El flamenco se toca con arco
En torno a una de las mesas del Lag¨¢ del T¨ªo Parrilla, en el coraz¨®n gitano de Jerez, Bernardo hace memoria. Al fresco de este emblem¨¢tico tablao, habla pausadamente, bajo la absorta mirada de Lorenzo, su hermano menor, y de Sergio, Espinelli, el t¨¦cnico de luces por excelencia de los nuevos flamencos. Recuerda su primera infancia en el Barrio de Santiago, la presencia habitual en su casa de Terremoto, de Borrico, de su t¨ªo Parrilla y otros inolvidables maestros de lo jondo. Bernardo sali¨® de all¨ª siendo un churumbel y ahora regresa convertido en figura. Comenz¨® tocando la guitarra, pero por no perder en las comparaciones con su hermano Manuel, que, seg¨²n dice, "con 12 a?os era un ni?o prodigio", se decant¨® hacia el viol¨ªn. "En aquel tiempo Jorge Pardo hab¨ªa puesto de moda la flauta, pero nadie tocaba el viol¨ªn en el flamenco. Hasta que mi padre pudo coste¨¢rmelas, recib¨ª clases en una academia. Luego segu¨ª prepar¨¢ndome por mi cuenta, me instal¨¦ en Madrid y comenc¨¦ a trabajar con gente como La Tate, El Bola, Ketama o el mismo Ray Heredia, que me ayud¨® mucho", explica. Sin embargo, ser¨ªa al lado de artistas como Antonio Canales, El Viej¨ªn o Ram¨®n Jim¨¦nez con quienes el joven Parrilla alcanzar¨ªa su m¨¢ximo desarrollo como m¨²sico. "Al principio, provocaba cierto rechazo entre el p¨²blico m¨¢s cerrado o¨ªr un viol¨ªn en una buler¨ªa o unos tangos. Yo pensaba: Bueno, t¨² haces flamenco con la voz, t¨² con la guitarra, y yo lo expreso tocando el viol¨ªn. Nunca tuve dudas sobre esto: Lo importante es llevarlo dentro", asegura el artista. Amante de Stephan Grapelli y admirador de Carles Benavent, el curr¨ªculo profesional de Bernardo Parrilla resulta, a sus 30 a?os, impresionante. Su nombre figura en los cr¨¦ditos de discos como Guitarra gitana, de Tomatito; El orgullo de mi padre, de Pepe de Luc¨ªa; El que no corre vuela, de Ray Heredia; Lorca, de Enrique Morente... Desde Cuba hasta Jap¨®n ha tocado con la misma ilusi¨®n para figuras como Carmen Linares y para renovadores como Navajita Plate¨¢, La Chiqui o Ketama. No obstante, uno de los momentos m¨¢s emocionantes de su carrera lleg¨® el a?o pasado, cuando Parrilla actu¨® con la compa?¨ªa de Antonio Canales en el Teatro Villamarta de su ciudad natal. "Mis padres no me hab¨ªan visto tocar desde que me qued¨¦ en Madrid, por eso cuando lleg¨® la hora de mi solo lo hice para ellos. Para que vieran que no se hab¨ªan equivocado conmigo y pudieran sentirse orgullosos de m¨ª", recuerda. Ahora, Bernardo Parrilla siente que ha llegado el momento de intentar alguna aventura en solitario. Aunque dispone de varias composiciones propias, le gustar¨ªa contar con el mejor material a su alcance, e incorporar colaboraciones de amigos como Tomatito o Jos¨¦ Miguel Carmona. "Lo que de verdad me gustar¨ªa hacer es grabar un disco con mis hermanos, pero algo flamenco, sin pensar en lo comercial. No tengo af¨¢n de hacerme famoso, sino de expresar a trav¨¦s del arte lo que soy y lo que llevo dentro", dice. Para Bernardo no existe techo, sabe que el p¨²blico es exigente y que el aprendizaje del m¨²sico es una feliz condena para toda la vida. "Me gustar¨ªa ser recordado como un violinista que lo ha dado todo por el flamenco", afirma. Sobre los nuevos valores del viol¨ªn que han proliferado en este g¨¦nero, Parrilla no parece tener miedo a la competencia, consciente de su ventaja sobre el resto: "Sigo esperando con paciencia a que salga alguien que me sorprenda y me haga trabajar m¨¢s todav¨ªa".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.