Un modelo preelectoral de televisi¨®n p¨²blica
Tras la vuelta de vacaciones, los telediarios de TVE han estrenado un formato fijo de gran originalidad que, aunque construido sobre antiguos ensayos, se presenta ahora con una depuraci¨®n casi perfecta: primero, el presidente, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, o alguno de sus ministros econ¨®micos, Rodrigo Rato de preferencia, ensalzan los logros de su Gobierno; luego, Javier Arenas, sustituido en ocasiones por su antiguo n¨²mero dos, Manuel Pimentel, introduce duras acusaciones y cr¨ªticas contra la oposici¨®n socialista, confrontadas a la solidez y al firme "avance en el progreso" del Partido Popular; finalmente, el PSOE aparece en pantalla bajo la forma de procesamientos, de divisiones internas o hablando de otra cosa pol¨ªticamente inocua. Los restantes partidos tienen la suerte de existir raramente. Y los deportes, los sucesos y las noticias del coraz¨®n completan el resto de los informativos.El ritual narrativo es tan fielmente seguido cada d¨ªa y en cada edici¨®n que podr¨ªa ser anunciado con once d¨ªas de antelaci¨®n, como manda el reciente decreto del Gobierno, excepto en caso de "sucesos ajenos a la voluntad del operador". Y su m¨¢s grave consecuencia no es tanto la presunta y dudosa rentabilidad electoral como el insulto a la inteligencia de los telespectadores que implica.
La sorprendentemente escasa pol¨¦mica levantada sobre esta burda y sistem¨¢tica manipulaci¨®n de la televisi¨®n p¨²blica, salvo debates parlamentarios puntuales, podr¨ªa explicarse por varios factores. En primer lugar, el hecho de que estas t¨¦cnicas no desentonan del doctrinal dominante en los restantes programas informativos, especialmente en las tertulias y "debates", y hasta resultan superadas por el sectarismo reinante en los contenidos de Radio Nacional de Espa?a. Pero, sobre todo, porque la direcci¨®n general de P¨ªo Cabanillas ha disfrutado desde su nombramiento de un prolongado periodo de gracia, m¨¢s que proporcional a las expectativas que suscit¨®. Quiz¨¢s por el renombre negociador de su apellido o por su perfil profesional. O por la suerte de encontrarse con un consejo de administraci¨®n todav¨ªa m¨¢s mermado y menos d¨ªscolo. En buena medida, seguramente porque la gesti¨®n de Fernando L¨®pez Amor -llamado luego a m¨¢s altas misiones en los sat¨¦lites espa?oles- pareci¨® tocar el suelo de la degradaci¨®n del servicio p¨²blico.
Desde noviembre del pasado a?o, la nueva direcci¨®n de RTVE ha puesto el acento en sus logros financieros, especialmente en la reducci¨®n de la deuda acumulada, cuyo descenso previsto frente a 1998 ha sido calificado incluso de "hito hist¨®rico" de la d¨¦cada. Sin embargo, y sin restar m¨¦ritos gerenciales a Cabanillas, es evidente que el factor fundamental de esas cifras estriba en los espl¨¦ndidos regalos concedidos por el Gobierno: compensaci¨®n -justificada ciertamente- por la privatizaci¨®n de Retevisi¨®n, devoluci¨®n millonaria del IVA e incluso permiso para vender la participaci¨®n en el sat¨¦lite digital que el Gobierno impuls¨® aventureramente en la entonces calificada de plataforma "p¨²blica". Los restantes m¨¦ritos ostentados son ya, desgraciadamente, cl¨¢sicos en TVE: el liderazgo de audiencias como meta m¨¢xima, no necesariamente consustancial a la televisi¨®n p¨²blica; un fuerte incremento de la captaci¨®n publicitaria dif¨ªcilmente compatible con el servicio p¨²blico y con la propia legislaci¨®n; m¨¢s reducci¨®n de empleo, que nada dice de las nuevas cooptaciones producidas.
Esta generosidad econ¨®mica del Gobierno, sin traducci¨®n en unas subvenciones formales rid¨ªculas, no impedir¨¢ que la deuda de RTVE ascienda en el pr¨®ximo fin de a?o a la astron¨®mica cantidad de 580.000 millones de pesetas y sit¨²a las previsiones oficiales para finales del a?o 2000 en poco menos de 700.000 millones de endeudamiento. RTVE sigue, pues, estando en situaci¨®n de quiebra t¨¦cnica y legal, y contin¨²a en un agujero negro econ¨®mico sin viabilidad ni salida divisable.
