El hombre que dispar¨® a Fernando Agramunt acepta 10 a?os de c¨¢rcel

Diez a?os de prisi¨®n. Julio Paez, un ciudadano uruguayo, acept¨® ayer esa condena como responsable de un delito de asesinato en grado de tentativa y otro de tenencia il¨ªcita de armas. El reo, en prisi¨®n desde que fue detenido, se declar¨® culpable de haber descerrajado un tiro en la cabeza de Fernando Agramunt, empresario y hermano de Pedro, senador del PP y antiguo presidente de ese partido en la Comunidad Valenciana. Paez asegura que dispar¨® al interpretar que la v¨ªctima se ri¨® de ¨¦l y su mujer.

Los hechos sucedieron el 4 de mayo de 1997 en el pub Obert, en Valencia. A ¨²ltima hora de la noche o primera de la ma?ana, Paez, que carec¨ªa de antecedentes penales, dispar¨® a Agramunt, que es empresario del sector del ocio. Lo hizo de manera imprevista, sorprendente y letal. A bocajarro y en la cabeza. Seg¨²n sus posteriores declaraciones ante la polic¨ªa y el juez, lo hizo al interpretar que su v¨ªctima hizo alg¨²n comentario despectivo respecto a ¨¦l y su pareja. "T¨² nos est¨¢s mirando a m¨ª y a mi mujer y te est¨¢s riendo", le espet¨®. Agramunt lo neg¨®, pero ya no tuvo tiempo para mucho m¨¢s. Seg¨²n el fiscal, Paez sujet¨® por el cuello a la v¨ªctima para dispararle con una pistola semiautom¨¢tica de la que nunca m¨¢s se supo. Ayer, el ciudadano uruguayo acept¨® esa versi¨®n de los hechos, por lo que se avino a aceptar en la Audiencia de Valencia una pena de diez a?os de prisi¨®n, nueve por el asesinato frustrado y uno por tenencia il¨ªcita de armas. En principio, su abogado, Miguel Ferrer, iba a solicitar un castigo de dos a?os y medio de c¨¢rcel por un delito de homicidio por imprudencia, pero a Paez el acuerdo le pareci¨®, en palabras de su letrado, "perfecto". De hecho, la acusaci¨®n p¨²blica solicit¨®, en principio, 16 a?os de prisi¨®n. Un a?o m¨¢s de pena, 17, hab¨ªa pedido Tom¨¢s Mu?oz Parra, el letrado de la acusaci¨®n particular. Todos ellos accedieron a rebajar sus pretensiones iniciales, que desde?aban las circunstancias atenuantes esgrimidas por Paez en la investigaci¨®n. El condenado, que fue detenido a finales de 1997 en Mil¨¢n, adujo que actu¨® bajo la influencia de una explosiva mezcla de drogas y alcohol. Poco le importa eso ya a Agramunt, que no cobrar¨¢ la indemnizaci¨®n fijada, de 33 millones de pesetas -Paez se declar¨® insolvente- y, lo m¨¢s importante, arrostrar¨¢ durante el resto de su vida un pasado duro -71 d¨ªas de hospitalizaci¨®n, varios de ellos en coma- y un futuro hipotecado: entre otras secuelas, necesitar¨¢ de una muleta durante el resto de sus d¨ªas.