Fallece Milt Jackson, inventor del nuevo lenguaje del vibr¨¢fono de jazz

Milt Jackson, apodado Bags por sus sempiternas ojeras, vibrafonista y ocasional pianista y cantante de jazz, falleci¨® el s¨¢bado, a los 76 a?os, a causa de un c¨¢ncer de h¨ªgado. Pertenec¨ªa a una generaci¨®n inmediatamente posterior a la de Charlie Parker y dem¨¢s fundadores del bebop, aunque su fama se deb¨ªa principalmente a su larga relaci¨®n con The Modern Jazz Quartet, verdadera instituci¨®n del jazz, de la que fue cofundador. A pesar de la enfermedad, mantuvo la actividad hasta el ¨²ltimo momento y se le pudo escuchar en mayo de este mismo a?o en distintas ciudades espa?olas al frente de su cuarteto. Se le considera el inventor del lenguaje moderno del vibr¨¢fono de jazz.El futuro vibrafonista empez¨® a estudiar guitarra a los siete a?os y debut¨® profesionalmente como cantante en 1945 con un grupo de gospel. Por suerte, en el mismo espect¨¢culo estaba Dizzy Gillespie, quien pas¨® por alto la vocaci¨®n entonces indecisa de Jackson cuando decidi¨® incluirle primero en su sexteto y despu¨¦s en su gran orquesta. Estas dos versiones de una misma m¨²sica, el emergente bebop, proporcionaron al aprendiz la experiencia necesaria para caminar en solitario. No fue por mucho tiempo, porque, junto con la secci¨®n r¨ªtmica de Gillespie, John Lewis al piano, Ray Brown al contrabajo y Kenny Clarke a la bater¨ªa, comenz¨® a funcionar como c¨¦lula cooperativa y aut¨®noma con espl¨¦ndidos resultados.

El cuarteto grab¨® bajo la direcci¨®n de Jackson, pero en 1952 busc¨® un nombre que expresara mejor el talante cooperativo reinante. As¨ª naci¨® The Modern Jazz Quartet.

Hay quienes aseguran que someterse a la disciplina de ese longevo cuarteto, impuesta con guante de seda por Lewis, signific¨® la perdici¨®n para Jackson, mientras otros opinan que gracias a ella pudo alcanzar su techo expresivo. Para no quitar la raz¨®n a ninguno de los dos sectores, nuestro hombre llev¨® una doble vida art¨ªstica: contenido y esencial cuando tocaba la m¨²sica preciosista, culta y aparentemente fr¨¢gil del cuarteto oficial; rebosante de blues y swing can¨®nico cuando dirig¨ªa sus propios grupos. En ambos casos, su estilo resultaba plenamente reconocible, en parte debido a peculiares rasgos t¨¦cnicos como el uso generoso del vibrato o el empleo de unos mazos de su invenci¨®n -m¨¢s blandos de lo habitual-, y en parte a un l¨¦xico y a una sintaxis absolutamente originales. Si a eso se une la flexibilidad estil¨ªstica que le permiti¨® coprotagonizar discos maestros con figuras de corte tan dispar como Thelonious Monk, Coleman Hawkins, John Coltrane, Wes Montgomery, Ray Charles u Oscar Peterson, su perfil art¨ªstico queda n¨ªtidamente definido. Jackson se mantuvo fiel a s¨ª mismo a lo largo de toda su carrera. Si acaso, refin¨® hasta extremos perfeccionistas su ya depurada calidad de improvisador. Esa misma l¨ªnea recta se observa en su extensa discograf¨ªa: con el Modern Jazz Quartet grab¨® t¨ªtulos de tan obligado conocimiento como Fontessa (1956), Dedicated to Connie (1960), The comedy o Lonely woman (ambos de 1962).