Crece la contestaci¨®n interna a la l¨ªnea oficial del PNV

La contestaci¨®n a la l¨ªnea oficial del PNV va tomando cuerpo y agrupando personalidades relevantes del partido, seg¨²n avanza el debate de cara a la Asamblea General, que se celebrar¨¢ en enero, y se radicalizan los pronunciamientos de los portavoces de la direcci¨®n peneuvista sobre la superaci¨®n del marco estatutario y las responsabilidades en el estancamiento del proceso de paz.En las ¨²ltimas semanas, miembros significativos del PNV est¨¢n haciendo aflorar, en una misma l¨ªnea argumental, la inquietud que hasta ahora expresaban en privado por las crecientes concesiones pol¨ªticas y de imagen que se vienen realizando al mundo de HB-ETA con la supuesta finalidad de consolidar el cese de los atentados por parte de la organizaci¨®n terrorista. Esa apuesta ha propiciado incluso im¨¢genes como la del propio lehendakari Ibarretxe y sus colaboradores inmediatos secundando un paro a la puerta de la sede oficial de su despacho, en uno de tantos "gestos" exigidos por "el proceso". Fue tras la muerte -al parecer, un suicidio- del miembro de ETA Jos¨¦ Luis Geresta.

La cr¨ªtica soterrada ha adquirido trascendencia p¨²blica y los discrepantes, aun con el temor de ser descalificados como "disidentes", no se resignan a dejar sin contrarrestar los mensajes unidireccionales que los portavoces oficiales del partido lanzan continuamente, a trav¨¦s de los medios de comunicaci¨®n, a unas bases a las que ellos tambi¨¦n quieren hacer llegar su opini¨®n. En esta desigualdad de oportunidades justifican algunos de los cr¨ªticos su necesidad de decir las cosas en p¨²blico, contrariando a sus dirigentes, que les piden que planteen sus posturas en las reuniones de partido.

Los discrepantes han dado con un punto de encuentro en la reivindicaci¨®n del Estatuto de Autonom¨ªa como referencia v¨¢lida de la convivencia y del autogobierno vascos, en abierto contraste con su cuestionamiento y los planes para superarlo con un vago proyecto soberanista en el que est¨¢ la Ejecutiva que preside Arzalluz.

Este planteamiento les ha asustado. Piensan que ese "salto sin red" no es ni viable ni bueno para el partido, que en ese recorrido no puede hacer sino seguir perdiendo apoyos en su base electoral. "M¨¢s all¨¢ del Estatuto no hay m¨¢s que vac¨ªo y aventura", dijo un hist¨®rico nacionalista alav¨¦s, el ex diputado general Emilio Guevara, la semana pasada. ?l fue uno de los hombres que convirtieron en nacionalista un territorio donde triunfaba la UCD. El marco de su pronunciamiento fue, adem¨¢s, un acto socialista, por la decisi¨®n del Gobierno vasco de pasar por alto los 20 a?os del refer¨¦ndum estatutario.

La contestaci¨®n se ha expresado con mayor contundencia en ?lava, la provincia menos nacionalista y aqu¨¦lla en la que el PNV se ha visto desplazado del poder por el Partido Popular despu¨¦s de las elecciones locales de junio. Xabier Arzalluz ha responsabilizado a errores de los propios afiliados del partido de esa derrota. A su juicio, fue la "desidia" de sus militantes y no la estrategia de Lizarra lo que ape¨® a la alianza PNV-EA del poder en la Diputaci¨®n de ?lava y el Ayuntamiento de Vitoria. Sin embargo, la tendencia de los ¨²ltimos a?os, acentuada con el Pacto de Estella, mostraba un progresivo distanciamiento de la sociedad alavesa del discurso de radicalidad nacionalista asumido desde el PNV.

El alcalde de Bilbao, I?aki Azkuna, se sum¨® el jueves al grupo de voces que en las ¨²ltimas fechas han mostrado su preocupaci¨®n por el desapego manifestado hacia el Estatuto por los portavoces oficiales del partido, incluso en sede parlamentaria. El viernes de la semana pasada, en un pleno de la C¨¢mara vasca, Joseba Egibar rebas¨® con amplitud la postura ambivalente recogida en la ponencia oficial sometida a debate entre las bases. Declar¨® "agotado" el Estatuto, cuestion¨® su car¨¢cter de pacto entre el Pa¨ªs Vasco y el Estado -fue "otorgado", dijo- y anunci¨®, para sorpresa de sus propios compa?eros, la pr¨®xima presentaci¨®n de un proyecto soberanista para ser "como Alemania".

