El Prozac arrasa pese a tener siete gen¨¦ricos
Los m¨¦dicos no recetan los equivalentes del antidepresivo, por el que en 1998 la Seguridad Social pag¨® 7.500 millones
En octubre de 1998 venci¨® la patente del Prozac, el f¨¢rmaco antidrepresivo de moda en la ¨²ltima d¨¦cada. Durante este a?o han salido al mercado siete medicamentos gen¨¦ricos con el mismo principio activo que el Prozac. Estos gen¨¦ricos son un 25% m¨¢s baratos y, sin embargo, no se venden. Los m¨¦dicos no los est¨¢n recetando. Las ventas de estos gen¨¦ricos apenas suponen un 15% de los 8.000 millones de pesetas que ingresa la compa?¨ªa Lilly por el Prozac, seg¨²n datos del Javier Ellena, consejero delegado de la compa?¨ªa. La Seguridad Social pag¨® en 1998 un total de 7.500 millones de pesetas por prescripciones de Prozac. Una parte de esta factura podr¨ªa ahorrarse si se prescribiesen los gen¨¦ricos, que tienen id¨¦nticas propiedades del f¨¢rmaco de marca.
Habr¨ªa que remontarse a los a?os sesenta con el tranquilizante Valium para encontrar un fen¨®meno sociol¨®gico similar al ocurrido 30 a?os despu¨¦s con el antidepresivo Prozac. Desde 1988, m¨¢s de 31 millones de personas lo han consumido en el mundo. En Espa?a actualmente se venden m¨¢s de cuatro millones de envases. Otros tres millones m¨¢s corresponden a licencias del producto a otros laboratorios. En total, siete millones de cajas de un principio activo, la fluoxetina, que en su d¨ªa revolucion¨® el tratamiento de la depresi¨®n por su eficacia, f¨¢cil administraci¨®n y tolerancia, pero que ahora se utiliza para tratar simples estados de tristeza o malestar.Sus ventas han sido espectaculares. En 1996 fue el medicamento m¨¢s vendido en EEUU, a la par que otro f¨¢rmaco para el sistema digestivo, alcanzando la cifra de 2.200 millones de d¨®lares (2,7 billones de pesetas). En Espa?a bati¨® su marca en 1997, con unas ventas cercanas a los 8.000 millones de pesetas.
Pero la p¨ªldora que todo lo cura ya no est¨¢ sola. Al menos hay ya en el mercado seis productos m¨¢s cuyo mecanismo de acci¨®n consiste en mantener los niveles del neurotransmisor serotonina en el organismo. Este a?o, Prozac ser¨¢ superado en ventas por otro antidepresivo, el Seroxat, sin que los psiquiatras se pongan de acuerdo sobre las ventajas que aporta al anterior.
Diferencia de precio
Para unos no existen diferencias sustanciales entre ambos, mientras que para otros el Seroxat es m¨¢s espec¨ªfico, tiene menos interaciones con otros f¨¢rmacos y provoca menos molestias. El precio de este ¨²ltimo supera en 700 pesetas al primero, que cuesta cerca de 5.000 en envase de 28 comprimidos. Los tratamientos medios suelen durar cuatro meses. El perfil del consumidor es el de una mujer entre los 40 y los 55 a?os.
El fen¨®meno ocurrido con esta p¨ªldora y que probablemente hereden sus competidores es que ha sido adoptada por muchos consumidores, y no precisamente con diagn¨®stico de depresi¨®n. La moda Prozac rebas¨® pronto el ¨¢mbito cl¨ªnico para convertirla en la p¨ªldora de la felicidad. Mucha literatura a favor y en contra; pel¨ªculas donde los protagonistas la tomaban como si se tratara de un reconstituyente; famosos que resurg¨ªan de sus cenizas con la p¨ªldora milagro. Ni un minuto de malestar. ?sta es la consigna de finales de siglo. As¨ª, no es de extra?ar que algunas personas lleguen a pedir un Prozac antes de pronunciar una conferencia; al d¨ªa siguiente de la muerte de un familiar -a¨²n antes de dar cuartel a la tristeza-, o por un estado fisiol¨®gico normal de decaimiento ante cualquier cambio vital.
Hubo un momento en Estados Unidos en que cada pastilla costaba 10 d¨®lares en el mercado negro (unas mil pesetas entonces). "Hoy toman Prozac hasta los perros", bromea el psiquiatra Enrique Garc¨ªa Bernardos. "Este f¨¢rmaco, muy eficaz como antidepresivo y casi sin efectos secundarios, se ha sobreutilizado fuera de los canales iniciales. Las ventas son escandalosas. Hoy la gente no piensa, toma Prozac", concluye.
Ni esta publicidad gratuita ni las cr¨ªticas -furibundas por parte de algunos grupos sociales- son del agrado de los laboratorios fabricantes. "Cuanto m¨¢s ruido haya, m¨¢s peligro para esta casa", asegura el consejero delegado. La banalizaci¨®n del f¨¢rmaco le preocupa. "Todo el mundo debe saber que tarda entre 14 y 16 d¨ªas en alcanzar niveles terap¨¦uticos en sangre, por lo que no tiene sentido tomarlo como una p¨ªldora de la felicidad", recalca Ellena.
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