?A alguien le interesa el Mundial?
Indiferencia hacia el "arco iris" de corredores, machacados por la Vuelta, y directores espa?oles
La Vuelta ha sido un mataespa?oles. Abraham Olano se rompi¨® una costilla; Fernando Escart¨ªn, la clav¨ªcula; Roberto Heras acab¨® tercero, pero con un desgarro muscular; ?gor Gonz¨¢lez de Galdeano, segundo, no puede m¨¢s con su rodilla. Ninguno de ellos estar¨¢ en el Mundial, el pr¨®ximo domingo, en Verona. La Vuelta ha sido la mejor preparaci¨®n para los no espa?oles, excepto Jalabert, claro. A Jan Ullrich, primero en la ronda espa?ola, le han visto los rivales por televisi¨®n y alguno ha decidido no desafiarle en el Mundial contrarreloj de este mi¨¦rcoles, en Treviso, al lado de Venecia; de Frank Vandenbroucke y su papel de favorit¨ªsimo se ha hablado sin parar desde sus victorias de etapa en Espa?a; Oscar Camenzind, el actual campe¨®n mundial, corre sin cadena despu¨¦s de su preparaci¨®n espa?ola; lo mismo dicen Andrea Tafi y Laurent Brochard; y hasta los norteamericanos, que no contar¨¢n con Armstrong, de preparto, han descubierto un l¨ªder en un tal William Chann McRae, a quien antes de la Vuelta nadie conoc¨ªa. ?Qu¨¦ se puede esperar, pues, para el ciclismo espa?ol en el Mundial italiano?No es que la respuesta parezca preocupar mucho a nadie. No es tampoco que la cuesti¨®n sea una historia reciente, aunque el grado de desinter¨¦s que ha despertado entre los protagonistas nunca ha alcanzado un nivel tan bajo como este 1999. A punto estuvo el t¨¦cnico espa?ol, Francisco Antequera, de no seleccionar a Manuel Beltr¨¢n (s¨¦ptimo en la Vuelta) porque por esas fechas ten¨ªa que dar el preg¨®n de las fiestas de su ciudad. Y Santi Blanco, el ciclista espa?ol m¨¢s en forma, no estar¨ªa en el equipo si no fuera por la ca¨ªda y rotura de clav¨ªcula de Aitor Osa.
Tradicionalmente, tanto el Mundial como las grandes cl¨¢sicas han sido ajenas a la sensibilidad del ciclismo espa?ol, que s¨®lo cuenta en su historial con un maillot arco iris de los buenos, conseguido en 1995, el a?o en que Miguel Indur¨¢in y su equipo se tomaron el desaf¨ªo m¨¢s en serio que nadie y que nunca, aunque curiosamente el t¨ªtulo fuera para Abraham Olano. M¨¢s curiosa y sintom¨¢ticamente: el ciclista guipuzcoano no ha vuelto a correr un Mundial de fondo desde su victoria colombiana; s¨®lo ha corrido uno contrarreloj, y lo gan¨®.
No, el Mundial siempre ha sido ancho y ajeno para lo espa?oles. Pero no tanto como ahora. Antes, llegada la semana anterior a la cita del arcoiris siempre se levantaba en el ambiente ciclista un run-run de expectaci¨®n, ya fuera por el proceso de selecci¨®n, ya por las posibilidades con que se pod¨ªa so?ar. Este a?o, ni eso. Ser¨¢, para la mayor¨ªa de los corredores espa?oles, agotados tras la Vuelta, cansados de pedalear, ya entrados en octubre, el Mundial del escaqueo. As¨ª hablan en privado: "Ya que no he encontrado ninguna disculpa para no ir, all¨ª, a escaquearme; y si me meto en un buen corte, pues bien; y si no, a casa tan tranquilo".
Y los directores espa?oles, que tradicionalmente celebraban c¨®nclaves y ayudaban al seleccionador en la tienda del equipo, otro tanto. "No se me ha perdido nada all¨ª", dice la mayor¨ªa. "No voy a estar en una prueba en la que se ha vetado a un corredor m¨ªo", precisa m¨¢s precisamente Manolo Saiz, director del ONCE y, por lo tanto, director de Laurent Jalabert, el ciclista franc¨¦s n¨²mero uno del mundo a quien su federaci¨®n no ha seleccionado por no pasar sus novedosos controles sanitarios.
A Manolo Saiz, coherente tambi¨¦n, no le extra?a en absoluto que el Mundial no interese apenas al ciclismo espa?ol. "Un Mundial por selecciones nacionales es un anacronismo", se?ala el director del ONCE. "Hay que tender hacia un Mundial por equipos comerciales. S¨®lo as¨ª la carrera recobrar¨ªa su inter¨¦s".
Para Saiz, la ¨²nica salida a la situaci¨®n consiste en un acuerdo de los equipos para celebrar su propio Mundial al margen de la Uni¨®n Ciclista Internacional (UCI). Saiz es tambi¨¦n presidente de la asociaci¨®n internacional de equipos. Y por eso no es nada optimista en cuanto a la puesta en pr¨¢ctica de sus ideas.
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