Tras la abuela, un ex polic¨ªa
Un ex sargento brit¨¢nico reconoce que trabaj¨® como 'amante' para pasar secretos a la URSS
Ayer fue una abuela; hoy, un expolic¨ªa de Scotland Yard. Ma?ana podr¨ªa ser un serio dolor de cabeza para el primer ministro brit¨¢nico, Tony Blair, y quiz¨¢s la salvaci¨®n para el exdictador chileno Pinochet. La saga de los esp¨ªas sacude a los brit¨¢nicos con la intensidad de un terremoto de nueve grados en la escala de Richter. Es m¨¢s, les ha dejado estupefactos. Y ¨¦ste es s¨®lo el comienzo. En menos de 24 horas, los brit¨¢nicos se enteraron de que los llamados seis magn¨ªficos (el deshonroso club de traidores al Reino Unido durante la guerra fr¨ªa, incluyendo a Kim Philby, Guy Burguess y Anthony Blunt) podr¨ªan ser 10, 12...Lo que ha dejado boquiabiertos a muchos brit¨¢nicos es que no parece haber intenci¨®n gubernamental alguna de castigar a los esp¨ªas, porque la guerra fr¨ªa ya no existe. Y, lo que es quiz¨¢s m¨¢s interesante para los abogados de Augusto Pinochet, detenido en Londres hace casi un a?o, los delincuentes de ayer est¨¢n hoy demasiado viejos, y con los viejos hay que actuar con sentido humanitario.
La historia que conmociona a los brit¨¢nicos comenz¨® el s¨¢bado, cuando The Times desenmascar¨® a Melita Norwood, una mujer de aspecto austero y permanente ce?o fruncido, de 87 a?os, como la agente m¨¢s antigua del KGB en el Reino Unido. Fue una revelaci¨®n por obra y gracia de otro exesp¨ªa, el ruso Vasili Mitrokhin, autor de un libro de pr¨®xima publicaci¨®n. Melita Norwood, una comunista de pura cepa (quer¨ªa "cambiar el sistema mundial") y cuyo nombre de esp¨ªa era Hola, inici¨® sus contactos con el KGB cuando trabajaba como secretaria de la Asociaci¨®n Brit¨¢nica de Investigaci¨®n de Metales no Ferrosos, en 1935.
Tal firma no era m¨¢s que una tapadera para las organizaciones secretas oficiales involucradas en el desarrollo del programa at¨®mico del Reino Unido. La esp¨ªa conocida como Hola secuestraba los documentos m¨¢s importantes, los fotografiaba y entregaba sus copias en encuentros rocambolescos a agentes sovi¨¦ticos en Londres. Hola dijo que no le interesaba el dinero, sino que sus actividades estaban basadas en sus "principios ideol¨®gicos". "No, no, no", respondi¨® el s¨¢bado cuando en su casa del suburbio de Bexleyheath, al sureste de Londres, los periodistas le preguntaron si est¨¢ arrepentida.
En un pa¨ªs fascinado por las historias de capa y espada y en el que la palabra "traici¨®n" entra?a bajeza y un crimen antipatri¨®tico imperdonable, la historia de Hola ha abierto las compuertas para un examen de conciencia. ?ste no hace sino empeorar. La prensa brit¨¢nica publicaba ayer ampliamente las confesiones de John Symonds, un ex sargento de Scotland Yard que huy¨® de Londres a comienzos de la d¨¦cada de los setenta, tras ser acusado de corrupci¨®n.
Reclutado despu¨¦s por agentes del KGB en Marruecos, adopt¨® el nombre de batalla de Scot y fue entrenado para convertirse en un play-boy. Adopt¨® el mote de Romeo. Su misi¨®n consist¨ªa en seducir a diplom¨¢ticas extranjeras para extraerles los secretos de sus embajadas. En un programa titulado El juego de los esp¨ªas, que difundir¨¢ en una semana la BBC, Scot dice que su trabajo como agente del KGB entre 1972 y 1980 fue m¨¢s bien placentero: "Me ense?aron a ser un buen amante, quiz¨¢s porque nunca lo hab¨ªa sido antes. Fue una experiencia bastante agradable. Mis instructoras fueron dos muchachas extraordinariamente bellas", dice en el libro de Mitrokhin.
Ayer, The Independent on Sunday inform¨® de que al menos 12 ex esp¨ªas del KGB, traidores en todo el sentido de la palabra, van a ser desenmascarados. Muchos de ellos viven todav¨ªa en el Reino Unido. La oposici¨®n conservadora ya ha montado una campa?a para exigir explicaciones al Gobierno de Blair. Jack Straw, el ministro del Interior, en cuyas manos est¨¢ el destino de Pinochet, ha sugerido que, al menos en el caso de Hola, hay posibilidad de perd¨®n, dada su avanzada edad.
Eso ha puesto en guardia a los que quieren ver a Pinochet esposado y embarcado hacia Espa?a. Arrinconado, Straw ha dado instrucciones a sus subalternos, incluyendo a Stephen Lander, el director del MI5, para que investiguen por qu¨¦ Hola sigue en libertad en su casa de Bexleyheath. Pero son ya varios los comentarios de prensa que exigen el mismo trato para el exdictador que para otros ancianos delincuentes o presuntos delincuentes.
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