G¨¦rard Depardieu y Kathleen Turner se declaran a favor de un cine arriesgado

El actor franc¨¦s G¨¦rard Depardieu y la actriz norteamericana Kathleen Turner fueron las estrellas invitadas en la ceremonia de clausura de la XX Mostra de Valencia, que se celebr¨® ayer. Ambos actores coincidieron, pese a su diferente origen, en las dificultades que entra?a hacer cine de calidad hoy en d¨ªa, en un mercado dominado por una industria que busca la seguridad de las grandes producciones por encima de la originalidad.

Pese a su vocaci¨®n mediterr¨¢nea, la Mostra de Valencia acostumbra a sazonar con una dosis de glamour hollywoodiense sus galas de apertura y clausura. Ayer reuni¨® a G¨¦rard Depardieu y Kathleen Turner para cerrar el festival. Depardieu lleg¨® a ¨²ltima hora de la ma?ana para pasar 12 horas en la ciudad, tras una larga ceremonia de la confusi¨®n propiciada por la organizaci¨®n del certamen, que nunca pudo asegurar que el actor aterrizar¨ªa finalmente en Valencia. El enfant terrible del cine franc¨¦s tiene fama de poco amable con la prensa. Pero intent¨® lavar esa imagen confes¨¢ndose amante de la literatura, la historia y, en justa correspondencia, del cine de ¨¦poca. "Soy demasiado corpulento para interpretar personajes contempor¨¢neos, por eso creo que me ofrecen tantos papeles hist¨®ricos", se?al¨® Depardieu, para quien su cambiante estado f¨ªsico ha condicionado su carrera como actor: "Mi f¨ªsico cambia constantemente, pero ahora me siento muy Obelix", su ¨²ltimo personaje en la ficci¨®n. Preocupado por los problemas de distribuci¨®n del cine europeo en el voraz mercado norteamericano, el protagonista de Cyrano de Bergerac se mostr¨® "resignado a que los distribuidores, con el sistema de multisalas que impera en Europa, prefieran programar El secreto de Thomas Crown a Rosetta, vencedora en el ¨²ltimo Festival de Cannes, que es maravillosa". En todo caso, su trabajo en la pantalla, como director o como actor, siempre ha estado marcado "por el cine que corresponde a mi visi¨®n de la cultura europea", afirm¨®. " Me siento muy pr¨®ximo a lo latino", dijo uno de los actores europeos mejor considerados en el circuito estadounidense.Pese a no tener sangre latina, Kathleen Turner se mostr¨® "encantada de que una industria tan potente e influyente como la de Estados Unidos d¨¦ oportunidades a los actores hispanos". Vestida con un elegante traje azul marino, la protagonista de El honor de los Prizzi se expres¨® en perfecto castellano, "aprendido de cuando mi pap¨¢ fue diplom¨¢tico en Cuba y Venezuela". Con un gran sentido del humor, Turner respondi¨® a las preguntas de los periodistas sobre su pasado como s¨ªmbolo sexual de los ochenta: "Cuando acept¨¦ los papeles de La pasi¨®n de China Blue o Fuego en el cuerpo sab¨ªa que eran los mayores desaf¨ªos de mi carrera, sobre todo en una sociedad tan puritana como la de mi pa¨ªs", revel¨® la actriz, que, sin embargo, se mostr¨® "dispuesta a hacer papeles de ese tipo si me los proponen. A¨²n soy una sex-symbol". Aun as¨ª, es consciente de que "los guionistas no saben qu¨¦ hacer con las mujeres de m¨¢s de 40 a?os porque los grandes estudios s¨®lo buscan la seguridad, no corren riesgos ni les interesa la innovaci¨®n". De ah¨ª que sus ¨²ltimos trabajos los haya realizado con directores independientes, "que tienen otras maneras de pensar, filmar y explorar la realidad".