"El pueblo nunca se identific¨® plenamente con Cascorro"
Carlos Serrano, nacido en Buenos Aires en 1943 de madre alsaciana y padre espa?ol, tiene nacionalidad francesa.Por su condici¨®n de hispanista, conoce el castellano y la historia de Espa?a de una forma que para s¨ª quisieran muchos espa?oles. Hombre de hablar inteligente y pausado, sus estudios se han inclinado hacia la indagaci¨®n sobre ese universo donde se fraguan los valores e im¨¢genes que identifican y rigen el comportamiento de los pueblos. Profesor de Civilizaci¨®n Espa?ola en la Universidad parisiense de la Sorbona, especializado en el impacto de las guerras coloniales que libr¨® la metr¨®poli desde mediados del pasado siglo, Carlos Serrano acaba de publicar El nacimiento de Carmen (Taurus). Se trata de un ensayo sobre algunos de los principales circuitos a trav¨¦s de los cuales los espa?oles hemos traducido nuestra cultura al lenguaje de los s¨ªmbolos y de los mitos que han intentado troquelar, con mayor o menor fortuna, la personalidad colectiva hisp¨¢nica. En su libro, Madrid se torna en escenario donde surgieron algunos de los principales intentos del poder pol¨ªtico y militar por involucrar al pueblo en una iconograf¨ªa nacional con la que alimentar el imaginario hisp¨¢nico.Pregunta. ?Qu¨¦ papel desempe?¨® Madrid en estos procesos de gestaci¨®n de ideas, valores y s¨ªmbolos nacionales?
Respuesta. Hay tres monumentos aqu¨ª que ejemplifican esos procesos encaminados a formar una conciencia nacional de Espa?a, con Am¨¦rica como tel¨®n de fondo.
P. ?Cu¨¢les son?
R. Uno de ellos, quiz¨¢s el primer monumento al soldado desconocido de toda Europa, estuvo en el parque del Oeste. Ten¨ªa treinta metros. Fue erigido como homenaje a los ca¨ªdos en la guerra de Cuba e impulsado por Azor¨ªn, Maeztu y Baroja; desapareci¨® tras la guerra civil. Otro, en la figura del general Vara del Rey, en las inmediaciones de Atocha, conmemora el primer combate de cubanos y espa?oles contra los estadounidenses. El tercero es el dedicado a Eloy Gonzalo, el popular Cascorro, en el Rastro.
P. ?Presentan rasgos comunes?
R. En distinta proporci¨®n, los tres expresaron el deseo del poder de convertirlos en s¨ªmbolos identificadores para el pueblo. Pero ninguno consigui¨® hacer fraguar un sentimiento nacional a su alrededor.
P. ?Tampoco el de Eloy Gonzalo?
R. En el caso de Cascorro, he llegado a la conclusi¨®n de que el pueblo de Madrid nunca se lleg¨® a identificar plenamente con ¨¦l.
P. Perm¨ªtame dudarlo. Cascorro ocupa a¨²n un lugar en el afecto de los madrile?os.
R. S¨ª, de hecho fue considerado un valiente, pero la guerra de Cuba, en la que ¨¦l destac¨® por su gesto heroico, no fue percibida por el pueblo como una guerra nacional. Por ello, el poder no pudo transformarla en un elemento de exaltaci¨®n nacionalista.
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