Un templo para la palabra
"Ten¨ªa que hacer una iglesia que no se pareciera nada a las anteriores. Tras el Concilio Vaticano II, en la nueva liturgia el sacerdote se volv¨ªa de cara al pueblo en la celebraci¨®n de la misa", relataba ayer el arquitecto Miguel Fisac en el interior de la iglesia de Santa Ana, en Moratalaz, ante una concurrida audiencia."La palabra era muy importante en esta iglesia, la primera que se constru¨ªa tras el Concilio Vaticano II. Por eso ten¨ªa que hacer una ac¨²stica que funcionara muy bien, sin reverberaciones. Las paredes enfrentadas, ac¨²sticamente, son insolubles, por eso hice esto as¨ª, para que se escuchara bien la voz", dec¨ªa se?alando el interior de este templo: de hormig¨®n, sencillo, limpio y con las paredes curvas, asim¨¦tricas. Una est¨¦tica valiente para la ¨¦poca en que se construy¨®: 1965.
El arquitecto continuaba con la explicaci¨®n de su obra: "La voz va para all¨¢ y vuelve por ah¨ª. As¨ª no hay reflexi¨®n directa. Porque, adem¨¢s, con el hormig¨®n se produce una reflexi¨®n fenomenal". "Quiz¨¢s, y sin quiz¨¢s, me pas¨¦ un poco de oscuro en esta parte", dec¨ªa ense?ando el centro del templo, "pero fue para destacar el presbiterio". As¨ª iba explicando Fisac cada una de las tres obras seleccionadas por ¨¦l mismo para celebrar el D¨ªa de la Arquitectura. El ¨¦xito de esta jornada sorprendi¨® al Colegio de Arquitectos, impulsor de la iniciativa, y al propio Fisac. Cada mes, dijeron ayer miembros de este colegio, se dedicar¨¢ un acto como el de ayer a un arquitecto. Se recorrer¨¢n algunas de sus obras mientras el autor las explica.
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