Defensoras del Alarde mixto fueron desalojadas de la iglesia de Hondarribia
VIENE DE LA P?GINA 1 Integrantes de la compa?¨ªa Jaizkibel y miembros de otros colectivos de Ir¨²n y Hondarribia se encerraron en la iglesia sobre las 15.30 horas, con el objetivo de negociar con el alcalde y buscar una salida a la situaci¨®n que se les presenta hoy. El templo no era un lugar escogido por casualidad. En esta iglesia estaba prevista, cuatro horas m¨¢s tarde, la celebraci¨®n de La Salve, una ceremonia religiosa masiva que re¨²ne a ciudadanos y autoridades. La noticia de que hab¨ªan tomado este recinto para protagonizar un acto de protesta exasper¨® a los vecinos. M¨¢s de 300 personas, entre los que se encontraba el alcalde de Hondarribia, se reunieron a las puertas del templo. La estrategia preparada por las mujeres que reivindican su derecho a desfilar como escopeteras, a tocar los p¨ªfanos y tambores, result¨® infructuosa. J¨¢uregui, se neg¨® -seg¨²n su testimonio- a dialogar con ellas en ese momento, y fueron desalojadas por la Ertzaintza contra su voluntad y por su "propia seguridad", entre abucheos e insultos. Su acto de protesta concluy¨® en la comisar¨ªa de Ir¨²n, donde se procedi¨® a su identificaci¨®n y se les dej¨® marchar. Esta no es la primera manifestaci¨®n del enfrentamiento vecinal, que se ha recrudecido en los ¨²ltimos d¨ªas. Partidarios de que el Alarde se mantenga como se ha celebrado en los ¨²ltimos 360 a?os boicotearon la semana pasada los ensayos de Jaizkibel; hubo insultos, amenazas y agresiones -incluso a fot¨®grafos de prensa-, que se han traducido en denuncias ante la Ertzaintza. La tensi¨®n est¨¢ a flor de piel. Ayer aparecieron varias pancartas en Renter¨ªa en las que se convocaba a acudir hoy "gratis a una interesante batalla campal por la libertad". Y remachaban: "Acude a Hondarribia, talib¨¢n". La cuesti¨®n del Alarde, se ha convertido, a juicio de los partidarios de la incorporaci¨®n de la mujer, en "un problema de convivencia" entre la mayor¨ªa del pueblo, que defendiende que este acto conmemorativo contin¨²e celebr¨¢ndose seg¨²n los c¨¢nones tradicionales, y una minor¨ªa que busca la adaptaci¨®n a los tiempos. Hasta la fecha, el el desfile participal alrededor de 4.000 hombres, formados en 21 compa?¨ªas, y tan s¨®lo 20 mujeres como cantineras. El pasado a?o la compa?¨ªa mixta Jaizkibel trat¨® de incorporarse al Alarde, pero gran parte de la poblaci¨®n se neg¨® en rotundo y la Ertzaintza impidi¨® su participaci¨®n para garantizar la seguridad ciudadana. Caminaban con la ley debajo del brazo; el Tribunal Superior de Justicia del Pa¨ªs Vasco (TSJPV) hab¨ªa sentenciado su derecho a desfilar en igualdad de condiciones con los hombres. Precisamente, esta judicializaci¨®n es, a juicio de J¨¢uregui, una de las cuestiones que ha contribuido a enquistar el conflicto y a frenar el di¨¢logo. "Aqu¨ª se vive el Alarde como una tradici¨®n propia y en nada ayuda que se fuerce la situaci¨®n desde fuera", se?ala el alcalde. Y s¨®lo ve una v¨ªa posible de arreglo: la de la "convicci¨®n".
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