Soldadoras, torneras y mec¨¢nicas
Conchita Montoro y Yolanda Mu?oz son dos mujeres como tantas otras, rondan la treintena. Una tiene hijos, la otra vive con su madre, y las dos han estado m¨¢s de una vez en el paro. Pero todo esto ha quedado atr¨¢s desde que un d¨ªa se inscribieron en un cursillo de soldadores que impart¨ªa la patronal tarrasense CECOT. Eran las ¨²nicas mujeres del cursillo y ahora, medio a?o despu¨¦s, son las ¨²nicas mujeres del taller de la empresa de Rub¨ª J.B. Fiser, pero animan a todas las mujeres a hacer lo mismo "porque no nos hemos sentido discriminadas en ning¨²n momento", dice Conchita.Ellas son la prueba de que algo est¨¢ cambiando en la sociedad. Seg¨²n el propietario de la empresa J. B. Fiser, Josep Borr¨¤s, "yo no tuve ning¨²n problema en aceptarlas para que hiciesen pr¨¢cticas y mi intenci¨®n es que, si ellas quieren, cuando acaben las pr¨¢cticas, se queden en la empresa trabajando". Pero el mundo empresarial, aunque es m¨¢s receptivo, todav¨ªa no acepta igual a un hombre que a una mujer para este tipo de trabajo, y prueba de ello es que todos los compa?eros varones del cursillo de Yolanda y Conchita encontraron sin ning¨²n problema una empresa para hacer pr¨¢cticas, pero a ellas no las acept¨® nadie durante dos meses hasta que finalmente la CECOT contrat¨® con J.B.Fiser, que se dedica a fabricar m¨¢quinas de inyecci¨®n de pl¨¢stico para toda Espa?a.
Los oficios tradicionales como el de soldador, tornero, mec¨¢nico, hidr¨¢ulico o carpintero, entre otros, son los que est¨¢n m¨¢s solicitados en la comarca del Vall¨¨s Occidental, no obstante, muy pocos j¨®venes aprenden estas profesiones tradicionales y hay empresarios que tardan a?os en encontrar algunas de las especializaciones que necesitan. Por otra parte, en la bolsa de trabajo de la CECOT hay muchas mujeres de edades que oscilan entre los 30 y los 50 a?os que tienen muchas dificultades para encontrar trabajo.
Por ello, la CECOT se ha planteado la posibilidad de formar mujeres para estos oficios "si hay empresarios dispuestos a contratarlas despu¨¦s", seg¨²n explica Paola Sancho, la responsable de la bolsa de trabajo de la entidad. La patronal ha enviado m¨¢s de 2.000 encuestas a los empresarios de los sectores del metal, la construcci¨®n, la carpinter¨ªa y las estructuras met¨¢licas de la demarcaci¨®n de Terrassa para saber si estar¨ªan o no dispuestos a contratar mujeres. De momento, la respuesta es positiva, seg¨²n Sancho, ya que en tan s¨®lo una semana ya han contestado un centenar de empresas, de las cuales un 75% dice que contratar¨ªa mujeres, y el resto dice que no "por un tema de la fuerza f¨ªsica necesaria para el trabajo que se realiza en sus empresas", seg¨²n la responsable de la bolsa de trabajo. Para Paola es imprescindible que las mujeres que quieran seguir el ejemplo de Yolanda y de Conchita: aprender un oficio hasta ahora reservado a los hombres "tengan mucha ilusi¨®n y muchas ganas de hacerlo".
La ilusi¨®n es imprescindible si se quiere tener una continuidad porque estas mujeres adem¨¢s de hacer pr¨¢cticas de soldadura por las tardes, por las ma?anas trabajan y llevan una casa. Por ejemplo, un d¨ªa en la vida de Conchita Montoro empieza antes de las seis de la ma?ana, cuando se levanta para ir a trabajar en una empresa del sector de la limpieza en Rub¨ª, donde est¨¢ hasta las dos de la tarde. En este momento aprovecha para comer algo, y a las tres de la tarde llega a la empresa J.B.Fiser, donde realiza las pr¨¢cticas de soldadora. A las siete aproximadamente acaba de trabajar y se va a su casa, donde la esperan dos chavales, uno de 6 y otro de 12 a?os. Pese a este horario, Conchita asegura que le hace mucha ilusi¨®n hacer las pr¨¢cticas de soldadura y a?ade: "Despu¨¦s, cuando acabe, quiero seguir practicando, porque el oficio me gusta, aunque es muy sucio". Lo mismo asegura Yolanda: "Me gusta este trabajo, y si no encuentran hombres para hacerlo, no s¨¦ por qu¨¦ no lo podemos hacerlo las mujeres", se pregunta. Las dos mujeres, Conchita y Yolanda, han encontrado apoyo en el ¨¢mbito familiar para realizar este trabajo y ellas no dudan de que si alguna empresa las contrata, a partir de entonces trabajar¨¢n como soldadoras. Aunque se trata de un oficio muy complejo, que necesita entre uno y dos a?os de formaci¨®n, seg¨²n afirma el propietario de J.B. Fiser.
El asesor de recursos humanos de la CECOT, ?ngel Bux¨®, explica que para conseguir que el caso de Conchita y Yolanda no sea una excepci¨®n, hay que trabajar en cuatro campos: "Los empresarios tienen que romper t¨®picos, igual que los compa?eros de trabajo y la propia mujer, as¨ª como el entorno familiar". Por tanto, se trata de un cambio social y Bux¨® destaca que "lo importante es que las mujeres empiezen a trabajar en estos sectores".
La iniciativa de la CECOT tiene como antecedente el Pacto Territorial por la Ocupaci¨®n del Vall¨¨s Occidental, en el que los sindicatos, la patronal, el Ayuntamiento de Terrassa y otras entidades aunaron esfuerzos para promover la igualdad del hombre y la mujer.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.