Sia Figiel da voz a las mujeres de Samoa en "L"indret d"on venim"
Sia Figiel llega de Samoa, una isla en la que no existe la primera persona del singular. Escribe en ingl¨¦s, pero en sus textos hay gran cantidad de palabras intraducibles en su idioma. La Instituci¨®n de las Letras Catalanas (ILC) la ha invitado a pasar un mes en Catalu?a y ayer, en Barcelona, present¨® la traducci¨®n catalana de L"indret d"on venim (La Magrana), una historia sobre chicas adolescentes que acaba siendo un alegato contra la colonizaci¨®n cultural.
La novela, la primera que escribe Sia Figiel (Matautu, 1967), ya la hab¨ªa publicado en castellano Seix Barral el curso pasado. Se trata de la primera que escribe una samoana: "Hay muchas mujeres en el Pac¨ªfico que no tienen ninguna manera de expresarse y yo soy consciente de que escribo y hablo por ellas", asegura con tanta convicci¨®n como modestia. Samoa es un lugar con poca producci¨®n literaria escrita, pero con una gran tradici¨®n oral y gr¨¢fica, que se expresa, sobre todo, en los tatuajes que lucen todos los miembros de la comunidad. Figiel ha mezclado la tradici¨®n ¨¦pica y oral samoana con las formas narrativas occidentales al uso. Una innovaci¨®n que "algunos", explica, "tachan de vanguardista y otros de bazofia". Figiel muestra las inscripciones grabadas en la piel y cuenta: "Cada familia tiene sus propios tatuajes; vi¨¦ndolos se puede saber de d¨®nde procede cada uno y cu¨¢l es su genealog¨ªa y su historia". "El individuo no existe", contin¨²a, "los actos de cada uno repercuten en la familia y si haces algo vergonzante, la verg¨¹enza se extiende a los tuyos". Este contexto tan tradicional y el cruce con la introducci¨®n de los usos y costumbres occidentales son la base de L"indret d"on venim. A la represi¨®n de un grupo de chicas por no ser del todo buenas seg¨²n las costumbres de la isla, se suma la presencia imperativa de la comida r¨¢pida, las series de televisi¨®n norteamericanas, las nuevas formas de construcci¨®n de las casas y de desplazamiento. La novela, adem¨¢s de un alegato contra la colonizaci¨®n cultural de las islas del Pac¨ªfico, es tambi¨¦n el relato de una joven que lucha por desprenderse de la sujeci¨®n a la comunidad. "Stevenson, Melville o Gauguin crearon una imagen paradis¨ªaca de un Pac¨ªfico con mucha libertad sexual. ?Pero es todo lo contrario! Somos muy puritanos", exclama la escritora. Por eso, el libro, que no ahorra detalles en la descripci¨®n del despertar sexual de sus protagonistas, ha suscitado perplejidad entre sus compatriotas. Figiel cree que si no hubiese estudiado en Estados Unidos y vivido durante m¨¢s de tres a?os en Berl¨ªn no habr¨ªa escrito la novela : "Hubiera tenido demasiado miedo", asegura. "Para tomar conciencia es necesario marchar un tiempo de tu pa¨ªs", concluye.
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