Europa advierte de que la Ronda del Milenio fracasar¨¢ si EEUU la vac¨ªa de contenidos
La Comisi¨®n Europea lanz¨® ayer una seria advertencia al pronosticar el fracaso de la Ronda del Milenio si los dem¨¢s bloques, y en particular Washington, se niegan a hablar de sectores como medio ambiente, protecci¨®n de los consumidores y normas sociales b¨¢sicas. Europa quiere evitar a toda costa que la negociaci¨®n se reduzca a agricultura y servicios. "Eso no ser¨ªa una ronda. Yo no hago despegar el Jumbo de una negociaci¨®n multilateral si no tengo la fuerza de despegue y el carburante necesario", advirti¨® ayer el comisario Pascal Lamy.
Lamy, responsable de Comercio Exterior, y Franz Fischler, comisario de Agricultura, se declararon dispuestos a cumplir el compromiso adquirido en 1994 en Marraquech, cuando se cerr¨® la Ronda Uruguay, de negociar sobre agricultura en la pr¨®xima ronda multilateral. Pero no s¨®lo de agricultura. Esa nueva ronda es la que deber¨ªa abrirse en la cumbre que reunir¨¢ en Seattle (al norte de la costa Oeste de Estados Unidos) del 30 de noviembre al 3 de diciembre a los 135 socios de la Organizaci¨®n Mundial de Comercio (OMC).Pero los grandes bloques econ¨®micos siguen sin ponerse de acuerdo sobre la agenda de ese nuevo ciclo de negociaciones, que quiere nacer con el pomposo nombre de Ronda del Milenio. Tras meses de reuniones en Ginebra, en la sede de la OMC, los embajadores de los 135 pa¨ªses siguen sin ponerse de acuerdo. Estados Unidos, con el abierto apoyo de los pa¨ªses Cairns (un grupo de 15 pa¨ªses exportadores liderados por Australia) tiene como ¨²nico objetivo de la nueva ronda reducir las subvenciones agr¨ªcolas europeas. Los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo concuerdan con ese objetivo y adem¨¢s tratan de evitar a toda costa que su comercio quede condicionado por el cumplimiento o no de las normas sociales.
En el otro lado est¨¢ la UE, obsesionada por impedir que la negociaci¨®n se centre en su punto m¨¢s d¨¦bil, la agricultura, y sobre todo las subvenciones a las exportaciones agr¨ªcolas.
Temas nuevos y pol¨¦micos
Y para evitarlo defiende la necesidad de extender las negociaciones a muchos otros campos, y en particular a sectores nuevos, como la protecci¨®n de los consumidores o el medio ambiente. Pero tambi¨¦n a temas pol¨¦micos, como el cumplimiento de las normas sociales b¨¢sicas. La Uni¨®n Europea cree tener el apoyo de Jap¨®n, Suiza, Noruega, los pa¨ªses de Europa del Este y gran parte de Am¨¦rica Latina. "Est¨¢ con nosotros el 50% del comercio mundial", enfatiz¨® ayer Lamy.En una rueda de prensa en Bruselas, Pascal Lamy reconoci¨® el fracaso de las negociaciones en Ginebra y reneg¨® de una ronda limitada. "Una negociaci¨®n limitada a agricultura y servicios no es una ronda", advirti¨®. "Respetaremos nuestros compromisos, pero una ronda no es s¨®lo negociar. Una ronda es negociar, tener un calendario y tener un compromiso global. Estamos dispuestos a negociar, proponemos que las negociaciones duren tres a?os y proponemos un compromiso global. Eso es una ronda", afirm¨®.
"Sin compromiso global y sin fecha l¨ªmite, una ronda se transforma en negociaci¨®n pura y simple. Una negociaci¨®n sin plazos y sin la obligaci¨®n de acabar con un acuerdo sobre los temas que se negocian... pues se puede hacer y durar¨¢ un cierto tiempo, pero yo a eso no lo llamo una ronda multilateral destinada a abordar nuestros problemas. Yo a eso lo llamar¨ªa los flecos de Marraquech. No es lo que necesitamos", a?adi¨® el comisario.
Lamy critic¨® lo que consider¨® escasa visi¨®n de futuro de Estados Unidos al negarse a incluir en la agenda de Seattle la apertura de negociaciones sobre medio ambiente y sobre protecci¨®n de los consumidores. A su juicio es necesario empezar a negociar ahora sobre las cuestiones que se plantear¨¢n en el inmediato futuro porque de lo contrario crecer¨¢n las voces en contra de la globalizaci¨®n econ¨®mica.
Tambi¨¦n critic¨® la negativa de los pa¨ªses en desarrollo a hablar sobre normas sociales por entender que el objetivo de los europeos, aunque tambi¨¦n de los norteamericanos, es poder poner l¨ªmites al comercio de los pa¨ªses m¨¢s pobres apelando a esas normas sociales.
Lamy se defendi¨® y afirm¨® que se trata de "asegurarnos de que se cumplen las normas b¨¢sicas ya aceptadas por esos pa¨ªses", entre las que cit¨® la lucha contra el trabajo infantil y contra el trabajo forzoso y el derecho de los trabajadores a organizarse en sindicatos. Y descart¨® que la Uni¨®n Europea quiera imponer sanciones a quien no cumpla.
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