La ONU investigar¨¢ los cr¨ªmenes en Timor Oriental

La Comisi¨®n de la ONU para los derechos humanos decidi¨® ayer pedir a su secretario general, Kofi Annan, la creaci¨®n de un comit¨¦ que investigue los cr¨ªmenes contra la humanidad cometidos en Timor Oriental. El Ej¨¦rcito indonesio sigue manejando all¨ª la estrategia de la confusi¨®n. El responsable militar de Timor, el general indonesio Kiki Syahnakri, abandon¨® ayer Dili tras asegurar que hab¨ªa entregado el mando sobre la seguridad en el territorio a la fuerza de paz. Pero el jefe de las tropas de paz, el general Peter Cosgrove, desminti¨® que se hubiera producido ese "traspaso de poderes".

La Comisi¨®n de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, reunida ayer en Ginebra en sesi¨®n extraordinaria, aprob¨® por 27 votos a favor, 12 en contra y 11 abstenciones, pedir el establecimiento de una comisi¨®n de investigaci¨®n internacional sobre los cr¨ªmenes cometidos en Timor oriental. La propuesta fue iniciativa de la Uni¨®n Europea y cont¨® con la oposici¨®n de Indonesia y de la mayor¨ªa de los pa¨ªses asi¨¢ticos. Mientras, en Timor, el jefe de la fuerza de paz, el australiano Peter Cosgrove, advert¨ªa: "La situaci¨®n sigue siendo insegura y es necesaria la m¨¢xima precauci¨®n". Cosgrove a?adi¨® que el Ej¨¦rcito indonesio no ha hecho ning¨²n traspaso de poderes.La fuerza de paz de la ONU teme que esta nueva maniobra de Yakarta intente justificar su ausencia de responsabilidades ante una previsible oleada de violencia por parte de supuestos grupos incontrolados del Ej¨¦rcito indonesio y de sus brazos armados, las milicias paramilitares. Tras una reuni¨®n con el australiano Cosgrove, el general indonesio Syahnakri explic¨® que hab¨ªa transferido el control completo sobre la seguridad del territorio a las tropas de paz. Sin embargo, sus declaraciones fueron inmediatamente desmentidas por el jefe de las tropas de paz: Cosgrove neg¨® rotundamente que se hubiera producido el traspaso de tales competencias. El general Cosgrove destac¨® que la fuerza multinacional ha "evitado los enfrentamientos con el Ej¨¦rcito indonesio", empe?ado en forzar las provocaciones, y reconoci¨® que las tropas de paz han iniciado su despliegue en la zona occidental del territorio, un ¨¢rea con fuerte implantaci¨®n de las milicias.

Siguiendo su estrategia de destruir todo lo posible antes de salir del territorio, los soldados de Yakarta incendiaron ayer los cuarteles que acaban de abandonar y no ocultaban la venta de sus botines, producto de los saqueos generalizados durante los d¨ªas posteriores al anuncio de los resultados del refer¨¦ndum.

El general Syahnakri afirm¨® la semana pasada que 4.500 soldados permanecer¨ªan en Timor hasta que el nuevo Parlamento, que deber¨¢ constituirse el viernes, apruebe en noviembre la independencia de la excolonia lusa. Ayer, sin embargo, dijo que ser¨ªan 1.500 los soldados. Para sembrar a¨²n m¨¢s la confusi¨®n, el jefe de la polic¨ªa en Timor Oriental, el general Sitorus, afirm¨® que seguir¨¢n bajo control de Yakarta la seguridad del palacio del gobernador, las instalaciones indonesias y la administraci¨®n civil y militar del territorio.

La secretaria de Estado norteamericana, Madeleine Albright, amenaz¨® ayer en Nueva York con endurecer sus relaciones con Yakarta si las autoridades no acaban con la violencia organizada entre el Ej¨¦rcito y las milicias prointegracionistas, son desarmados los grupos paramilitares y se permite la entrada de ayuda humanitaria, de forma prioritaria, a los refugiados en Timor Occidental.

Tras reunirse con el l¨ªder de la resistencia timorense, Xanana Gusm?o, y con el premio Nobel de la Paz Jos¨¦ Ramos-Horta, Albright expres¨® al ministro de Asuntos Exteriores indonesio, Ali Alatas, su preocupaci¨®n por las informaciones procedentes de Timor. Durante una reuni¨®n con ministros de Asuntos Exteriores de Asia que asisten a la 54? Asamblea General de Naciones Unidas, la secretaria de Estado dijo sentirse preocupada tras saber de las continuas amenazas que los l¨ªderes de las milicias pro indonesias han vertido contra la fuerza de paz y los refugiados que se encuentran en la zona occidental de la isla, donde se calcula que han huido entre 100.000 y 200.000 timorenses.