en Barcelona hace 17 a?os, sus padres lo registraron en el consulado de Marruecos de la capital catalana y despu¨¦s hicieron los tr¨¢mites que marca la ley para que el Gobierno le reconociera su ciudadan¨ªa espa?ola. Su documento nacional de identidad as¨ª lo indica. Incluso sus padres son espa?oles de pleno derecho desde hace seis a?os.
Pero para Marruecos, Farid sigue siendo marroqu¨ª, por su ascedencia y por ley. Seg¨²n explican desde la Embajada de este pa¨ªs en Madrid, "s¨®lo el Rey puede decidir qui¨¦n pierde la nacionalidad; y no conocemos ning¨²n caso". Una persona con nacionalidad marroqu¨ª lo es hasta que se muere, aunque haya renunciado a ella. As¨ª, Farid es un ciudadano m¨¢s del pa¨ªs, por lo que las autoridades marroqu¨ªes no se ven en la obligaci¨®n de comunicar al consulado su detenci¨®n. "Nosotros fuimos a pedir ayuda al consulado de Tetu¨¢n y nadie nos hizo caso". F¨¢tima Saban, hermana de Farid, denuncia que las autoridades espa?olas se han desentendido totalmente del asunto y que ¨¦stas "en ning¨²n momento han presionado para que al menos salga de la c¨¢rcel", dice. Sin embargo, Manuel Dur¨¢n, portavoz del consulado en Tetu¨¢n, cuyo titular acaba de ser nombrado c¨®nsul en Tokio (Jap¨®n) y no ha sido sustituido, afirma que nadie se ha dirigido a ellos y justifica la situaci¨®n: "Nosotros no podemos hacer nada porque el Gobierno de aqu¨ª considera a todos los que tienen ascendencia y apellidos marroqu¨ªes como nacionales".
La familia de Farid, residente en L"Hospitalet de Llobregat (Barcelona), no entiende de disputas de Derecho Internacional. S¨ª tienen claro que en Espa?a, por una acci¨®n de este tipo, Farid s¨®lo deber¨ªa afrontar una sanci¨®n administrativa. "Mi hermano est¨¢ en unas condiciones lamentables. Tememos que se vea sometido a abusos sexuales. Mi padre tiene que sobornar a los funcionarios para llevarle comida cada d¨ªa", explica F¨¢tima. Aunque Exteriores se interese ahora por ¨¦l, que tiene fijado el juicio para el viernes, para Farid, esta experiencia puede marcarle para toda la vida.
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