"CCOO no permitir¨¢ una quiebra por diferencias personales"
A Jos¨¦ Mar¨ªa Fidalgo no le gustan los problemas, quiere soluciones y poder trabajar en la preparaci¨®n del congreso de CCOO previsto para abril. Por ahora, es el ¨²nico candidato del sector mayoritario del sindicato a suceder a Antonio Guti¨¦rrez en la secretar¨ªa general, en tanto Ignacio Fern¨¢ndez Toxo no despeje la inc¨®gnita sobre si se mantiene como alternativa. Fidalgo, actual secretario de pol¨ªtica institucional, conf¨ªa en que no se produzca una quiebra por diferencias personales, aunque para cerrar fisuras deba recurrir a su experiencia como cirujano traumat¨®logo.Pregunta. Ha salido elegido candidato en un proceso discutido por un sector de la mayor¨ªa. ?C¨®mo va a reconducir las cosas?
Respuesta. El proceso ha sido novedoso, y posiblemente imperfecto, pero el resultado es que se me ha propuesto como candidato por un consenso muy amplio. Por mi parte har¨¦ todo lo posible para que no se fragmente la mayor¨ªa, y espero la misma responsabilidad del resto de dirigentes.
P. Toxo ha afirmado que, hoy por hoy, usted no gana un congreso, y que para trabajarse el liderazgo debe alejarse de la tutela de Guti¨¦rrez, ?est¨¢ de acuerdo?
R. Estoy de acuerdo con que los liderazgos no se heredan, pero, de momento, el ¨²nico candidato propuesto soy yo, y espero ganar la secretar¨ªa general trabajando y convenciendo a mis compa?eros. En cuanto a las declaraciones de Toxo, se hacen por parte de una persona que no ha asumido la carga de responsabilidad que yo tengo en este momento, una responsabilidad que no me permite entrar en ese tipo de c¨¢balas, o quinielas.
P. ?Prev¨¦ un duro enfrentamiento hasta el congreso de abril?
R. El proceso de denominaci¨®n del candidato podr¨¢ haber sido m¨¢s o menos perfecto, pero hay que pasar p¨¢gina; el sindicato nos demanda trabajar para el futuro.
P. ?Es posible el entendimiento?
R. Estoy firmemente convencido, y deseo que se cierren estos flecos, que no contribuyen a nada positivo. No me meto en descalificaciones, y creo que la mayor¨ªa de CCOO es suficientemente amplia y consistente, y no va a permitir ning¨²n tipo de quiebra por cuestiones que, en todo caso, ser¨ªan discrepancias personales y no pol¨ªticas.
P. Parece que s¨ª hay diferencias en el modelo organizativo y en las formas de gobernar el sindicato.
R. No lo s¨¦, porque esas discrepancias no han sido expuestas en ninguna reuni¨®n org¨¢nica ni en el grupo de la mayor¨ªa. Algunas cosas que le¨ª en la entrevista de EL PA?S con Toxo, tales como que la confederaci¨®n hab¨ªa estado muy escorada hacia la pol¨ªtica y ahora deber¨ªa ir a las empresas, son para m¨ª ininteligibles. Hay tareas realizadas por la confederaci¨®n que se pueden llamar pol¨ªticas y que han permitido unos acuerdos para facilitar la acci¨®n sindical en la empresa. Si no se ha transitado hacia las empresas por ese viaducto no es porque la pol¨ªtica confederal haya estado escorada hacia las relaciones con el Gobierno y las patronales. Es verdad que hace falta reforzar las federaciones para llegar mejor a las empresas, y vamos a ver si, entre todos, conseguimos que esos instrumentos federales est¨¦n m¨¢s afilados y sean m¨¢s ¨²tiles.
P. ?Est¨¢ conforme con c¨®mo se ha desarrollado el proceso de elecci¨®n del candidato?
R. No me gustan los problemas, me gusta que se den soluciones, y me hubiera gustado que las cosas hubieran transcurrido, si no de otra manera, con otro final. Pero no voy a enredarme en ese ovillo, como no voy a enredarme con mi relaci¨®n con el secretario general, la misma que han tenido los dirigentes de la mayor¨ªa, y que se debe exclusivamente a mi vinculaci¨®n a la pol¨ªtica desarrollada en los mandatos de Guti¨¦rrez, que reivindico como m¨ªa y del resto de compa?eros que la hemos suscrito.
P. ?Por qu¨¦ cree que Guti¨¦rrez le ha apoyado a usted en detrimento de los otros candidatos?
R. No me ha apoyado a m¨ª en detrimento de nadie. Las consideraciones que ¨¦l expuso parece que satisfac¨ªan mayoritariamente al grupo de dirigentes en una relaci¨®n de tres a uno.
