Hungr¨ªa, una literatura vital
Hungr¨ªa es un pa¨ªs peque?o, con una lengua no indoeuropea que apenas dominan poco m¨¢s de once millones en este continente y unos centenares de miles allende los mares adonde fueron arrastrados por los tremendos avatares de su historia. Y, sin embargo, es una de las naciones de mayor vitalidad literaria de Europa y del mundo. En los ¨²ltimos a?os, desde la ca¨ªda del muro en 1989, en la que Hungr¨ªa fue precursora, los tiempos han sido duros para la industria editorial.Ha tenido que pagar la nueva libertad de expresi¨®n y publicaci¨®n con la adaptaci¨®n a un mercado duro sin las subvenciones a que estaba acostumbrada. Pese a todo, las cifras siguen siendo impresionantes para un mercado tan limitado por su lengua, absolutamente diferente a todas las de los pa¨ªses circundantes. Si en 1989 se publicaron en Hungr¨ªa 120 millones de vol¨²menes, el pasado a?o eran 50 millones. Los precios de los libros subieron en ese periodo de tiempo en torno al 800%. Por supuesto, Hungr¨ªa tambi¨¦n ha sido escenario del desembarco de los grandes grupos multinacionales de la industria: Bertelsmann, Springer y el holand¨¦s Wolters Kluwer. Sin embargo, los temores de que devoraran por completo el mercado no se han cumplido, al menos de momento, y cuentan con una participaci¨®n en el mercado en torno al 25%.
El gran tesoro de la literatura h¨²ngara est¨¢ en sus creadores, no obstante, y no es casualidad que su jefe de Estado, Arpad G?nzc, que ayer inaugur¨® la feria de Francfort, sea un escritor, uno de los veteranos que durante tantos a?os desafiaron al r¨¦gimen comunista que ped¨ªa sumisi¨®n o silencio.
Como ¨¦l, siguen creando grandes hombres de las letras como Gy?rgy Konrad o Gy?rgy Dalos, Imre Kertesz, Peter Lengyel o Magda Szabo, sucesores del hombre bueno de las letras h¨²ngaras que fue el poeta Gyula Illyes, muerto en 1983. Y como gran descubriemiento de la ¨²ltima d¨¦cada ha surgido en las letras europeas Peter Esterhazy, ya traducido al espa?ol, que con su ¨²ltimo libro, Los verbos auxiliares del coraz¨®n, ha vuelto a sorprender con brillantez a p¨²blico y cr¨ªtica.
Babelia
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