Cosecha de oto?o

Las primeras heladas terminan con las setas y hongos que durante el oto?o pueblan los espacios naturales andaluces. M¨¢s de 2.000 especies, la mayor¨ªa a¨²n sin censar, crecen entre troncos de ¨¢rboles, por rincones cercanos a los cauces de los r¨ªos o junto a plantas en una perfecta simbiosis. Cualquier itinerario en el campo lleva hasta setas de los m¨¢s variados colores y tama?os, siempre que se preste una especial atenci¨®n al suelo para poder descubrirlas. Una ruta de cinco kil¨®metros a pie entre pinar bajo y encinas da paso a extensas praderas en Sierra M¨¢gina, donde los caminantes buscan setas los primeros d¨ªas de fr¨ªo. El ed¨¦n de los bot¨¢nicos, como es conocido este parque natural de Ja¨¦n, esconde entre la hierba las setas de cardo (Pleurotus erygium), peque?as, marrones, con forma de flor en la superficie y apetitosas en un aperitivo. Surgen cada a?o despu¨¦s de que las tormentas de verano hagan que se pudra la ra¨ªz del cardo y una vez que el sol ha a?adido la temperatura adecuada para que surjan al exterior.

La Fuenmayor, una cascada de agua que dista una decena de kil¨®metros de la localidad de Torres, abre un espect¨¢culo rojizo, ocre y marr¨®n marcado por las hojas a punto de caer al suelo. Es el punto de partida para entrar en pastos sobre los que crecen las setas. El camino se bifurca a dos kil¨®metros: hacia la derecha surge una ruta circular que regresa a la fuente y hacia la izquierda, un sendero orientado hacia el Torcaz de las Campanas, el llano de Las Pilas y Fuente Fr¨ªa, que cualquier domingo aparece repleto de reba?os de ovejas que pastan tallos refrescados por las lluvias.

El agua ha modelado con capricho el entorno de Mata Begid, uno de los espacios m¨¢s hermosos de M¨¢gina, una sierra caliza se?alada en todos sus accidentes orogr¨¢ficos por la acci¨®n del agua y el viento. El sendero que sale de Fuenmayor hasta Mata Begid lleva por llanos en los que finaliza la repoblaci¨®n artificial, marcada por la introducci¨®n de diferentes tipos de pino para encontrar la verdadera vegetaci¨®n que ha crecido desde hace siglos.

En este parque natural se pueden encontrar m¨¢s de 300 tipos de setas. La publicaci¨®n Setas de Andaluc¨ªa, elaborada por Baldomero Moreno, Javier G¨®mez Fern¨¢ndez, Felipe Jim¨¦nez y F¨¦lix Infante, se?ala peculiaridades de muchas de ellas. Las casi 20.000 hect¨¢reas de M¨¢gina tienen en su interior a la Coprinus comatus, conocida como barbuda, que crece en pastos muy abonados y que tiene una leyenda relacionada con la Segunda Guerra Mundial. Ente sus propiedades se cita la de descomponerse convertida en un l¨ªquido negro, que alberga la semilla de tama?o microsc¨®pico. Los alemanes utilizaban este l¨ªquido mezclado con la habitual tinta china para escribir los documentos. La forma de comprobar que el papel era original y no una mera copia consist¨ªa en mirar las letras con microscopio para ver si aparec¨ªan las diminutas semillas. Si el resultado era positivo estaba garantizada la orden.

Todo tipo de formas y colores aparecen en las setas andaluzas. La ramaria tiene forma de nido, mientras que la seta aspirina presenta un sombrerillo del tama?o de la popular pastilla para todo. Adem¨¢s, tiene propiedades medicinales similares a las del ¨¢cido acetilsalic¨ªlico.

Los troncos de los ¨¢rboles son los que aprovecha la seta pipa, con forma de pipa de tabaco, de la que se han descubierto m¨¢s de 50 propiedades medicinales y a la que se ha bautizado como elixir de la eternidad. Se confunde en los troncos andaluces, mientras que en China ya ha empezado a comercializarse en infusiones contra enfermedades como el reumatismo. En M¨¢gina apareci¨® el a?o pasado una subespecie nueva de hongo, la Genea sphaerica lobulata.

Pero los entendidos, como Baldomero Moreno, advierten a quienes quieran disfrutar de un aperitivo de setas que s¨®lo coman especies conocidas, que descarten las viejas reglas que supuestamente determinan cu¨¢les son venenosas y que, en cualquier caso, el consumo sea moderado.

Datos de inter¨¦s

Por la N-321, desde Ja¨¦n en direcci¨®n a Baeza, se llega al cruce de Mancha Real, donde se toma la carretera a Torres. Desde esta localidad, dirigirse hasta la Fuenmayor, donde finaliza la carretera asfaltada y surge una senda se?alizada. M¨¢s informaci¨®n: 953 78 76 56 (Centro de Recepci¨®n de Visitantes de Sierra M¨¢gina).