Locos en Donostia

Melanie Griffith y Antonio Banderas se despertaron ayer temprano. Durante la noche hab¨ªa llovido y, aunque el cielo segu¨ªa gris, se fueron a la playa, corrieron juntos y se ba?aron. "Hemos nadado hasta unos trampolines, hemos estado all¨ª un buen rato con unos amigos, tir¨¢ndonos al agua. Ha sido muy divertido". El actor, y ahora director, present¨® ayer en el festival su primera pel¨ªcula, Locos en Alabama.Entrevistas de diez minutos cronometrados, una conferencia de prensa y fotos. Un d¨ªa de trabajo, pero con la alegr¨ªa en el cuerpo. La noche anterior asistieron a la inauguraci¨®n de la secci¨®n Zabaltegi con su filme. La proyecci¨®n se inici¨® pasada la medianoche, con un p¨²blico muy joven y muy diferente al de la inauguraci¨®n de la secci¨®n oficial. "?Aqu¨ª, en la sala chiquita, me parece que se est¨¢ m¨¢s calentito!", exclam¨® el actor al subir al escenario del cubo peque?o del Kursaal, donde se celebra esta secci¨®n paralela, segunda en importancia del festival.

Fue una noche emocionante para ellos. Pasadas las dos de la madrugada terminaba la pel¨ªcula, que el actor define como "un cuento exc¨¦ntrico" y que, seg¨²n explica, tiene m¨¢s de s¨ª mismo que todos los trabajos como actor que ha realizado hasta ahora. Al encenderse las luces, el p¨²blico se volvi¨® hacia ellos, que hab¨ªan permanecido en la sala durante las casi dos horas de metraje para comprobar "la reacci¨®n del p¨²blico". La madre de Melanie, la actriz Tippi Hedren, lloraba; Banderas abrazaba a su mujer y saludaba a los espectadores, y ella, al levantarse, recibi¨® una impresionante ovaci¨®n. "Era un p¨²blico muy tarantiniano y eso me asust¨® al principio", dice Banderas, que vio c¨®mo una sala llena de estudiantes y j¨®venes obsesionados con el cine se pon¨ªa en pie ante su trabajo. Algunas mujeres lloraban ("tambi¨¦n lloran los hombres", afirma Melanie, "ellos tambi¨¦n entienden a mi personaje") y en la salida se repet¨ªa la frase "es una actriz maravillosa".

Su interpretaci¨®n de Lucille, un ama de casa con siete hijos que decide decapitar al marido que la maltrata para irse a Hollywood con su cabeza en una lujosa sombrerera, una cabeza con la que mantiene un disparatado di¨¢logo y de la que no se atreve a desembarazarse por miedo a que reviva, era un viejo proyecto de la actriz que puso en manos de su marido cuando formaron su productora, Green Moon, en la que pretenden hacer el cine que les gusta, trabajar con guionistas j¨®venes y con equipos independientes. Con su papel de una asesina algo ingenua, alegre y cari?osa, Melanie Griffith logr¨® meterse en el bolsillo a todo un auditorio. "Las cr¨ªticas han estado muy bien en Espa?a, Italia y Alemania. M¨¢s o menos todos coinciden. Para m¨ª, lo mejor ha sido la sensaci¨®n de que realmente los cr¨ªticos se han puesto a ver la pel¨ªcula sin prejuicios".

Sopa de ajo

Empatando una comilona con otra (de Arzak a Akelarre o Nicolasa), la pareja y Tippi Hedren no se han resistido ni a la sopa de ajo. Los tres, guapos y simp¨¢ticos, se han paseado por la ciudad y por el festival. Ma?ana viajan a M¨¢laga, donde el d¨ªa 21 se celebrar¨¢ el estreno mundial del filme. Luego, vuelta a Los ?ngeles y, en el caso de Banderas, la preparaci¨®n de su papel de sacerdote en The body, una pel¨ªcula pol¨ªtico-religiosa que rodar¨¢ en Israel sobre una antrop¨®loga jud¨ªa que cree hallar los restos del cuerpo de Cristo crucificado.

Banderas perfila el que ser¨¢ su segundo proyecto como director: una pel¨ªcula sobre Gamel Woolsey, la mujer de Gerald Brenan, situada en M¨¢laga en 1936. "M¨¢laga fue una ciudad ocupada durante siete meses; ¨¦sta ser¨¢ la historia de ella y la gente que la rodeaba", cuenta el actor.

En Espa?a, el estreno de Locos en Alabama coincidir¨¢ este mes en la cartelera con El final del Ed¨¦n, un filme en el que Griffith interpreta, junto a James Woods, a una ladrona y yonqui. "Jimmy Woods y yo somos amigos desde hace a?os; ¨¦l me pidi¨® que trabajara en esta pel¨ªcula. Preparamos juntos el pasado de esta terrible pareja, que no se conoce en la pel¨ªcula pero que nosotros utilizamos para componer nuestra interpretaci¨®n". Cuando se le pregunta por el director y c¨®mo influy¨® en su interpretaci¨®n (que la cr¨ªtica tambi¨¦n ha calificado de "maravillosa"), la actriz se queda inicialmente callada. "Larry Clark, el director, es un yonqui. Desapareci¨® hace meses y no se sabe nada de ¨¦l. En los a?os setenta se hizo famoso con un libro de fotograf¨ªa sobre drogadictos, con ni?os pinch¨¢ndose y situaciones muy duras. Fue un libro muy conocido".

La actriz, con sus gestos de ni?a grande, tiene una risa contagiosa. Es una mujer muy graciosa tambi¨¦n fuera de la pantalla. Habla de Locos en Alabama y se detiene en lo que para ella es lo importante: "A todo el mundo le gusta esta pel¨ªcula, y les gusta porque es una pel¨ªcula que nunca te golpea en la cabeza, que no te obliga a nada, que no te impone su informaci¨®n. Es una historia dulce y extra?a. Mucha gente se pregunta qu¨¦ puede significar esta historia, con esa mujer viajando con una cabeza, por qu¨¦ al final se dice que la vida y la muerte son temporales, desde cu¨¢ndo la muerte es temporal... No s¨¦, espero que todo lo que digo luego no suene est¨²pido". La actriz vuelve a re¨ªr y, con ella, contagiados, todos los que la escuchan.