Ch¨¢vez y Castro declaran un pacto con el mismo objetivo revolucionario
![Juan Jes¨²s Azn¨¢rez](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F6c0df8bd-0ff3-4468-936e-c96fafaa26b6.png?auth=b5d935e44f236e02ca04903532080bbde3883da024a5334989732c8e86c47147&width=100&height=100&smart=true)
El partido de b¨¦isbol entre las selecciones de Cuba y Venezuela encabezadas por Fidel Castro y Hugo Ch¨¢vez, respectivamente, y que concluy¨® con victoria cubana por cinco a cuatro, fue m¨¢s pol¨ªtico que deportivo y confirma la acelerada consolidaci¨®n de la alianza emprendida por los dos comandantes caribe?os. Ch¨¢vez atac¨® y arremeti¨® en un acto p¨²blico, sin citarlos, contra quienes pidieron democracia en Cuba, entre ellos el presidente espa?ol, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, y defendi¨® a Castro con pasi¨®n.
Las revoluciones cubana y venezolana, subray¨® Ch¨¢vez, persiguen un mismo objetivo. Estados Unidos, por su parte, recela de los abrazos entre una naci¨®n sobrada de petr¨®leo y una isla con el dep¨®sito en la reserva.M¨¦xico, que nunca rompi¨® relaciones diplom¨¢ticas con la mayor de las Antillas y evit¨® siempre pronunciarse sobre sus asuntos internos, marc¨® esta vez distancias. Durante la IX Cumbre Iberoamericana de La Habana, su presidente, Ernesto Zedillo, reclam¨® el pluralismo con una rotundidad inusitada. "M¨¦xico ha roto las reglas del juego", coment¨® a este peri¨®dico un funcionario cubano. El historiador mexicano Enrique Krauze salud¨® el cambio en la tradicional pol¨ªtica exterior. "Eso no tiene precedentes. Empezamos a modificar una larga relaci¨®n de hipocres¨ªa y doble discurso".
M¨¦xico atempera los lazos con Cuba y Venezuela los fomenta. Ch¨¢vez, cuyo abrazo con Fidel Castro hace cuatro a?os levant¨® ronchas en Caracas, no disimul¨® su admiraci¨®n por la revoluci¨®n cubana, de la que se dijo ¨¦mulo. "Hay personas que vienen aqu¨ª a pedirle a Cuba el camino de la democracia, falsa democracia", declar¨® el jueves en una conferencia magistral dictada en el aula magna de la Universidad de La Habana, en presencia del presidente anfitri¨®n. Paralelamente a las conversaciones de car¨¢cter pol¨ªtico, los dos pa¨ªses ultiman una asociaci¨®n comercial para reabrir la refiner¨ªa de Cienfuegos, pr¨¢cticamente cerrada desde principios de los noventa por problemas financieros.
El teniente coronel Ch¨¢vez lider¨® un fallido golpe en 1992 contra el Gobierno del socialdem¨®crata Carlos Andr¨¦s P¨¦rez, y cumpli¨® dos a?os de c¨¢rcel. Su primer viaje tras salir de prisi¨®n, en 1994, fue a Cuba, y fue recibido con todos los honores. Cuatro a?os despu¨¦s, elegido presidente en las urnas, renov¨® sus simpat¨ªas por la revoluci¨®n castrista y poco despu¨¦s de la investidura, en febrero de este a?o, regres¨® de nuevo a cumplimentarla. Su revoluci¨®n, precis¨®, es bolivariana, pero "va hacia la misma direcci¨®n, hacia el mismo mar hacia donde va el pueblo cubano, mar de felicidad, de verdadera justicia social, de paz". Cada una "con su propio signo y con su propia esencia".
Las deferencias de Castro con Ch¨¢vez fueron constantes. Le impuso la m¨¢s alta condecoraci¨®n nacional, se reuni¨® con ¨¦l todos los d¨ªas, los recibimientos en las calles fueron los m¨¢s calurosos y el partido de b¨¦isbol ante 50.000 espectadores, televisado en directo, fue el colof¨®n de una visita que constituy¨®, de hecho, una cumbre paralela. Ch¨¢vez, vestido de jugador de b¨¦isbol, fue lanzador, y Castro, con pantal¨®n verde olivo y chaqueta de ch¨¢ndal azul brillante, director t¨¦cnico. El presidente venezolano encajar¨¢ ahora en Caracas las acusaciones de los opositores y empresarios que imputan al proyecto pol¨ªtico intenciones totalitarias.
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