A cambio de esas relativamente leves quitas de deuda, el Gobierno ha impuesto la continuidad de los principales responsables de informaci¨®n y contenidos, ha ninguneado a la subcomisi¨®n creada en el Congreso durante m¨¢s de a?o y medio y aprieta ahora el acelerador de la tergiversaci¨®n informativa cuando todav¨ªa, asegura, no est¨¢ en campa?a electoral.
De la misma forma que consigui¨® aplazar sine die la creaci¨®n de una autoridad audiovisual independiente, homologable a la existente en todos los pa¨ªses desarrollados, ahora el portavoz gubernamental, Josep Piqu¨¦, anuncia que el nuevo modelo de RTVE se pospone a la pr¨®xima legislatura.
Hace casi un a?o, en estas mismas p¨¢ginas, escrib¨ª proponiendo, adem¨¢s de la "dimisi¨®n" del director L¨®pez Amor, un aut¨¦ntico pacto de Estado que cambiara paz y equilibrio econ¨®mico por pluralismo democr¨¢tico en RTVE. Y ello no s¨®lo porque as¨ª lo manda el Estatuto de 1980 (objetividad, veracidad, imparcialidad, respeto al pluralismo), sino especialmente porque en un terreno tan simb¨®lico y sensible, y deteriorado en Espa?a, como es el de la televisi¨®n p¨²blica resulta inimaginable un modelo econ¨®mico equilibrado de futuro sin un amplio consenso pol¨ªtico y social, una viabilidad financiera sin previa recuperaci¨®n de la credibilidad.
Lamentablemente, en mi opini¨®n, Cabanillas ha seguido el consejo al rev¨¦s y ha cambiado una precaria comodidad econ¨®mica por una manumisi¨®n sostenida y acrecentada de la informaci¨®n y los contenidos. Corre as¨ª el riesgo de acreditarse como buen administrador de una empresa que avanza lenta pero inexorablemente hacia la ruina y como mal negociador en un puesto que resulta inevitablemente pol¨ªtico. Pagar¨¢ as¨ª un alto coste hasta las elecciones generales y, presumiblemente, deber¨¢ afrontar un coste cada vez m¨¢s caro por futuros regalos financieros.
No servir¨ªa ahora de mucho pedir la dimisi¨®n de Cabanillas, que con seguridad vendr¨ªa a ser sustituido por un gestor peor e igualmente complaciente. Pero, m¨¢s all¨¢ de estas circunstancias concretas, y en previsi¨®n de los tiempos preelectorales que se avecinan, habr¨ªa que reclamar a todos los partidos pol¨ªticos y candidatos un compromiso p¨²blico y expl¨ªcito, a fechas fijas, con un aut¨¦ntico modelo independiente y plural de servicio p¨²blico televisivo en RTVE y en los canales regionales vigilado por autoridades audiovisuales aut¨®nomas. Como piedra de toque decisiva de su talante democr¨¢tico, como prueba a contrario de su voluntad autoritaria y de su desprecio por los ciudadanos.
Pese a que corren ciertamente malos tiempos para la l¨ªrica comunicativa, hay s¨ªntomas esperanzadores, como la promesa ejemplar en ese sentido de Pasqual Maragall respecto a la televisi¨®n p¨²blica catalana o la ampliaci¨®n del consejo de EITB, que aun de forma minoritaria ha introducido a representantes de entidades ciudadanas en la gesti¨®n y control.
Ojal¨¢ otros partidos y pol¨ªticos sepan apreciar pronto tambi¨¦n el aburrimiento y el hartazgo que estos "formatos" preestablecidos en las televisiones p¨²blicas nos producen hasta a los m¨¢s sinceros y fervientes partidarios de su pervivencia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Comisi¨®n RTVE
- P¨ªo Cabanillas Alonso
- Consejo administraci¨®n
- Pol¨ªtica nacional
- Opini¨®n
- VI Legislatura Espa?a
- Congreso Diputados
- Presidencia Gobierno
- Manipulaci¨®n informativa
- Pol¨ªticas Gobierno
- PSOE
- TVE
- Comisiones parlamentarias
- Legislaturas pol¨ªticas
- RTVE
- Partidos pol¨ªticos
- Parlamento
- Televisi¨®n
- Grupo comunicaci¨®n
- Gobierno
- Medios comunicaci¨®n
- Empresas
- Administraci¨®n Estado
- Comunicaci¨®n
- Econom¨ªa