P. ?No siente que sale debilitado de ese proceso?
R. Salgo de este proceso con un encargo de la mayor¨ªa de la organizaci¨®n y eso no me debilita, me anima a trabajar. Espero que ning¨²n compa?ero quiera debilitarme, porque lo que har¨ªa ser¨ªa debilitar a la mayor¨ªa. Y, adem¨¢s, sin ning¨²n tipo de objetivo predicable o proclamable.
P. Respecto al sector cr¨ªtico, ?qu¨¦ se propone?
R. La confrontaci¨®n del sector cr¨ªtico con la mayor¨ªa ha sido muy dolorosa y creo que alg¨²n d¨ªa cejar¨¢, sobre todo si el debate se reconduce hacia contenidos sindicales.
P. Si es elegido, tomar¨¢ las riendas de un sindicato que en los ¨²ltimos a?os ha basado su estrategia en la negociaci¨®n m¨¢s que en la confrontaci¨®n. ?Cree necesario afianzar ese modelo o CCOO debe caminar en otra direcci¨®n?
R. La estrategia de los ¨²ltimos a?os es adecuada, han primado los intereses generales por encima de los corporativos, y eso ha legitimado el movimiento sindical, tanto en la ¨¦poca en la que nos tocaba movilizarnos contra agresiones en la pol¨ªtica social o en la regulaci¨®n del mercado de trabajo, como en la que nos ha tocado pactar para consolidar el Estado social.
P. En pol¨ªtica sindical, ?qu¨¦ cambios son necesarios?
R. No son necesarios muchos cambios. No concibo otra pol¨ªtica sindical que no sea proteger el trabajo, los derechos del trabajo, fomentar la creaci¨®n de empleo y su calidad, y defender reformas del Estado de bienestar que lo hagan m¨¢s redistributivo y m¨¢s viable. Hay que aprobar resoluciones dirigidas a convertir el sindicato en un instrumento m¨¢s ¨²til para los trabajadores, con m¨¢s capacidad de organizarles y de darles cauces de participaci¨®n. Ha pasado ya el momento en el cual los sindicatos pod¨ªamos permitirnos el lujo de dar bandazos, de ensayar estrategias, y debemos trabajar m¨¢s y mejor.
P. En las relaciones con los gobiernos, ?hay algo que modificar?
R. Con los gobiernos, la interlocuci¨®n va a venir determinada por dos coordenadas: su pol¨ªtica y su voluntad de construir marcos para el di¨¢logo. Durante este ¨²ltimo mandato, el di¨¢logo ha sido fruct¨ªfero, a pesar de que ha habido pol¨ªticas que hemos rechazado, como la reforma fiscal, y tenemos abierto un contencioso por la incapacidad del Gobierno para resolver el problema de centenares de miles de parados sin protecci¨®n social.
P. ?Y con la patronal?
R. Hemos ido creando con las patronales algunos pilares que pueden sostener un marco de relaciones laborales estables. Con esos acuerdos hemos construido un viaducto por el que creemos que todav¨ªa circula con mucha cautela el movimiento sindical. Las reformas organizativas tienen que impulsar ahora el llegar a las empresas.
P. Han firmado importantes acuerdos con el PP y muchos menos con los gobiernos socialistas, ?no es una paradoja?
R. Con los gobiernos socialistas tuvimos desencuentros muy fuertes y perfectamente justificados ante regulaciones brutales, como la reforma laboral de 1994, o el decretazo que hizo caer la cobertura del desempleo. Firmar acuerdos con un gobierno de derechas lo he vivido como una paradoja, pero la estrategia de CCOO ni es pactista ni huelgu¨ªstica, es defender intereses generales en la mesa de negociaci¨®n y en la calle con instrumentos legales. El PP ha aprendido de nuestra ¨¦poca de desencuentros con el PSOE, y se ha legitimado con el di¨¢logo social. Eso es bueno para el PP, pero sobre todo es bueno para el pa¨ªs.
P. Nunca ha militado en un partido, ?pero supongo que la pol¨ªtica no le resulta indiferente?
R. Llegu¨¦ al movimiento sindical sin militancia pol¨ªtica, pero lo hice por ideolog¨ªa. Para ser de izquierdas no hay que tener un carn¨¦ pol¨ªtico, y uno de los sitios donde las gentes de izquierdas tenemos m¨¢s campo es en la defensa de intereses generales, en el movimiento sindical.
P. Si el PSOE vuelve al Gobierno, ?las relaciones ser¨¢n tan conflictivas como en la etapa anterior?
R. Deseo que la izquierda vuelva a gobernar este pa¨ªs, pero deseo que lo haga de otra forma. Para una estrategia de justicia social, tiene que confluir con aquellas organizaciones de la izquierda pol¨ªtica que no gobierna y con organizaciones como los sindicatos, que coincidimos plenamente con los valores que debe defender la izquierda.
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