V¨ªctimas
Los grupos parlamentarios se han puesto de acuerdo para no presentar enmiendas al proyecto de Ley de Solidaridad con las V¨ªctimas del Terrorismo. Se proponen facilitar con ello una r¨¢pida tramitaci¨®n que permita incluir en los Presupuestos del a?o 2000 las partidas necesarias para las compensaciones econ¨®micas contempladas en la norma. Una ley que aspira a materializar el reconocimiento de la sociedad a los sufrimientos de las v¨ªctimas s¨®lo tiene sentido si cuenta con un respaldo un¨¢nime; es decir, si no es utilizado como pretexto para batallas pol¨ªticas o ajustes de cuentas entre partidos democr¨¢ticos. Hubo un momento en que pareci¨® que iba a ser esto ¨²ltimo. Por eso es emocionante que haya imperado el buen sentido y que finalmente todos los partidos hayan renunciado a la tentaci¨®n publicitaria. Ya sabemos que algunos partidos son nacionalistas y otros no, que unos sufrieron m¨¢s que otros el azote del terrorismo y que siempre podr¨¢ considerarse insuficiente la cantidad de dinero destinada a paliar el dolor; pero mucho m¨¢s importante que el contenido concreto de la ley es que el Parlamento refleje cabalmente el reconocimiento de toda la sociedad hacia las v¨ªctimas, las grandes olvidadas de estos a?os. La herida se ha mantenido abierta de diversas formas: homenajes a los autores de los atentados, contraste entre la preocupaci¨®n episcopal por los presos y cierta indiferencia hacia sus v¨ªctimas, nombramiento de Josu Ternera para la comisi¨®n de derechos humanos, declaraci¨®n del lehendakari negando todo papel en el proceso de paz a las v¨ªctimas... Afirmar, como hicieron algunos familiares hace dos d¨ªas, que el acercamiento acordado por el Gobierno es como "trasladar de zulo a 50 secuestrados" no s¨®lo refleja confusi¨®n mental, sino ceguera moral: ?c¨®mo va a ser lo mismo estar secuestrado que encarcelado por haber secuestrado?
Es esta confusi¨®n, ceguera y olvido lo que simb¨®licamente aspira a reparar la ley que respaldar¨¢n todas las fuerzas democr¨¢ticas. Hacerlo es un deber de justicia.
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