Clima enrarecido

HACE DOS a?os se firm¨® el Protocolo de Kioto para reducir las emisiones de gases a la atm¨®sfera que producen el efecto invernadero. El acuerdo cifra esa reducci¨®n, a alcanzar entre el 2008 y el 2012, en un 5,2% respecto del volumen total existente en 1990, y afecta a los pa¨ªses desarrollados, principales productores de este tipo de gases. Pero la firma fue s¨®lo un paso de un proceso complicado. El protocolo debe ser ratificado por un n¨²mero de pa¨ªses que representen hoy al menos el 55% del total de las emisiones; y es preciso fijar, adem¨¢s, las condiciones de verificaci¨®n, las sanciones y la posible creaci¨®n de un mercado de permisos de emisi¨®n en el que pa¨ªses que no lleguen a los l¨ªmites fijados puedan vender esa disponibilidad a aquellos que los sobrepasen.En la Conferencia sobre el Cambio Clim¨¢tico celebrada en Bonn ha quedado clara la reticencia estadounidense, mayor contaminador, a ratificar un protocolo que sin su firma ser¨¢ ineficaz. La insistencia de EE UU en que pa¨ªses m¨¢s pobres pero potencialmente muy contaminantes, como China o la India, se comprometan en el esfuerzo reductor no parece justificada ahora. El problema tienen que empezar a resolverlo los que lo han creado, los m¨¢s ricos. Cuando las emisiones de los pa¨ªses subdesarrollados muy poblados y con importantes reservas de combustibles f¨®siles lleguen a ser peligrosas, entonces deber¨¢n limitarlas. Pero es dif¨ªcil nada cuando los m¨¢s desarrollados no dan ejemplo.

Hay tareas urgentes mientras se avanza hacia la ratificaci¨®n total, prevista en el 2002. El a?o que viene ser¨¢ decisivo en la fijaci¨®n de los instrumentos de control de emisiones y de sanci¨®n en caso de incumplimiento. Y queda la cuesti¨®n del mercado de emisiones, tan querido por EE UU, deseoso de comprar para aliviar sus obligaciones, y por Rusia, deseosa de vender, dado que prev¨¦ no llegar a sus l¨ªmites. La Uni¨®n Europea ha propuesto que estos mecanismos no puedan cubrir m¨¢s de la mitad de la reducci¨®n fijada para cada pa¨ªs, y as¨ª evitar que se d¨¦ la vuelta al sentido de los objetivos del protocolo. Mantener a largo plazo el mercado de emisiones significar¨ªa presuponer que los pa¨ªses pobres dispondr¨¢n siempre de cupos a la venta; es decir, que seguir¨¢n siendo cada vez m¨¢s pobres. Uno de los factores clave en la riqueza y prosperidad de una sociedad es el acceso a la energ¨ªa.

La reducci¨®n en el consumo de combustibles f¨®siles, ¨²nica pol¨ªtica efectiva para disminuir las emisiones de gases de invernadero, implica decisiones fiscales, econ¨®micas y energ¨¦ticas de enorme envergadura. No es tarea f¨¢cil, pero es esencial afrontarla si no queremos desencadenar transformaciones clim¨¢ticas que podr¨ªan tener consecuencias muy graves.