A pesar de las cautelas, lo cierto es que la unanimidad encontrada en los primeros momentos tras la firma del Pacto de Lizarra y la tregua de ETA ha dejado de existir.

Las primeras cr¨ªticas las efectu¨® Alfonso Basagoiti, actual presidente del C¨ªrculo de Empresarios Vascos. Ya en febrero dijo que los partidos no estaban gestionando bien la paz, les reclam¨® un acuerdo pleno sobre el Estatuto de Autonom¨ªa y sobre el encaje del Pa¨ªs Vasco en el proceso de construcci¨®n europea. El proceso de pacificaci¨®n, advirti¨® Basagoiti, "no puede convertirse ni en elemento de divisi¨®n entre los partidos pol¨ªticos ni en raz¨®n para una carrera irracional de posicionamientos enfrentados que podr¨ªan ocasionar una grave fractura social". El PNV encaj¨® mal la cr¨ªtica y la contest¨® duramente.

Otra voz discordante es la del diputado en el Parlamento vasco, Joseba Arregi, que fue consejero del Gobierno vasco. Arregi ha pedido una clara diferenciaci¨®n entre proceso de pacificaci¨®n y marco pol¨ªtico-jur¨ªdico y se opone a pasar por dar la raz¨®n a ETA en su oposici¨®n frontal de veinte a?os a la construcci¨®n del edificio estatutario.

El otro asunto que preocupa es la impresi¨®n de que son los radicales quienes marcan las pautas en la cambiante situaci¨®n pol¨ªtica vasca. A finales de septiembre, el ex lehendakari Ardanza aport¨® tambi¨¦n su visi¨®n. "El PNV no debe atarse m¨¢s a EH". Aun reconociendo la necesidad de algunas de las cosas que su partido hab¨ªa ido haciendo "para consolidar el compromiso de ETA" apost¨® por la vuelta de su partido al "talante abierto, pactista y de b¨²squeda de soluciones y no ruptura" de su trayectoria anterior. Tambi¨¦n plante¨® interrogantes realistas: "?cu¨¢ntos comparten aspiraciones de soberan¨ªa en ?lava?".

La estrategia del PNV la fija la asamblea nacional y la ejecuta el EBB, avis¨® Arzalluz en el Alderdi Eguna. Ardanza ha guardado silencio desde entonces, pero no se ha mantenido inactivo: envi¨® una carta a la la asamblea del PNV explicando sus palabras y se reuni¨® con los presidentes de las cuatro ejecutivas regionales, todos ellos miembros del EBB, ante quienes reiter¨® su an¨¢lisis y las opiniones que hab¨ªa vertido previamente en varias entrevistas.

El temor a que la radicalizaci¨®n del PNV deje a ?lava por mucho tiempo en manos de los populares y deshaga la labor de veinte a?os de "conversi¨®n" es un hecho entre los nacionalistas hist¨®ricos del territorio, entre los que se cuentan ex consejeros de los gobiernos de Ardanza, como Juan Ram¨®n Guevara o el propio ex alcalde de Vitoria, Jos¨¦ ?ngel Cuerda. Tambi¨¦n el antiguo diputado general, F¨¦lix Ormazabal discrep¨® en p¨²blico del portavoz Joseba Egibar en su valoraci¨®n del Estatuto.

Estos militantes piensan que el PNV debe reconducir su mensaje, una vez cumplido el objetivo de arrancar a ETA el alto el fuego y de incorporar a HB al juego institucional. Y desde luego no quieren que el partido d¨¦ m¨¢s pasos hacia el radicalismo ni realice concesiones adicionales, que dificulten m¨¢s a¨²n un futuro replanteamiento. ?ste deber¨ªa alcanzar, tras las elecciones generales, a la propia pol¨ªtica de alianzas, dicen.