Los obispos europeos piden un sueldo para las amas de casa y la condena del machismo

ENVIADO ESPECIAL Sueldo y cargos s¨ª, pero fuera del sacerdocio. Los 179 obispos europeos reunidos en s¨ªnodo en el Vaticano parecen decididos a no apartarse ni un ¨¢pice de la doctrina de Tom¨¢s de Aquino sobre el sexo, el alma y el sacerdocio. Un primer borrador de propuestas acordado ayer en congregaci¨®n general reconoce que la Iglesia est¨¢ en deuda con la mujer -el 65% de los fieles- y pide un sueldo para las amas de casa.

Las autoridades eclesi¨¢sticas tendr¨¢n que esforzarse para compartir el poder con las mujeres seg¨²n los documentos del s¨ªnodo, pero a la hora de la verdad mantienen la exclusi¨®n expresa del sacerdocio para la mujer y, por tanto, ¨¦sta queda apartada del poder principal, depositado en obispos, arzobispos, cardenales y el Papa. En cambio, los prelados europeos reclaman expl¨ªcitamente un "actum stipendium" para las amas de casa, es decir, una soldada, algo econ¨®mico que d¨¦ solemnidad al sacrificio de cientos de millones de mujeres que representan el 65% de los fieles de la Iglesia cat¨®lica.Dignidad e igualdad. Gratitud y deuda. Las mujeres, en la dial¨¦ctica, salen bien paradas de este s¨ªnodo de obispos europeos. El sexo no est¨¢ en el alma y, por tanto, la Iglesia es el conjunto de cat¨®licos y cat¨®licas. En consecuencia, los obispos avanzan un poco sobre los usos actuales y le piden al Papa que ordene compartir el mucho poder de la Iglesia entre hombres y mujeres. No por lo que son, sino por lo que valen y por lo que hacen. Pero al poner el l¨ªmite del ascenso en "el ministerio ordenado" la realidad es que las mujeres cat¨®licas quedan fuera del santuario del poder eclesial. No podr¨¢n ser cardenales (antes s¨ª pod¨ªan, pero Pablo VI orden¨® que todo cardenal fuera obispo, es decir, ordenado), y ni siquiera podr¨¢n ser di¨¢conos.

Esta negaci¨®n de la Iglesia cat¨®lica a las mujeres no tiene nada que ver con la ¨¦tica ni con la teolog¨ªa. Seg¨²n la tesis oficial del Vaticano, la raz¨®n principal para negar a la mujer el ministerio consagrado es simple y directa: as¨ª ha sido durante los 2.000 primeros a?os de la Iglesia.

Pero las estad¨ªsticas influyen al Vaticano tanto como a un ministerio civil. As¨ª, los obispos espa?oles han sido los m¨¢s activos para lograr que el borrador de propuesta incluya una expl¨ªcita condena del machismo, de los malos tratos y de los abusos de todo tipo. El documento analizado ayer est¨¢ en lat¨ªn ("elencus unicus proposicionum") y, de aprobarse el viernes, llevar¨¢ la huella de una triste estad¨ªstica espa?ola, sorprendente para los otros prelados europeos, la de las muchas mujeres muertas, apaleadas o abusadas por el g¨¦nero masculino en Espa?a.