Triunfal alternativa de Juan Diego

Esperanzadora alternativa la de Juan Diego venida de la noche a la ma?ana para sustituir con ella la segunda tarde que ten¨ªa en Salamanca El Juli. Todo un compromiso. Para quitar el sue?o. Que a un torero que no ha actuado apenas este a?o le digan de buenas a primeras si quiere hacerse matador de toros en su tierra es para que se le pegue al m¨¢s pintado la lengua al paladar.

Juan Diego, que ¨¦se es el hombre, dijo: "P"alante", y as¨ª se mantuvo en tarde de tanto compromiso para ¨¦l. Si tuvo nervios se los aguant¨® sobreponi¨¦ndose a la natural tensi¨®n de la efem¨¦rides. La ocasi¨®n la pintaban calva y no est¨¢ el panorama para andar con remilgos y medias tintas. Tir¨® de lo que tira generalmente: de buen gusto, de plasticidad y de inspiraci¨®n, si para ello daba, que s¨ª dio, porque cuando uno pone cuanto tiene y posee buenas maneras, todo acaba discurriendo con sorprendente fluidez.

No tendr¨¢, ¨¦sa es la pena, el cartel anunciador de su alternativa. Pero hoy todos los peri¨®dicos de Salamanca le sacar¨¢n en volandas, y esas p¨¢ginas constituir¨¢n para ¨¦l, indudablemente, la prueba de que no son¨® la flauta por casualidad; la constancia de que su responsable y torera decisi¨®n acabaron poniendo en sus manos un triunfo que ojal¨¢ le sirva para encauzar su carrera como su buen corte de torero merece. Litri cumpli¨® una vez m¨¢s con su cometido, con arreglo a su leal saber y entender; dando la sensaci¨®n de que el toreo es su trabajo, pero no regateando nada de cuanto sus posibilidades sugiere. Lo que pasa es que, en su af¨¢n de cortar una oreja, se llega a poner pesadito.

Dec¨ªa al toro a gritos "?V¨¢monos!", y alent¨¢bamos una esperanza, aunque, a las pruebas me remito, no pasaba de ser una muletilla muy extendida. Alguna vez deber¨ªan los toreros poner en pr¨¢ctica cuanto dicen, y en el caso del "?v¨¢monos!", hacerlo. Ponce anduvo sobrado y f¨¢cil con su primero, pas¨¢ndoselo con limpieza; tanta, que ni gota de sangre le ensuci¨® las medias. En el quinto, muy protestado por cojo, o bien se le pas¨® la cojera, o su habilidad logr¨® disimularla a lo largo de una interminable, pesada, mon¨®tona faena que hubiera firmado sin ning¨²n escr¨²pulo el Litri.