Hingis no pudo con Davenport
La estadounidense exhibi¨® una potencia en la final del Masters que destroz¨® a la suiza
La corona del Masters cambi¨® ayer de manos. La suiza Martina Hingis, que la hab¨ªa detentado durante el ¨²ltimo a?o, la perdi¨® ayer ante la estadounidense Lindsay Davenport, que la super¨® por 6-4 y 6-2 en menos de una hora. "Jugu¨¦ el mejor partido de mi carrera", confes¨® la nueva campeona. "Mantuve mi agresividad desde el principio. Unas veces te sale bien y otras no tanto. Hoy fue perfecto". La potencia de Davenport y la tremenda efectividad de su servicio resultaron decisivas. Hingis evidenci¨® su impotencia ante la nueva dimensi¨®n que est¨¢ adquiriendo el circuito femenino.Algo debe tener, sin embargo, Hingis, cuando con un saque menos veloz que las dem¨¢s, con unos golpes menos r¨¢pidos, con un f¨ªsico menos potente y con menos estatura, es capaz de mantenerse en el liderato mundial. Este a?o no s¨®lo concluir¨¢ como n¨²mero uno, sino que ser¨¢ la que m¨¢s dinero ha ganado (supera los tres millones de d¨®lares), la que m¨¢s t¨ªtulos ha conseguido (7, los mismos que Davenport), la que m¨¢s victorias ha logrado (71), y la ¨²nica que ha estado en tres finales del Grand Slam. Pero 1999 dejar¨¢ un lunar en su carrera: ha disputado cuatro finales grandes y s¨®lo ha ganado una (el Open de Australia). Y para una jugadora de su calibre, para una tenista acostumbrada a ganar, este es un balance realmente pobre.
Tras perder la final del Open de Estados Unidos frente a Serena Williams, fue la propia Hingis quien, realizando un an¨¢lisis extremadamente realista de la situaci¨®n, confes¨® que deb¨ªa modificar varios aspectos de su juego para poder mantener la competitividad ante jugadoras tan potentes como las hermanas Williams, Lindsay Davenport y la nueva generaci¨®n que est¨¢ llegando.
La final del Masters ofreci¨® una buena muestra de ello. Hingis perdi¨® su saque cuatro veces de las nueve que dispuso de servicio. Sus primeros saques no superaban los 140 kil¨®metros por hora y sus segundos rondaban los 100. Y a esa velocidad, Davenport no encontr¨® dificultades para colocar un nivel de restos decisivo. Hingis no pudo defender sus opciones, porque nunca logr¨® dominar los puntos. Cuando la suiza sacaba, Davenport la controlaba desde su primer golpe, cuando restaba ten¨ªa dificultades ante la mayor potencia del saque de su rival (9 aces de Davenport por 0 de Hingis; 36 golpes ganadores por s¨®lo 7 de la suiza).
El Masters fue el momento de Davenport, esta gran jugadora de 23 a?os que remodel¨® todo su juego a partir de 1996, cuando comenz¨® a entrenarse con Robert Van"t Hof. Fue ¨¦l quien la oblig¨® a una estricta dieta -perdi¨® m¨¢s de 20 kilos en 1997- y a realizar una intensa preparaci¨®n f¨ªsica para estar m¨¢s r¨¢pida en la pista. Gracias a ello, Davenport gan¨® el Open de Estados Unidos y acab¨® como n¨²mero uno del mundo el a?o pasado, y se impuso en Wimbledon este a?o. Davenport, finalista el a?o pasado, puso un colof¨®n impresionante a su temporada con este triunfo, que cerr¨® con tres aces y que le supuso un premio de 80 millones de pesetas.
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