Escritores y artistas recuerdan los versos y el compromiso del creador gaditano
El mundo de la cultura en Italia, donde Rafael Alberti residi¨® durante 14 a?os, muestra su dolor
Como lo hicieron sus vecinos de El Puerto, escritores, actores, poetas, artistas y pol¨ªticos de todo el mundo se despidieron ayer de Rafael Alberti. Recordaron sus versos, pero tambi¨¦n recordaron su conciencia. Lectores y amigos viajaron de la pureza de su primera poes¨ªa al surrealismo o a su toma de conciencia social. Una admiraci¨®n por sus versos que Antonio Gala resumi¨® as¨ª: "Con Alberti desaparece la voz del poeta en la calle".Desde Chile y M¨¦xico llegaron ayer los ecos del adi¨®s al poeta, y en Espa?a se sucedieron durante todo el d¨ªa las reacciones. El actor Paco Rabal manifest¨® su "gran tristeza" por una muerte que dijo que asum¨ªa "con resignaci¨®n"; Francisco Ayala sinti¨® la muerte de "un amigo"; Mario Benedetti resalt¨® "la claridad, sencillez y luminosidad" de la obra del poeta; ?ngel Gonz¨¢lez record¨® la pureza de su l¨ªrica y su pionero viaje a la poes¨ªa comprometida socialmente; el director de la Real Academia Espa?ola, V¨ªctor Garc¨ªa de la Concha, se?al¨® el mar como su fuente de "libertad, claridad y optimismo", y Francisco Umbral calific¨® al poeta como "el mayor surrealista espa?ol y uno de entre los grandes del surrealismo europeo".
El poeta F¨¦lix Grande le destac¨® como el m¨¢s sobresaliente de su generaci¨®n, junto a Lorca. Jos¨¦ ?ngel Valente, sin embargo, fue menos ben¨¦volo y se?al¨® que la pol¨ªtica pervirti¨® su poes¨ªa. "Mantuve con ¨¦l una relaci¨®n cordial y cr¨ªtica", se?al¨® Valente, que sit¨²a a Alberti por debajo de Cernuda y Lorca; "su poes¨ªa de propaganda pol¨ªtica y combate no ten¨ªa demasiada validez".
Adi¨®s en el Trastevere
La muerte de Alberti tambi¨¦n despert¨® hondas emociones en Roma, informa Lola Gal¨¢n. Una ciudad donde el poeta gaditano encontr¨® refugio en los a?os de exilio. Walter Veltroni, secretario general del partido de los Dem¨®cratas de Izquierda (antiguo PCI) y ex ministro de Cultura, defini¨® con unas pocas palabras las dimensiones de la p¨¦rdida que representa la muerte de Rafael Alberti para el mundo entero, y para Italia en particular. "Cuando desaparece una gran personalidad de la cultura, al dolor se a?ade la conciencia de que a partir de ese momento somos todos un poco m¨¢s pobres", dijo Veltroni. "Es una gran p¨¦rdida, porque Alberti, con su poes¨ªa, ha sabido dar voz a la mejor conciencia de este siglo XX que termina. Lo mismo que en el caso de Garc¨ªa Lorca y Neruda, podemos decir tambi¨¦n en el caso de Alberti: su l¨ªrica, unida a su extraordinario compromiso civil, le sobrevivir¨¢n para formar parte del patrimonio incancelable de la humanidad".
Rafael Alberti, que hab¨ªa abandonado Espa?a al final de la guerra civil rumbo a Francia, para instalarse m¨¢s tarde en Argentina, decidi¨® dejar este ¨²ltimo pa¨ªs cuando la democracia se tambale¨® all¨ª tambi¨¦n. Escogi¨® entonces Italia, adonde lleg¨® con su primera mujer, la desaparecida Mar¨ªa Teresa Le¨®n, en mayo de 1963. El avi¨®n aterriz¨® en Mil¨¢n, pero el poeta, que describir¨ªa despu¨¦s estos episodios en su libro La arboleda perdida, se traslada enseguida a Roma, para instalarse en una casa de Via Garibaldi, en Trastevere. Aquella casa se convertir¨ªa en lugar de peregrinaci¨®n de muchos poetas y artistas italianos.
Un poeta amigo y admirador de Alberti, Elio Fiore, recordaba ayer que el ¨²ltimo testimonio escrito del poeta gaditano figura en su libro I bambini hanno bisogno, que est¨¢ a punto de ponerse a la venta. Se trata de un breve prefacio que Alberti dict¨® a su esposa en septiembre a petici¨®n de Fiori, en el que recuerda el primer encuentro entre los dos poetas, ocurrido en 1964. El texto dice as¨ª: "Roma. Via Monserrato, 20. Llama a la puerta del poeta espa?ol Rafael Alberti un joven poeta italiano. Lleva en las manos un ramo de rosas blancas, y en sus ojos, encendidos de admiraci¨®n, la contenida y secreta incertidumbre ante la respuesta que podr¨¢ recibir detr¨¢s de aquella puerta cerrada".
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