Huevos de santa
"Pergentina: ?Padre!Palmiro: ?Qu¨¦?
Pergentina: Hazme santa.
Palmiro: No hago otra cosa que hacerte santa. ?Te has puesto los chinos en los zapatos?
Pergentina: Enseguida.
Palmiro: ?Desde cu¨¢ndo no te colocas el cilicio?
Pergentina: Desde anoche.
Palmiro: P¨®ntelo un rato. No es bueno que el muslo se acostumbre a descansos muy prolongados.
Pergentina: Lo voy a ajustar en la muesca n¨²mero tres, la de Sufrimiento Medio.
Palmiro: Intenta ponerlo en la cuatro, la del Dolor Robusto."
"La obra es un puro disparate", dice, ri¨¦ndose de sus propias ocurrencias, Alejandro V¨ªctor Garc¨ªa, el flamante ganador del Primer Premio Jos¨¦ Mart¨ªn Recuerda de Teatro, el ¨²nico que otorga la Junta de Andaluc¨ªa y que ha reca¨ªdo en su obra El huevo de los m¨¢rtires. "Es una tragicomedia que tiene como trasfondo las manipulaciones a las que es sometido un ser tierno, la manipulaci¨®n de los padres sobre los hijos".
El huevo de los m¨¢rtires tiene como argumento la obsesi¨®n demencial de un hombre por hacer santa a su hija, para quien, desde el mismo momento de engendrarla, ha escrito el escrupuloso gui¨®n de lo que deben ser su vida, sus peque?as torturas, sus privaciones y sus mortificaciones. Utilizando el recurso del teatro dentro del teatro, Garc¨ªa va hilvanando, en cuatro actos, escenas hilarantes hasta la carcajada, di¨¢logos que, de puro absurdo, demuestran que fueron pronunciados por alg¨²n santo alguna vez.
Hagiograf¨ªas
"Yo de ni?o era lector de tebeos que narraban las vidas ejemplares de los santos. Luego le¨ª muchas hagiograf¨ªas: me llamaban mucho la atenci¨®n sus extravagancias, su parte externa", comenta el autor y periodista de EL PA?S sobre el origen de la obra. "Siempre me han interesado los personajes raros y llevaba tiempo d¨¢ndole vueltas a este asunto".
Alejandro V¨ªctor Garc¨ªa es uno de los periodistas con mayor sentido de la iron¨ªa que existen actualmente. Tiene arranques de reportajes memorables, como en una ocasi¨®n en que, para abordar el asunto de una antigua casa de prostitutas que iba a ser demolida, escribi¨®: "En la casa de la Bizcocha siempre se fornicaba de usted".
"El periodismo informativo requiere seriedad, pero hay g¨¦neros, como el reportaje, que se enriquecen con la iron¨ªa, que es una de las cosas m¨¢s dif¨ªciles de conseguir", explica.
Su obra, escrita en 21 d¨ªas de agosto (el tiempo en que se empolla un huevo) aunque con bastante tiempo de reflexi¨®n, iba a ser en principio un musical. "Desech¨¦ la idea porque me d¨ª cuenta de que los personajes deb¨ªan ser tan austeros que hasta odiaban la m¨²sica", comenta.
El huevo de los m¨¢rtires, titulo que proviene de la escena final, en la que la ni?a santa, despu¨¦s de tantas privaciones, lo primero que pide al llegar al cielo es un huevo frito con ajos, hace constantes gui?os a la literatura y contiene referencias desde al Cantar de los cantares al teatro del absurdo. En un di¨¢logo disparatado entre la santa y un arc¨¢ngel sobre el significado y filosof¨ªa del huevo, alguien llega de pronto a decir: "No hay peor huevo que el que no quiere o¨ªr".
"Todos los di¨¢logos est¨¢n muy meditados, hasta los propios disparates: son disparates reflexivos", ironiza el autor.
No es ¨¦sta la primera vez que Garc¨ªa obtiene un premio teatral. En 1977 la Universidad de Granada le otorg¨® el Garc¨ªa Lorca de Teatro por su obra A nadie dijo su historia ni el barco de su alegr¨ªa. Ten¨ªa entonces 19 a?os. Es adem¨¢s, autor de dos libros, Los lares urbanos, una recopilaci¨®n de columnas period¨ªsticas seleccionada por Antonio Mu?oz Molina, y Cabezas tocadas, un repaso sobre todos los locos memorables de Granada.
"Siempre me ha interesado la gente extravagante", dice. "En los escritores el estilo no es s¨®lo la forma estil¨ªstica de escribir, sino los temas recurrentes, las obsesiones".
Alejandro V. Garc¨ªa eligi¨® la forma de teatral para desarrollar su obra por que "era la ¨²nica posible". "No me interesa la novela, porque ahora mismo todo el mundo escribe el mismo tipo de novela. Y esta historia de la santa necesita las tablas de un escenario".
La creaci¨®n del Premio Jos¨¦ Mart¨ªn Recuerda de Teatro es, para Garc¨ªa, "un acierto de la Consejer¨ªa de Cultura, ya que era el ¨²nico g¨¦nero literario que hab¨ªa quedado marginado, cuando de lo que se trata es de fomentar la escritura de textos dram¨¢ticos para amortiguar la tremenda sequ¨ªa que hay y para ahorrarle a las compa?¨ªas que tengan que hacer la en¨¦sima versi¨®n de La dama boba". "Tambi¨¦n", a?ade, "es justo reconocer la labor del dramaturgo Jos¨¦ Mart¨ªn Recuerda".
En El huevo de los m¨¢rtires se fr¨ªe un huevo de verdad en una de las escenas. ?Teme que le pase como a Salvador T¨¢vora con el toro en Catalu?a y proh¨ªban que se fr¨ªa el huevo? "No", responde. "A los huevos no se les cortan las orejas. Los huevos no se lidian. Se baten".
El periodista, que cuenta que la obra est¨¢ escrita en sus d¨ªas de descanso, no deja de reconocer la labor de su mujer, Laura Vichera, que fue la encargada de enviarla a concurso. "De este huevo, la verdad es que Laura es la yema y yo soy la clara. Ahora, con el premio podremos mojarlo en sopas".
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