El capitalismo de pap¨¢
El pasado junio, The Economist public¨® un trabajo afirmando que Jospin estaba americanizando Francia sin decirlo. Tal afirmaci¨®n no cay¨® bien en parte de los l¨ªderes de opini¨®n del pa¨ªs vecino. El semanario se preguntaba c¨®mo resolver¨ªa Francia la contradicci¨®n entre el discurso oficial sobre el modelo franc¨¦s y la realidad todopoderosa de un cambio en las costumbres econ¨®micas y culturales inspirado por EEUU y amparado en la globalizaci¨®n. El escenario que se estar¨ªa preparando era el de hacer las transformaciones necesarias para pasar de un capitalismo tradicionalmente intervencionista a una modalidad de capitalismo anglosaj¨®n (el capitalismo global) sin reconocerlo; negando tal evoluci¨®n. Hacer las cosas a un ritmo apenas perceptible, un d¨ªa liberalizando la electricidad, el siguiente aconsejando a los ciudadanos planes privados de pensiones que complementen las pensiones p¨²blicas, m¨¢s adelante privatizando algo que hasta ese momento era casus belli (hay coincidencia en aseverar que Jospin ha privatizado m¨¢s, y m¨¢s r¨¢pido, que los Gobiernos de la derecha). Todo ello a un ritmo casi imperceptible, sin ret¨®rica alguna (por ejemplo, obviando en los discursos la palabra "privatizaci¨®n" y hablando de "apertura del capital").
La modernizaci¨®n ya no ser¨ªa el trabajo sucio que la izquierda ha tenido que hacer para sacar al pa¨ªs de la postraci¨®n econ¨®mica, sino la pol¨ªtica econ¨®mica correcta para reencontrar la senda del crecimiento. ?se es el principal activo de Jospin, que gan¨® las elecciones bajo la consigna de hacer lo que dec¨ªa y decir lo que practicaba.
Esta evoluci¨®n desde el capitalismo de pap¨¢ se ha manifestado con nitidez este verano, en el momento en que ha concluido la batalla financiera que pretend¨ªa conseguir la creaci¨®n, con capital fundamentalmente galo, del primer banco del mundo, mediante la fusi¨®n por absorci¨®n de la Banque National de Par¨ªs (BNP), la Soci¨¦t¨¦ G¨¦n¨¦rale (SG) y Paribas. Recordemos la secuencia: en febrero se anuncia el intento de fusi¨®n de la SG, un banco eminentemente comercial, con Paribas, de car¨¢cter m¨¢s industrial. Un mes m¨¢s tarde, la BNP lanza una doble OPA hostil sobre la SG y Paribas. Conociendo la influencia de los poderes p¨²blicos sobre la banca francesa, se entendi¨® que la apuesta de la BNP contaba con el benepl¨¢cito del Gobierno de la izquierda plural y que contaba con m¨¢s posibilidades de llegar a buen puerto que de fracasar.
El resultado de la OPA fue el siguiente: la BNP obtuvo el 65% de Paribas, pero tan s¨®lo el 37% de la SG. Al quedar la operaci¨®n en tierra de nadie, intervino el Comit¨¦ de Establecimientos de Cr¨¦dito y Empresas de Inversi¨®n, la autoridad que tutela el sistema financiero y que preside el gobernador del Banco de Francia (sucesor in p¨¦ctore del actual gobernador del Banco Central Europeo).
Durante 11 horas, 11 hombres sabios debatieron para desatascar la situaci¨®n, llegando a la conclusi¨®n de que la BNP no pod¨ªa quedarse con la SG en contra de la opini¨®n de la mayor¨ªa del capital y de sus trabajadores, y que deb¨ªa desprenderse de ese 37% del capital adquirido. Por el contrario, compraba Paribas. El panorama final era que no se creaba el mayor banco del mundo mediante la fusi¨®n de las tres marcas, y que tampoco se har¨ªa la fusi¨®n inicial entre SG y Paribas.
El mapa real no se correspond¨ªa con el dise?ado. ?Qui¨¦n hab¨ªa hecho ese dise?o? Las reacciones al fracaso de la operaci¨®n indican, mejor que nada, la dial¨¦ctica establecida en el seno del Gobierno franc¨¦s. Mientras el ministro de Econom¨ªa, Strauss-Kahn, resaltaba la neutralidad del Ejecutivo, el ministro del Interior, Jean Pierre Ch¨¦v¨¦nement, declaraba que el inter¨¦s nacional aconsejaba el reagrupamiento, exigido por los intereses franceses en la mundializaci¨®n. "Si el Estado no es capaz de desempe?ar su papel, significa que no es la instituci¨®n a la que debemos recurrir para defender los intereses nacionales", y calific¨® al organismo regulador de "comit¨¦ de banqueros irresponsables e independientes de toda instancia democr¨¢tica".
?Alguien habr¨ªa previsto este desenlace apenas hace unos meses?
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