Presencia rob¨®tica para hacer un mapa del planeta rojo
Aunque relativamente modestas, las misiones Mars Climate Orbiter (ahora perdida) y Mars Polar Lander (que llegar¨¢ a Marte el 3 de diciembre) eran pasos importantes en una estrategia a largo plazo para mandar peque?as naves a Marte cada 26 meses, cuando la situaci¨®n relativa de ambos planetas es la m¨¢s adecuada. Con naves en ¨®rbita, m¨®dulos en la superficie, veh¨ªculos, globos o peque?os aviones, la continua presencia rob¨®tica en Marte estar¨¢, si no ocurren m¨¢s contratiempos, garantizada durante la pr¨®xima d¨¦cada. El objetivo es realizar un mapa completo del planeta y sus recursos, y buscar indicios de lo que pas¨® en el pasado, incluida la posible existencia de vida en Marte.En el 2008 puede que vuelvan a la Tierra las primeras muestras marcianas y en alg¨²n momento se enviar¨¢n los primeros astronautas. Todo este programa tiene poco que ver con los sue?os marcianos de los escritores de ciencia ficci¨®n, incluidos los maravillosos cuentos de Edgar Rice Burroughs, el creador de Tarz¨¢n, en los que el viajero encontraba grandes ciudades y princesas de las que enamorarse.
El programa actual de exploraci¨®n se inici¨® con los ¨¦xitos de Mars Pahtfinder y su robot Sojourner, en 1997, y la Mars Global Surveyor. Ahora ha llegado el primer fracaso.
Polo Sur marciano
Para el 3 de diciembre se espera la llegada de la segunda nave de la segunda oleada, la Mars Polar Lander, que se dirige ahora derecha hacia el planeta tras haber sido acelerada ligeramente el pasado 1 de septiembre, cuando se encontraba a 36 millones de kil¨®metros de distancia de su objetivo. Esta peque?a nave, lanzada al mismo tiempo que la sonda perdida, debe posarse suavemente en una zona ya elegida del polo Sur de Marte. All¨ª efectuar¨¢ mediciones, buscar¨¢ indicios de agua, y tomar¨¢ im¨¢genes hasta que el invierno le impida seguir trabajando.
Cuando llegue, estar¨¢ terminanando la primavera en el hemisferio sur marciano. La zona de aterrizaje tendr¨¢ luz las 24 horas del d¨ªa, lo que resulta imprescindible para que puedan operar los instrumentos alimentados por energ¨ªa solar. El l¨ªmite variable del casquete polar se encontrar¨¢ ya m¨¢s al sur y las excavaciones de la Mars Polar Lander encontrar¨¢n, si lo hay, el hielo de agua buscado.
El m¨®dulo lleva, entre otros instrumentos, un micr¨®fono, el primero que viaja a un planeta, y antes de posarse dejar¨¢ caer dos peque?as sondas. ?stas alcanzar¨¢n la superficie marciana como proyectiles que penetrar¨¢n aproximadamente un metro en ella para tomar muestras que se calentar¨¢n para ver si contienen vapor de agua.
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