Las subasteras septuagenarias

La guerra entre los inquilinos de la Casa de las Flores, en el distrito de Chamber¨ª, y los subasteros contin¨²a. Hasta ahora, los vecinos hab¨ªan conseguido vencerlos en seis de las siete subastas celebradas por la Tesorer¨ªa General de la Seguridad Social, propietaria de los diez edificios que integran este singular complejo arquitect¨®nico en el que vivi¨®, durante la Rep¨²blica, Pablo Neruda. Pero en la ¨²ltima de las pujas la racha se ha torcido.El pasado 24 de junio, la Seguridad Social sac¨® a subasta el n¨²mero 19 de la calle de Gaztambide, en la que hay 24 pisos, siete de ellos vac¨ªos. La angustia entre los vecinos era general. El ambiente de nervios y tensi¨®n, exactamente igual que el que se hab¨ªa vivido en las otras siete subastas celebradas anteriormente en la sede del citado organismo p¨²blico.

La mayor¨ªa de los inquilinos de la casa, pensionistas y jubilados, ten¨ªan contratos de alquiler desde 1940. Muchos pensaban que la venta directa hubiera sido m¨¢s justa que una subasta p¨²blica en la que podr¨ªan estar en inferioridad de condiciones. Pero el Ministerio de Trabajo rechaz¨® todos los intentos de paralizar la enajenaci¨®n.

Para colmo, durante los ¨²ltimos a?os los vecinos hab¨ªan contribuido a importantes reformas del inmueble, adem¨¢s de haber cuidado de su mantenimiento durante varias d¨¦cadas. "Reformaron los ascensores y las calderas y nos hicieron pagar el 12% de la obra para luego sacar la casa a subasta. Nos sentimos estafados", se?ala un inquilino.

No obstante, los vecinos del n¨²mero 19 de Gaztambide se hab¨ªan preparado para la partida y, al igual que en otros bloques de viviendas, se asociaron a una inmobiliaria para pujar juntos. En este caso se trataba de la empresa Silver Eagle de Inversiones y Financiaciones. Esta empresa, con la que algunos vecinos firmaron un contrato de opci¨®n de compra, podr¨ªa pujar por ellos hasta 450 millones de pesetas, seg¨²n se recog¨ªa en el documento. Pero al final no lo hizo. La sociedad les garantizaba que, en el caso de ganar, les vender¨ªa sus pisos por unos 14 millones. Un precio razonable para los inquilinos.

Pero las cosas no iban a salir como hab¨ªan previsto. Amelia, Mar¨ªa Socorro y Saturnina Manchado Benayas, tres hermanas septuagenarias, naturales de Zamora, estaban dispuestas a pujar mucho m¨¢s alto. Concurrieron a nombre de una sociedad llamada Serbanto, SA, constituida en abril de 1998, poco antes de conocerse la enajanaci¨®n de los diez edificios, y se llevaron el edificio de Gaztambide por 410 millones de pesetas. La casa hab¨ªa salido por un valor inicial de tasaci¨®n de 346 millones de pesetas

Horas antes, las Manchado hab¨ªan pujado por la casa del n¨²mero 74 duplicado de Blasco de Garay y elevaron su precio hasta 602 millones de pesetas. Pero los vecinos de ese inmueble jugaron muy duro y se quedaron con la casa por 603, una de las cifras m¨¢s altas pagadas por los ocho edificios subastados hasta ahora.

Amelia Manchado, que no asisti¨® a la subasta, es la principal accionista de Serbanto. A su nombre figuran 60 millones de pesetas de los 88, 5 con los que se constituy¨® la sociedad que ha adquirido el edificio. Pese a ello, asegura desconocer la existencia de la misma y de sus 60.000 acciones. "No s¨¦ de qu¨¦ me est¨¢ hablando. No tengo ni idea de que hayamos concurrido en ning¨²n concurso, ni s¨¦ nada de esa sociedad ni de ese edificio. ?C¨®mo me ha dicho que se llama?", contesta.

Las administradoras de Serbanto, SA, son sus hermanas Mar¨ªa del Socorro, de 71 a?os, y Saturnina, de 77, que s¨ª asistieron a la subasta. La primera firm¨® la compra del edificio y present¨® los poderes notariales de la sociedad. Ambas estuvieron en la puja acompa?adas por un asesor.

Al igual que las dem¨¢s sociedades concurrentes, las hermanas de Zamora cumplieron los requisitos necesarios para concurrir a una subasta p¨²blica: estar al corriente con Hacienda, con la Seguridad Social y depositar el 20% de la licitaci¨®n. Toda la documentaci¨®n la presentaron en regla, seg¨²n fuentes de la Tesorer¨ªa de la Seguridad Social.

A partir del pasado mes de julio, los inquilinos del n¨²mero 19 de la calle Gaztambide pagan su alquiler a Serbanto, SA. Aurora Manchado, otra hermana que est¨¢ al frente de la oficina donde tiene su sede la citada sociedad, declina facilitar ning¨²n dato sobre las actividades y objetivos de esta sociedad. S¨®lo reconoce que su hermana Amalia no ha estado al tanto de la compra pese a ser la mayor accionista de la sociedad adjudicataria del edificio.

Los vecinos del inmueble han visto esfumarse su sue?o de convertirse en propietarios. La Seguridad Social ha recaudado 3.800 millones por los ocho edificios subastados del complejo de Las Flores, construido entre 1930 y 1932 por el arquitecto Secundino Zuazo. Quedan otros dos edificios m¨¢s por salir a la puja. Hasta ahora, el resultado de la batalla es el siguiente: inquilinos, 6; subasteros, 2. Contin¨²a la pesadilla para la vecindad.