Un verdadero exceso
Los viejos no son tontos: son viejos. Ni pensionistas, ni mayores, ni es la suya la tercera edad, sino la noble e irremediable edad de la vejez, y nada m¨¢s. Pero s¨®lo son viejos, no tontos, aunque algunos piensen que son tan tontos que les pueden hacer creer que lo que es suyo -l¨¦ase las pensiones, por ejemplo- se lo regalan ellos graciosamente. Los viejos saben que es suyo y como no son tontos, oyen, cuentan, ven que no les llega despu¨¦s de toda una vida de trabajo, meditan sobre la injusticia y poco m¨¢s.
El PP, que clam¨® contra la utilizaci¨®n electoralista de las pensiones por parte del PSOE, anda lanzado ahora a la m¨¢s imp¨²dica de las utilizaciones, aunque jur¨® no hacerlo nunca. Aznar acaba de darse una vuelta por C¨®rdoba para decirles a los viejos que ¨¦l, s¨®lo ¨¦l y nadie m¨¢s que ¨¦l les garantizar¨¢ las pensiones. Mientras trataba de hacer creer eso a los viejos, el presidente Aznar segu¨ªa y sigue sin querer ni o¨ªr hablar del reconocimiento de 400.000 nuevos andaluces para los que, como no est¨¢n en el viejo censo sobre el que el Gobierno ha vuelto a elaborar los Presupuestos Generales del Estado del a?o 2000, no habr¨¢ nada.
Hay algo de exceso en esa pol¨ªtica del Gobierno con respecto a Andaluc¨ªa, de exceso contra los intereses de los andaluces, pero tambi¨¦n exceso contra su partido porque, lo reconozcan o no en p¨²blico, en el PP andaluz ya no saben c¨®mo leer y c¨®mo explicar las cuentas de los presupuestos para intentar que alguien crea que son buenos para los andaluces, j¨®venes y viejos.
Y llevado el exceso hasta sus ¨²ltimas consecuencias, Javier Arenas se lanza y justifica la negativa de Aznar a recibir a Chaves, asegurando que ser¨ªa absurdo que el presidente andaluz fuera a la Moncloa a insultar. Argumento de alta calidad pol¨ªtica del secretario general del PP, ide¨®logo de la campa?a electoral de su partido, que hace temer una escalada del exceso que nos remitir¨ªa al gusto por la crispaci¨®n que impuso el PP a la vida pol¨ªtica en los meses previos a las elecciones del 96. Un exceso.
MAR?A ESPERANZA S?NCHEZ
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